A tono con el “enfriamiento” que comenzaron a registrar los indicadores de actividad económica en el último tercio de 2022, el Ministerio de Trabajo comenzó a “analizar con mayor profundidad la demanda laboral”, y agregó en su Encuesta de Indicadores mensual (EIL) “la tasa de búsqueda y tasa de no cobertura de trabajadores por parte de las empresas privadas para cubrir los puestos vacantes”.
Se entiende por “tasa de búsqueda” a la relación entre la cantidad de puestos vacantes buscados durante el Encuesta de Indicadores Laborales 4 mes de referencia y la dotación de personal de las empresas en el mismo período. Por su parte, la “tasa de no cobertura” se define como la relación entre los puestos vacantes no cubiertos y los puestos vacantes buscados.
Del informe de la cartera a cargo de Claudio Moroni surge que “considerando la evolución de la tasa de búsqueda entre diciembre de 2007 y diciembre de 2022 que, aun mostrando oscilaciones relevantes, prevalece una tendencia descendente del indicador a lo largo de todo el período evaluado”.
Pero agrega: “A pesar de este diagnóstico general, las tasas de búsqueda observadas en los meses de diciembre de 2021 y 2022 se encuentran sustancialmente por arriba de las verificadas en el período 2018-2021. Por su parte, la tasa de no cobertura presenta un comportamiento similar a la tasa de búsqueda a lo largo de la serie disponible (a excepción de diciembre de 2008 y diciembre de 2009).
La tasa de búsqueda laboral por parte de las empresas cayó en diciembre a 2% de la nómina, la menor desde julio último
Sin embargo, en diciembre último, a tono con la baja estacional del 0,3% del empleo registrado en empresas de más de 10 personas ocupadas en condición de asalariados en el total de los aglomerados relevados declarados al Sistema Integrado Previsional Argentino, la tasa mencionada bajó a 2% de la nómina, la menor relación desde julio de 2021; y medio punto porcentual por debajo del promedio observado en los últimos 16 años.
El mayor declive relativo de la búsqueda de trabajadores en relación de dependencia se localizó en el segmento de los profesionales, a 0,7% de la nómina, desde una media de 1,9%; le siguió la de técnicos a 1%, la mitad del promedio de la serie, y en menor proporción en la franja de técnicos y personal no calificado.
Naturalmente, en línea con la menor tasa de búsqueda, la cartera laboral registró una clara disminución en la proporción de los puestos no cubiertos respecto de las posiciones a cubrir.
Se trató de una reacción consistente con el leve crecimiento que la EIL detectó en la tasa de salida -definida por la relación entre las desvinculaciones de personal y la dotación inicial- a 2,2% de la nómina del mes previo, un valor en el que oscila, con mínimas variaciones, desde julio de 2022; y comportamiento descendente de la tasa de entrada, se ubicó en 1,9 puntos porcentuales, también la proporción más baja desde julio de 2021, cuando aún la economía no había logrado contener plenamente la pandemia de Covid.19.
Además, la EIL dio cuenta de que en diciembre se registró la menor proporción de “empresas con altas solamente” -9,8% del total- de todo 2022, apenas superó en 4 décimas de punto porcentual a la detectada un año antes. En tanto, aumentó a 14,2% el universo de firmas con bajas únicamente, el registro más alto desde mayo último.
Del relevamiento oficial en el promedio de los 12 grandes aglomerados urbanos surgió que la causa dominante de ese comportamiento contractivo que surgió en las tasas de entrada y salida de personal fue el debilitamiento de la demanda interna de los bienes y servicios que producen.
Expectativas para el primer trimestre
Las expectativas netas de las empresas con relación a la contratación de personal para los próximos tres meses continúan siendo positivas (2,2% del total de las empresas relevadas), acumuló 23 meses de resultado neto expansivo de manera consecutiva.
No obstante, los sectores de actividad mantuvieron un comportamiento heterogéneo explicado, en parte, por la estacionalidad presente en construcción y el servicio de enseñanza público y privado, en el primer caso 3,4% y en el segundo 0,7%. Además, por las limitaciones que impusieron al proceso productivo el control de divisas para la importación de insumos básicos, la industria manufacturera presentó una variación negativa de 0,2%. Por el contrario, comercio, transporte y servicios financieros y a las empresas presentaron una suba de 0,3 por ciento.
El empleo en la franja de las empresas de entre 10 y 49 personas ocupadas acusó en diciembre una caída del 0,3 por ciento
“En el análisis interanual, todos los sectores presentan variaciones positivas. Se destaca el crecimiento interanual del empleo en la construcción 4,4% y en el comercio 2,6% de la nómina”, resalta la cartera laboral.
Por tamaño de empresa, según la cantidad de personal en relación de dependencia registrado, el empleo en la franja de las empresas de entre 10 y 49 personas ocupadas acusó en diciembre una caída del 0,3% respecto de la dotación declarada en noviembre. “No obstante, las empresas de este segmento acumulan un crecimiento de 18 meses consecutivos, a excepción de los meses de diciembre de 2021 y 2022 asociados a variaciones negativas estacionales”, aclara el informe de Trabajo.
En el segmento de 50 a 199 personas se verificó una reducción de 0,7%, en tanto que las de más de 200 no presentan variación, aunque mostraron un comportamiento oscilante en los últimos meses.
Y si bien en todos los tamaños de empresa persisten variaciones positivas en términos interanuales, se advierte como señal de alerta una clara desaceleración en el ritmo neto de contrataciones en el sector privado respecto de los meses previos, la cual proyecta acentuarse a partir del menor interés mostrado por las firmas para ampliar la nómina en el corto plazo.
Desde 2012 se observa una pérdida continua de participación de los asalariados privados sobre los puestos registrados totales, pasando del 55,9% al 48,1% actual (LCG)
La consultora LCG (Labour, Capital, Growth) destaca al respecto: “Desde 2012 se observa una pérdida continua de participación de los asalariados privados sobre los puestos registrados totales, pasando del 55,9% al 48,1% actual (bajó 7,6 puntos porcentuales). En este sentido, durante ese período, los asalariados del sector público pasaron de representar 23,3% del total en enero de 2012 al 26,1% en la actualidad (subió 2,6 pp), reflejándose la pérdida de peso de los sectores tradicionales sobre la generación de empleo en el país”.
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