Las exportaciones argentinas tuvieron un 2022 ambiguo: mejoraron mucho en términos de facturación, pero decrecieron en volumen. El resultado fue un volumen récord de exportaciones que dejó una señal de alerta ya que sólo fue posible gracias al salto extraordinario de los precios internacionales.
La Argentina exportó el año pasado un 2,3% menos en cantidades que en 2021, según informó el Indec. Aun así, las empresas exportadoras facturaron -en forma conjunta- un 13,5% más, alcanzando por primera vez los USD 88.446 millones. ¿Cómo fue posible? Gracias a un crecimiento atípico de los precios internacionales, que avanzaron un 16,2% en comparación al 2021.
Según precisó el Indec, la baja en volumen se concentró en los productos primarios (cayeron 2,8% en relación al 2021) y en las manufacturas de origen agropecuario (MOA), que se desplomaron 8,3% mientras que, al mismo tiempo, mejoraron 12,1% los envíos al exterior de “combustibles y energía” y crecieron 3% las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI).
En lo que respecta a los precios, todos los rubros crecieron con fuerza. De acuerdo al Indec, las transacciones internacionales de productos primarios se realizaron a un valor promedio 12,6% más alto que el de todo el 2021. La misma tendencia se dio en las MOI (12,3%), las MOA (16,8%) y de forma mucho más pronunciada en el rubro de “combustibles y energía”, cuyas operaciones se pactaron a un precio 43,7%) más alto que en el año anterior.
Qué productos se destacaron por las subas
Más allá de la división por grandes rubros, el Indec detalló en su último informe cuáles fueron los productos que más aumentaron de precio durante el 2022, empujando la facturación de las empresas.
Dentro de los productos primarios, lo que más subió de valor fueron los cereales, que se comercializaron a un precio promedio 16,2% más alto que el año anterior. También subieron de precio las semillas y frutos oleaginosos (10,6%) y los “pescados y mariscos sin elaborar” (1,7 por ciento).
En contrapartida, bajaron de precio las hortalizas (15,1% en comparación a 2021) y los minerales metalíferos (14,3 por ciento).
En lo que respecta a las manufacturas de origen agropecuario, las estadísticas demuestran que todos los productos comprendidos dentro de ese rubro subieron de precio durante el 2022. Las tres subas más pronunciadas se dieron en productos de molinería (25%), “grasas y aceites” (24,9%) y productos lácteos (17,4 por ciento).
En las manufacturas de origen industrial, fueron dos los productos que se destacaron por sus subas de precios: los químicos (33,7% de aumento) y los metales comunes, junto con sus manufacturas (24,4 por ciento).
No hay mayores precisiones dentro del rubro de “combustibles y energía”.
Lo llamativo, más allá de las subas de precios en sí, es que la mayoría de los productos que encabezaron los incrementos de los valores internacionales, Argentina cayó en términos de volumen o creció muy poco. Es decir que, si hubiera tenido mejor desempeño en los productos mencionados anteriormente, la facturación total hubiera sido aún mayor.
Se importó más y a mayor valor
Pese a las restricciones impuestas por el Gobierno, las importaciones crecieron con fuerza en 2022. De acuerdo a las estadísticas oficiales, entre enero y diciembre del año pasado Argentina ingresó al país un 11% más de bienes que en 2021.
Ese incremento, junto a una mejora del índice de precios del 16,3%, condujo a que el año pasado se destinaran USD 81.523 millones a ingresar insumos desde el exterior, lo que representó un aumento del 29% interanual.
Aun así, el saldo comercial fue positivo por USD 6.923 millones, pero la brecha a favor se acortó considerablemente en relación al año anterior, cuando el superávit fue de USD 14.751 millones.
En el caso de las importaciones, todos los grandes rubros registraron subas de sus índices de precios y solo uno (bienes intermedios) tuvo una caída en términos de volumen.
El gran condicionante del 2022 fue el rubro de “combustibles y lubricantes”. Cabe recordar, que Argentina debió destinar cientos de millones de dólares a la importación de combustibles debido a los faltantes que se produjeron durante los meses de invierno. Eso, en un contexto en el que el valor promedio subió 71,7%.
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