La Bolsa de Argentina subió en los negocios del viernes, con actividad alentada por compras en acciones de buena liquidez a modo de coberturas, en momentos en que las plazas externas operaban flojas ante dudas sobre el futuro económico mundial tras recientes comentarios de funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). En ese sentido, los indicadores de Wall Street terminaron mixtos: el Dow Jones subió 0,5%; el S&P 500, un 0,2%, y el tecnológico Nasdaq resignó un 0,6 por ciento.
El mercado accionario local viene de un fuerte rally alcista impulsado por tomas de posiciones entre papeles de buena liquidez y cotización externa (ADR) dada una creciente inflación y dudas económicas de corto y mediano plazo en un año en que se celebrarán elecciones presidenciales.
El índice accionario líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires mejoró un 0,7%, a 249.897 unidades al cierre, tras perder un 0,8% en la víspera y ganar un 4,5% en las tres primeras rondas de la semana.
“El Merval acumula más de un 20% de ganancia en lo que va del año, sin embargo el mercado local se encuentra en una zona de indefinición en el corto plazo”, dijo Mauro Natalucci, ejecutivo de Cuentas de Rava Bursátil.
Entre las acciones y ADR de compañías argentinas que son negociados en dólares en Wall Street se extendieron las alzas encabezadas por IRSA (+6%) y Transportadora Gas del Sur (+4,3%).
Por su parte, el representante de Fed de Richmond, Thomas Barkin, comentó que la estricta política monetaria está desacelerando “inequívocamente” la economía estadounidense, lo que permitirá a la entidad actuar de forma “más deliberada” en cualquier nueva subida de tasas.
Los bonos Globales de Argentina cayeron un 1,2% en promedio en Wall Street, mientras que el riesgo país de JP Morgan avanzaba 28 unidades para la Argentina, en los 1.962 puntos básicos.
Los agentes financieros coinciden que la pérdida constante de reservas del BCRA también hace complejo el escenario, ya que las posibilidades de cumplir con lo acordado ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) se alejan en las actuales circunstancias.
El Gobierno tiene el mayor programa activo con el FMI con un plan de facilidades extendidas por unos 44.000 millones de dólares, con un plan que contempla revisiones trimestrales.
Además los analistas estiman que la economía argentina cerrará el año con un alza de precios entre 95% y 100%, en línea con el arrastre que dejó el 2022, tasas tan elevadas que ponen en juego la rentabilidad real de los inversores.
“El gobierno nacional deberá enfrentar el año 2023 con profundas dificultades, la inflación está indomable, la tasa de interés deberá ser elevada y el tipo de cambio se utilizará como ancla para detener la suba de los precios”, resumió Salvador Di Stefano, economista y asesor de negocios.
Los operadores coinciden en que los inversores se mueven con prudencia también por la incertidumbre global, en un año que en lo político nacional tendrá elecciones presidenciales con puja por las candidaturas en el oficialismo y oposición.
“Es un mercado que se mueve con los síntomas propios y externos de cada día, porque los activos en pesos están baratos todavía frente al dólar, pero los riesgos que representa Argentina son altos y esto hace que prime la prudencia”, comentó a Reuters el analista privado Marcelo Rojas.
“Durante esta semana no hemos tenido demasiados datos económicos (a nivel global) que hagan mover a los mercados, pero los reportes de resultados empresariales han salido algo alentadores y eso compensa los temores que hay por una posible continuación de aumento de tipos de interés por parte de los principales bancos centrales”, afirmó Alexander Londoño, analista de ActivTrades.
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