Vaca Muerta: Economía busca en Brasil fondos para financiar un nuevo tramo del gasoducto

La secretaria de Energía viajará esta semana a Brasilia. Esperan que el BNDES financie la compra de los caños para la obra. Luego negociarán el mecanismo de financiación de importaciones

Flavia Royón iniciará esta semana las conversaciones con el Gobierno de Lula da Silva sobre la financiación de la extensión del gasoducto

El Gobierno iniciará esta semana las primeras conversaciones técnicas con el gabinete de Lula da Silva para avanzar sobre la agenda de tres temas que acordaron trabajar los ministros Sergio Massa y Fernando Haddad. La secretaria de Energía Flavia Royón viajará a Brasilia para buscar acuerdos sobre financiamiento del gasoducto que podría llevar gas de Vaca Muerta hacia las industrias del país vecino.

Para más adelante en febrero quedarán otros dos temas que habían surgido de esa mesa bilateral: la más urgente, que es la creación de un mecanismo para que el Banco do Brasil financie importaciones argentinas desde ese país para descomprimir la demanda de divisas del Banco Central, y una de mediano y largo plazo respecto a la puesta en funcionamiento de una moneda común para el comercio entre ambos países.

La primera etapa de esas negociaciones técnicas estará relacionada con el acuerdo para intentar que Brasil pueda contar con fluido de Vaca Muerta en su sistema de gasoductos, y poder reemplazar, con un precio menor, el gas proveniente en Bolivia, un país que registra declino en su nivel de producción en los últimos años. Es, de cierta forma, una moneda de cambio entre los dos países: así como la Argentina busca que el banco brasileño pueda actuar como garantía para las empresas exportadoras de ese país, la Casa Rosada ofrece gas más barato y en mayor volumen para, en un futuro, poder abastecer la demanda de la industria brasileña.

Respecto de la extensión del gasoducto, el tramo que podría llevar al fluido desde Vaca Muerta más allá de la frontera forma parte de los proyectos en paralelo que el Gobierno ya empieza a trabajar mientras espera que dentro de 135 días el tramo ya licitado y comenzado a construir pueda empezar a funcionar, un plazo considerado ambicioso por la duración habitual de una obra de esa naturaleza. Mientras, el equipo económico espera poder iniciar los procesos administrativos para extenderlo y que, así, el gas desde la formación hidrocarburífera neuquina tenga una cobertura y alcance mayores, para que redunde en un recorte de las necesidades de importación de energía.

Para la consultora Abeceb, que sigue de cerca la relación bilateral entre la Argentina y Brasil, un acuerdo sobre el gasoducto “es fundamental” para el país vecino “dado que podría significar abastecimiento seguro y barato de gas en comparación con las actuales compras que hace a Bolivia. Para toda la zona sur de Brasil y su potente industria es de importancia capital”, aseguró en un informe reciente.

“En 60-90 días comenzaría la construcción del segundo tramo del gasoducto, denominado Salliqueló-San Jerónimo, que permitirá abastecer de gas a parte del litoral argentino y garantizar el gas del norte argentino, y que a su vez genera las condiciones para enviar gas a Brasil a través de dos obras adicionales”, continuó.

El Gobierno espera tener terminado el gasoducto Néstor Kirchner dentro de 135 días

En ese sentido, recordó que “la Argentina ya tiene asegurado el financiamiento del segundo tramo a través de privados y la CAF. Pero también intervendrá el BNDES para financiar la compra de los caños a una empresa brasileña. A través de las condiciones que ofrecerá el BNDES la empresa brasileña podría desplazar a los competidores chinos”, mencionó. El valor estimado de esa financiación desde la entidad supera los USD 800 millones.

“Este proyecto tiene todas las chances de avanzar, dado que como usualmente ocurre con las grandes obras transformadores de infraestructura, genera un beneficio a todas las partes involucradas y a la competitividad regional. Además se entrecruza con el financiamiento de las exportaciones brasileñas, dado el gas argentino podría constituir una garantía segura de dichas operaciones”, concluyó Abeceb.

El viaje de Royón a la capital brasileña será el primero de varios. Habrá dos planos distintos en los que los equipos técnicos de los dos países sostendrán reuniones en las próximas semanas. Además del gasoducto, otra medida de impacto más cercano y directo en la relación bilateral y comercial entre la Argentina y Brasil: la puesta en marcha de un esquema de financiación de las importaciones desde el país vecino, por medio de un sistema de garantías bancarias que posponga el uso de dólares de las reservas.

En un segundo plano, como un objetivo menos urgente, quedó la discusión sobre la moneda común, que pase a ser usada como unidad de cambio en el comercio bilateral entre los dos países y que evite el paso por el dólar estadounidense. La meta más cercana contempla, al menos, poder pagar importaciones con reales. No implicaría dejar de usar los dólares sino aplazar ese uso por un año.

El marco normativo de ese esquema ya existe desde hace 15 años, aunque por distintas razones solo llegaron a representar una porción menor de las importaciones desde Brasil, lo que lleva como nombre Sistema de Pagos en Moneda Local (SML).

La consultora Abeceb estimó que menos del 10% de las operaciones con Brasil se realizan con ese sistema, que hoy es operado por los bancos centrales. La propuesta acordada entre Massa y Haddad implica que el Banco Nación argentino y al Banco do Brasil extiendan la financiación, principalmente, de la entidad brasileña a sus exportadores. El nuevo plazo sería de 366 días, lo cual aliviaría el uso de reservas del BCRA para el pago de compras de insumos, bienes y servicios desde Brasil y evitaría los plazos y cupos que otorga a cuentagotas el SIRA.

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