La tecnología siempre es maravillosa, pero impacta mucho más cuando se desarrolla para asistir a personas con algún tipo de discapacidad. Ese es el caso de Procer, una firma cordobesa que nació en el bar de una universidad y hoy busca ganar posiciones en otros países de la región.
La compañía produce desde cero equipos que cuentan con la tecnología para asistir en la lectura a personas ciegas o con visión reducida. “Procer 3, nuestro equipo más reciente, tiene la apariencia de un celular, pero con bajo relieve en las teclas. Tiene diferentes formas de adquirir las imágenes y procesarlas para las personas no videntes”, explicó Manuel Díaz Ferreiro, CEO de la empresa.
“Una de las alternativas es usar un escáner de mano (su apariencia es similar a una plancha de pelo), que se puede pasar por una hoja o cualquier superficie que tenga texto”, puntualizó el empresario.
Una de las alternativas es usar un escáner de mano (su apariencia es similar a una plancha de pelo), que se puede pasar por una hoja o cualquier superficie que tenga texto (Díaz Ferreiro)
Otra opción para los usuarios es utilizar una cámara que se coloca en los lentes. “Pueden leer hacia adonde se apunten. Es algo muy útil para personas con media visión. También se puede poner en un anillo o buscar otras alternativas”, detalló Diaz Ferreiro.
Como complemento, se puede conectar el equipo a un pendrive o vincularlo a la nube para guardar información. “También se puede remarcar contenido importante, agregar comentario de voz o agregar texto. Se le puede dictar al dispositivo o hasta agregar al teclado”, contó el emprendedor.
De idea a perspectiva internacional
Todo el diseño y la parte de ingeniería se hace en Córdoba, luego se produce en una fábrica en China y se termina de ensamblar en Argentina.
La idea de desarrollar tecnología para personas con discapacidad visual nació en 2015, en el bar de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. Allí, Manuel Díaz Ferreiro, José Ribodino, Mariano Lescano y Julián Guerrero le dieron forma a un proyecto que poco tiempo después encontró apoyo estratégico y financiero.
“Siempre nos preguntamos cómo hacían para estudiar las personas que tienen discapacidad visual. Además, crear un proyecto con un fin social era algo que queríamos hacer para devolver parte de lo que la educación pública nos dio. Así nació Procer Tecnología Inclusiva”, subrayó Díaz Ferreiro.
Para encontrar el nicho y acercarse a las necesidades reales de los potenciales usuarios, los fundadores de la empresa hicieron una encuesta con personas con discapacidad visual. La idea gustó y el proyecto comenzó a tomar forma, pero el impulso para convertirse en negocio llegó tiempo después.
Procer fue la empresa ganadora de Naves Córdoba 2016 y de Naves Nacional. Se trata de un programa gestionado por IAE Business School y Banco Macro que se centra en la formación para emprendedores y pyme de todo el país.
Puerta de entrada
“Convocamos a emprendimientos, proyectos o empresas en marcha de todas las provincias para que muestren sus iniciativas a un grupo de jurados especializados y accedan a una serie de seminarios de formación. Luego, los ganadores acceden a un premio monetario, a formación gratuita en programas de la IAE, a horas de consultoría legal y a asesoramiento de parte de un mentor. Para participar tienen que venir al menos con una idea”, contó a Infobae Silvia Torres Carbonell, directora y profesora del Centro de Emprendedurismo de IAE Business School.
“El año pasado participaron más de 2.000 proyectos y emprendedores de 24 provincias. Los fundadores de Procer fueron uno de los finalistas ganadores del Naves Federal Córdoba. Luego fueron finalistas de Naves nacional, lo que les dio acceso a un año de mentoría por uno de los 40 jueces del programa”, dijo Carbonell.
Fue en ese punto que la empresa cordobesa logró hacer la diferencia. Es que el juez que fue mentor del proyecto, Eduardo Carrizo, se convirtió luego en inversor y propulsor de la iniciativa.
Cómo se vende y distribuye
La empresa cordobesa de tecnología ha contado con apoyo económico en sus diferentes etapas de desarrollo. Inicialmente, contó Díaz Ferreiro, consiguieron una inversión inicial a través del método crowdfunding (recaudación de fondos colaborativos).
Posteriormente Eduardo Carrizo invirtió USD 40.000, la provincia de Córdoba aportó otros USD 40.000 y recientemente la Municipalidad de Ciudad de Córdoba invirtió unos USD 100 mil más. “Hemos tenido suerte en términos de financiamiento”, resumió el empresario.
En el medio, una aceleradora de startups de Chile seleccionó a Procer para impulsar su desarrollo en la región. “Estamos vendiendo en Argentina y en Chile, pero la idea es llegar al resto de la región y también dar los primeros pasos en España. Ya hemos vendido algunas unidades en Europa”, reveló el empresario. En total, anualmente se comercializan unas 150 unidades al año.
Los equipos tienen un valor de mercado de $380.000, pero tanto en Argentina como en Chile son cubiertos en un 100% por las obras sociales. Además, dentro de unos días comienza una campaña que le permitirá acceder a un equipo de forma gratuita a los chicos con discapacidades visuales que se encuentren en la escuela secundaria.
El valor de los equipos, tanto en Argentina como en Chile, son cubiertos en un 100% por las obras sociales
La campaña está siendo llevada adelante por la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDis). La convocatoria estará vigente a partir del 10 de febrero hasta el 30 de marzo de 2023. Presentando certificado de alumno regular y certificado único de discapacidad (CUD) vigente, los alumnos recibirán gratuitamente un Procer 3.
“La Municipalidad de Córdoba también le va a dar el dispositivo de los chicos”, aclaró Manuel Díaz Ferreiro.
Toda la información sobre el funcionamiento de los equipos y las formas para acceder a la tecnología se encuentra disponible en la página web de Procer y en sus redes sociales (@procertecnología).
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