Las criptomonedas son un activo digital innovador que han experimentado un crecimiento monumental en los últimos tiempos debido a varios elementos que contribuyen a ello, entre ellos que algunos gobiernos hayan decidido darles una oportunidad como moneda de curso legal; no obstante, también han sufrido descalabros que han puesto en duda su viabilidad, como el más reciente episodio conocido como el “cripto crash” o “criptoinvierno”.
Pese a este panorama, cada vez más personas han empezado a adquirir criptodivisas para poder invertir en algo "seguro" y "fiable" tanto a corto como a largo plazo, a pesar de los niveles extremos de inestabilidad que sufre constantemente.
El 2023 tuvo un comienzo sólido para las criptomonedas. Según el informe de activos 2023 de Goldman Sachs, Bitcoin muestra el mejor rendimiento de 2023, superando a algunos de los activos más importantes del sector financiero, como el S&P 500, el oro, los bienes raíces e incluso el Nasdaq 100.
Los rendimientos absolutos no son un indicador definitivo de la rentabilidad, si no se toma en cuenta el riesgo asociado a la volatilidad. En la medición de Goldman Sachs se muestran también los rendimientos ajustados al riesgo, a través del cociente o ratio de Sharpe. La razón, o ratio de Sharpe, se calcula dividiendo la rentabilidad absoluta entre la volatilidad del activo en un período determinado.
Según Goldman Sachs, el Bitcoin aparecería casi cuatro veces más atractivo para el inversor que el Nasdaq 100, pese al riesgo de volatilidad de la criptomoneda
En ese caso, en 2023 la ratio de Sharpe de Bitcoin resultó la más elevada de los activos considerados, pese a la alta volatilidad de Bitcoin. Dicho resultado es posible, debido a la gran ventaja en rentabilidad absoluta que muestra Bitcoin en 2023, que llega al 40%, mientras que el resto de los activos muestran retornos de un solo dígito.
Es decir que pese a ser un activo de riesgo, Bitcoin tiene una ratio de Sharpe de 3,1, que es 150% mayor que el del oro y 72% mayor que la ratio de los bonos del Tesoro de los EEUU. Cuando la ratio de Sharpe de Bitcoin (3,1) se compara con el que corresponde al índice Nasdaq 100 (0,8), representativo de los activos de riesgo tradicionales, se constata que la ratio de Bitcoin es 287% mayor. Esto implica que para un inversor Bitcoin aparecería casi cuatro veces más atractivo, pese al riesgo, que Nasdaq 100.
Según algunos informes, el interés de los inversores por las criptomonedas se está renovando. ¿La mejor parte? En 2023, invertir en criptomonedas no se basará en el miedo a perderse de algo (conocido como FOMO entre los millennials, del inglés fear of missing out), sino que se enfocará en inversiones más inteligentes.
Bitcoin y otras monedas de las primeras generaciones fueron adoptadas por inversores tolerantes al riesgo y muchos otros hicieron del FOMO parte de su proceso de inversión. Pero este no es el escenario actual: en 2023 la cripto economía se basa en el valor real y los nuevos inversores de criptomonedas son reacios al riesgo, actúan con más cautela y conocimiento.
“Las personas ahora tienen la oportunidad de invertir en esta nueva generación de monedas que se basan en la transparencia, están respaldadas por activos y cumplen con normativas de seguridad, a medida que el mercado evoluciona de aquellas opciones con faltas de regulación como los meme tokens, cuya extrema volatilidad y falta de respaldo causaron el cripto invierno”, consideró Silvina Moschini, presidente de Unicoin.
“A medida que vayamos viendo más allá de nuestro FOMO, las monedas de las primeras generaciones perderán participación de mercado frente a las criptomonedas que ofrecen modelos comerciales más robustos, que previenen la volatilidad y cuentan con respaldo. Veremos nuevos líderes del mercado reemplazando a los actuales, al igual que Facebook reemplazó a MySpace y Google reemplazó a AltaVista”, agregó Moschini.
En este sentido, el Bitcoin es negociado este lunes a USD 23.100 por unidad, con un alza de 40% en lo que va del 2023.
La segunda moneda virtual más popular del mercado, Ethereum, cuyo valor se ubica en 1.644 dólares, acumula una ganancia de 29% en lo que va del año.
En 2022 las criptomonedas dejaron al descubierto que, por más que lo intenten, no pueden escapar del apetito especulador, luego de que el llamado “criptoinvierno” o “criptocrash” hundiera en los valores mínimos a varias monedas digitales como el bitcoin, ethereum y LUNA de Terra, situación que dejó en la ruina a muchos inversores.
Se le nombra “criptoinvierno” cuando los precios caen sorpresivamente y no se ve o pronostica ninguna mejoría en el próximo semestre.
Este último episodio fue impulsado por varios elementos: la inflación en el mundo y la propuesta de prohibir el uso y la extracción de estas en Rusia, actualmente en conflicto con Ucrania.
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