Las preguntas que se hace el mercado sobre el préstamo de USD 1.000 millones que planea el Gobierno

En medio de un mar de conjeturas, los operadores siguen de cerca el precio del Global 2030, el bono que espera utilizar el ministerio de Economía para cerrar la operación

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El bono GD30D ayer subió
El bono GD30D ayer subió 0,2% a una paridad de 34,42% y acumula una baja de 8% en el mes. REUTERS/Ralph Orlowski

El Banco Central hizo una recompra menor de bonos, lo que equivale a una intervención menos rígida sobre los dólares financieros. El bono Global 2030 (GD30D) es el que le interesa a Sergio Massa, el ministro de Economía porque lo va a utilizar como garantía en la operación de REPO para conseguir USD 1.000 millones que alivien las reservas hasta que llegue abril.

El problema es que ayer el Banco Central vendió USDS 48 millones y febrero se encamina a terminar con alrededor de USD 850 millones de saldo negativo. En otras palabras, el REPO equivale a un mes de ventas de divisas en la plaza mayorista y lo paradójico es que, una parte de esas ventas, se deben a la recompra de bonos GD30D.

El bono ayer subió 0,2% a una paridad de 34,42% y acumula una baja de 8% en el mes, que lo deja lejos de 40% el nivel que debería alcanzar para hacer la operación que exige que se entreguen estos bonos por un plazo determinado y que se asegure un precio de recompra más elevado, que es el que define los intereses de la operación.

Para Salvador Vitelli, analista financiero y experto en agronegocios, “el REPO está dando mucho que hablar en el mercado. Si piden REPO al 10% anual para intervenir sobre los dólares financieros, sería un desatino de política económica porque ese dinero se le irá en un ratito y no solucionará el problema de las cotizaciones de los dólares financieros. Son todas conjeturas. En sí, la recompra de bonos no es mala, pero no estoy seguro de que ese sea ese el objetivo porque veo paridades inusuales que hacen dudar que la verdadera finalidad no sea intervenir en el mercado cambiario. No hay que olvidar que son dólares que necesitamos para cumplir con las metas de reservas acordadas con el FMI y estamos USD 2.500 millones debajo de la meta”.

Por otro lado, el mercado está inquieto por los rumores de controles sobre el precio de la carne. Los controles no están dando resultado. La inflación de enero que se conocerá hoy puede duplicar a la meta de 3% que se autoimpuso Massa. La inflación “core” (núcleo) de febrero, va camino a superar a la de enero y Massa no quiere que este mes se convierta en el peor de su gestión en cuanto a suba de precios. El “core” representa 70% de los precios que se miden en la Argentina.

Lo cierto es que con escasa intervención del Banco Central el dólar MEP subió $1 (+0,3%) a $355,27 y el contado con liquidación bajó $1,02 (-0,1%) a $370,81. El “blue” tuvo una tendencia más definida y aumentó $2 a $379.

El problema estuvo en la plaza mayorista. El dólar subió $1,13 a $ 192,65, porque se le suma la devaluación del peso de sábado y domingo. El Banco Central tuvo que vender USD 48 millones y acumula ventas en el año por USD 674 millones.

“Esto sucede porque ante la sequía el productor se guarda la mercadería y no hay liquidaciones en la plaza. Mirando las liquidaciones diarias del agro, estamos 47% abajo del promedio histórico y 77% menos del año pasado”, señaló Vitelli.

Los bonos de la deuda, en tanto, estuvieron estables y el riesgo país subió apenas 4 unidades (+0,2%) a 1.966 puntos básicos.

La Bolsa comenzó dubitativa y tuvo un gran final. Los inversores se expusieron más y los negocios alcanzaron a $4.644 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, avanzó 3,09% en pesos y 3,2% en dólares con subas de hasta 13,2% como sucedió con Agrometal y de 6,2% en Galicia.

Los negocios en ADRs -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- se redujeron a $4.612 millones y de una manera inusual estuvieron por debajo de lo que se operó en acciones. Acá se destacaron los bancos. Galicia aumentó 6,2% y BBVA, 5,6%.

Las expectativas ahora están puestas en la licitación de Bonos del Tesoro de mañana para cubrir $300 mil millones por el vencimiento de las Lecer y Lelite en febrero. La Secretaría de Finanzas quiere renovarlos con titulos similares que vencen en mayo y junio y un Bonte a Tasa Badlar que vence en noviembre de 2027. La zanahoria para este título, las Lecer y las Ledes, es que los bancos los podrán utilizar como encajes bancarios. Para los bancos, en medio de una elevada inflación, juega el costo financiero y si estiman que tienen una rentabilidad extra, los demandarán.

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