Entre los múltiples tipos de cambio que pueblan el mercado financiero argentino en tiempos de rígidas regulaciones cambiarias, el dólar MEP hoy se destaca como la cotización más barata entre todas las accesibles, si se asume que el dólar oficial es prácticamente imposible de adquirir. Y en temporada alta de vacaciones, las personas que eligieron destinos fuera del país para su veraneo tienen ahora una difícil decisión respecto a qué dólar utilizar para hacer más baratos los gastos. Si el “dólar Qatar” castigado con un 100% de impuestos y retenciones o el “dólar Bolsa”, todavía algo opaco para el ahorrista minorista.
En este marco, Infobae trae 3 consejos para pagar los gastos en dólares de la tarjeta de crédito y alivianar el impacto en el bolsillo.
1. Siempre y cuando los gastos en dólares que se hayan realizado superen los USD 300, lo mejor es comprar dólar MEP y con esos fondos costear los gastos en dólares pendientes de pago.
Este dólar surge de la compra de bonos nominados en dólares utilizando pesos y su posterior venta, recibiendo dólares. La cotización actual es de $358, por debajo del dólar libre o “blue” ($377) y aún más lejos el dólar turista o “Qatar” ($393,02) tipo de cambio al que se los consumos en dólares en las tarjetas si se decide pagar en pesos.
2. Ahora bien, lo que aconseja Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios, es en primer lugar analizar las diferentes formas de acceder al dólar MEP.
“Lo más típico es transferir los pesos a la Alyc -la agencia que hará la operación donde hay que tener previamente abierta una cuenta llamada “comitente”- con eso comprar AL30 o GD30 y luego vender esos títulos en dólares; pero otra opción, aunque más difícil, es observar qué otro título público, obligación negociable o CEDEAR se puede comprar en pesos para vender en dólares, obteniendo un dólar MEP más conveniente”, dijo Domínguez.
“El problema con la segunda opción es que puede ser conveniente siempre y cuando el mercado cuente con el volumen necesario para comprar esos títulos, obligaciones o CEDEARS, hay que asegurarse que el mercado los comprará”, sentenció el especialista.
“Por último, y sólo para aquellas operaciones grandes, es decir superiores a los USD 5.000, es posible cerrar la transacción directamente con la mesa de la Alyc y conseguir una cotización más conveniente”, agregó Domínguez.
La compra de dólar MEP se puede hacer en sociedades de Bolsa (Alyc, en la jerga), en cuyo caso es necesario transferir los dólares al banco para poder contar con ellos. También muchos bancos permiten comprarlo directamente desde el homebanking, lo que hace más sencillo el proceso y ahorra transferencias, pero las comisiones pueden ser algo más altas.
3. El otro consejo para gastar menos, tal como explicó Domínguez, es hacer gastos con la tarjeta argentina en empresas del exterior, para que el gasto sea computado en dólares, “si el pago se realiza en pesos, se estarán cobrando todos los impuestos del dólar turista y terminará siendo más caro”, dijo.
Esto es porque si un consumo con tarjeta se hace en una línea aérea local o agencia de viajes argentina el gasto se va a cargar en la tarjeta en pesos, con todos los impuestos ya cargados. En ese caso, la opción de pagar con dólares MEP comprados especialmente desaparece. Si la compra, en cambio, se hace directamente con una empresa fuera del país, el gasto aparece en dólares y puede ser saldado en esa moneda.
“Otra opción que existe es pagar presencialmente en agencias de viajes o líneas aéreas con los dólares, lo que tiene un 5% de percepción no deja de ser conveniente. Sino, algunas permiten saldar con una transferencia en dólares, sin percepción”, agregó el tributarista.
4. Una opción para amantes de las finanzas.
Domínguez agrega una recomendación para los argentinos que hayan hecho gastos en el exterior. “La diferencia que resulte del dólar MEP y el turista -actualmente en $35,02 por cada dólar- puede reinvertirse en un plazo fijo UVA trimestral precancelable, al que se puede ir renovando”, dijo el especialista. Ese depósito, explicó, rinde en base a la evolución de la inflación más un 1% anual.
“Si surgen problemas pueden precancelar a los 30 días de cualquier etapa; si lo mantiene y va renovando va a poder utilizar los fondos generados en junio de 2024 para pagar impuestos o en octubre 2024 para lo que quiera según si es o no contribuyente. Este escenario sería mejor porque la actualización por UVA garantizaría el acompañamiento de la inflación, siempre que no se distorsionen las estadísticas del Indec y siga siendo confiable”, concluyó Domínguez.
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