Tras la publicación del Indec, el Gobierno dio a conocer su explicación acerca de cuáles fueron los factores que llevaron el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de enero al 6%, quebrando las señales de desaceleración que habían sugerido los registros inflacionarios de noviembre y diciembre.
El secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, señaló que dentro del IPC de enero el segmento de precios “regulados” subió 7,1%, el de “estacionales” un 7,9%, y el denominado “IPC núcleo”, que no incluye ninguno de los dos anteriores, tuvo un alza del 5,4 por ciento.
“Los fundamentos macroeconómicos, básicamente las políticas fiscales, monetarias y cambiarias, serían consistentes con tasas mensuales de inflación del 4% o menos”, dijo el viceministro. Explicó que, entre otros, hubo tres factores que aparecieron “en el muy alto registro de enero”:
a) Fuerte suba en frutas y verduras, debido a factores estacionales y efectos climáticos adversos (heladas y sequía).
b) Fuerte suba en algunos rubros regulados, como ser boleto de colectivos, tarifas de gas, tarifas de agua, tabaco, telefonía celular e internet, y medicina prepaga.
c) Aumento de los servicios de turismo, a raíz de la temporada de vacaciones.
Rubinstein destacó además “la muy importante incidencia que tienen los aspectos inerciales, ligados al alto grado de indexación prevaleciente”. En tal sentido, expresó: “Seguimos trabajando para hacer frente a este aspecto. Los acuerdos de precios firmados registran un elevado grado de cumplimiento, por lo que confiamos que la extensión de los mismos a muchos más rubros y productos nos permitirán ir reduciendo márgenes y los mencionados factores inerciales”.
“Seguimos trabajando desde la macroeconomía y desde la microeconomía, para que en los meses venideros se registren bajas significativas en las tasas de inflación, y esperamos que, hacia fines de año, las tasas mensuales se acerquen al 3%, y la tasa de inflación en el año pueda rondar el 60% presupuestado”, concluyó Rubinstein.
Monitoreo y proyecciones
No obstante ese “elevado grado de cumplimiento” mencionado por Rubinstein en relación a los acuerdos de precios, desde el equipo económico señalaron que se continuará reforzando el monitoreo y los controles en el marco del programa Precios Justos, que abarcan una canasta con 2.000 productos con precios fijos y luego una pauta de aumentos de 3,2% mensual hasta fines de junio para cerca de 50.000 productos de distintos rubros.
Los datos que circulan en las oficinas de la secretaría de Comercio muestran que hasta el momento el acuerdo con las empresas y los supermercados se cumple. Sin embargo, la inflación general sigue su camino ascendente. Desde fuentes oficiales se señaló que la inflación es un promedio donde también impactan servicios, productos frescos –sin acuerdos– y todos los artículos que se comercializan fuera de las grandes cadenas. Aunque ya hubo algunos intentos fallidos con las canastas de frutas y verduras, reconocen que por su forma de venta los productos frescos no permiten negociaciones y controles como en el caso de las empresas de consumo masivo.
La proyección oficial para febrero es que la inflación mensual de la canasta de supermercado sea de 3,8% y para alimentos y bebidas sin alcohol de 3,9% (tomando la pauta de 3,2% respecto a los precios promedio de enero). Hubo ciertos productos que tuvieron una pauta de aumento mayor, de hasta 9%, porque venían congelados desde noviembre. Pero si se toma la variación acumulada a febrero, son subas de 4,5% para la canasta de supermercados y de 4,7% para alimentos y bebidas, consignaron las fuentes.
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