En una sesión mayorista con negocios por USD 227 millones en el segmento de contado (spot) el BCRA finalizó con ventas por USD 45 millones, en la novena rueda consecutiva con saldo negativo en el MULC. Desde el pasado 25 de enero -inclusive- ese saldo acumuló 475 millones de dólares.
Tras haber concluido el mes de enero con ventas netas en el MULC por USD 192 millones, según datos consolidados, la entidad monetaria mantiene en febrero un resultado negativo similar, de USD 192 millones por su intervención cambiaria en solo cuatro ruedas operativas.
Las reservas internacionales brutas del Banco Central disminuyeron en la última semana en unos USD 1.241 millones y finalizaron en 41.019 millones de dólares. En lo que va de 2023 las reservas cedieron unos 3.569 millones o un 8% respecto de los USD 44.588 millones del cierre de 2022.
“Las reservas se financian no pagando importaciones y solicitando adelanto de exportaciones; bien medidas son negativas, el peso no tiene respaldo. El Estado está esquilmando el sistema financiero. El sistema financiero está al servicio del Estado, y el Banco Central es una máquina de generar inflación. Los datos son irrefutables en un escenario en donde las reservas son cada vez más escasas”, evaluó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano.
“Esto implica que las reservas del Banco Central están financiadas por las postergaciones de pagos del comercio exterior y el adelanto de exportaciones, esto implica que el país no tiene crédito y no llegan inversiones extranjeras directas para engrosar las arcas del Banco Central”, acotó Di Stefano.
Los analistas de Invecq Consultora Económica recordaron que “en el cortísimo plazo el mayor riesgo es cambiario. Luego del dólar soja 2, la liquidación del agro cayó en picada: el complejo agroindustrial liquidó en enero USD 928 millones a un ritmo de USD 42 millones diarios (64% por debajo de los USD 116 millones promedio diarios de enero 2022). Incluso, el registro del mes pasado es históricamente bajo: fue prácticamente la mitad (-46%) de lo que –en promedio– aportó el agro mensualmente los primeros trimestres de los últimos 10 años”.
“Para peor, ante la expectativa de un posible dólar soja/maíz 3, la liquidación de los últimos 10 días fue de tan solo USD 212 millones. Simultáneamente el BCRA abasteció la demanda con ventas por USD 459 millones; demanda, por cierto, muy reprimida: las importaciones (base caja) desde que se impuso el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) cayeron un 18% respecto de los niveles previos del 2022. Estos factores, sumados a los pagos al FMI por casi USD 3.000 millones desde que comenzó el año y la recompra de deuda soberana, redujeron el stock de reservas netas a poco más de USD 4.300 M (métrica FMI)”, precisaron desde Invecq.
Los expertos de GMA Capital indicaron que “otra de las grietas que aparecen en la gestión de la política económica se vinculan al frente externo. Después de la fiesta del “dólar soja”, el inicio de 2023 trajo una resaca visible en la oferta de divisas. Durante el mes de enero ingresaron USD 928 millones de la agroexportación. Si ajustamos por la inflación estadounidense, se trata de la menor cifra de todos los eneros de los que se tenga registro”.
“Sin oferta de dólares suficiente por parte del campo, el Banco Central necesariamente cierra siempre sus jornadas como vendedor neto de divisas. Para tomar magnitud, la entidad monetaria terminó enero con ventas netas por USD 189 millones, tratándose así del peor registro para un enero desde 2014″, añadió el informe de GMA Capital.
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