El equipo económico avanza en la negociación con varios bancos internacionales para conseguir un crédito a 2 años con una tasa de un dígito y define cuál será su aplicación. Fuentes del equipo de Sergio Massa indicaron a Infobae que “hay varios bancos con ofertas” para negociar una línea del tipo REPO con el gobierno argentino.
La idea, que surgió por primera vez apenas asumió Massa en agosto pasado, renació en las últimas semanas ante un año que será más complejo en términos financieros para el Gobierno por mayores pagos de la deuda y menores recursos disponibles por la sequía y la incertidumbre electoral. Además, la mejora en las paridades de los bonos de los últimos meses generó más esperanza entre los funcionarios sobre la posibilidad de acceder a este crédito internacional.
Sin embargo, fuentes ligadas a los bancos que negocian expresaron a Infobae sus reservas, al indicar que el enfrentamiento del Gobierno con la Corte Suprema y otros episodios de inestabilidad política complican las negociaciones técnicas para concretar este préstamo, que les resultaba atractivo si incluía la posibilidad de “calzarlo” con el pago de impuestos.
Con los valores actuales de los títulos soberanos argentinos, según las fuentes oficiales, se llegaría a garantizar unos USD 1.500 millones, una cifra nada desdeñable en un contexto difícil para las cuentas externas del país. De todos modos, Economía afirma que recibió cuatro ofertas por un total de 2.500 millones de dólares.
Las fuentes oficiales indicaron que se busca obtener un préstamo bancario a dos o tres años -pese al recambio electoral- y que las ofertas tienen una tasa de un dígito; se trata de un préstamo atado a la tasa SOFR, que reemplazó a la Libor a nivel internacional y que se ubica en torno del 4,3% anual. “Hay más de una oferta”, indicó el funcionario.
Las dos opciones que maneja el Gobierno si se concretara esta operación, son utilizar el REPO para la recompra de deuda o para fortalecer las reservas internacionales del Banco Central. En materia de deuda en dólares, el principal desafío de corto plazo es el pago del GD30, uno de los títulos elegidos para la recompra de la deuda pública.
De hecho, calificadas fuentes del sistema financiero y cercanas al Gobierno afirman que tres grandes bancos extranjeros con presencia en el país están interesados en la operación y otros tres que operan en Wall Street –Goldman Sachs, Bank of America y Deutsche Bank- participan de las conversaciones en forma paralela. “Es más factible pensar en un REPO a un año; lo que no le convence al Gobierno son aquellos bancos que ofrecen el REPO pero a la vez se desprenderán de la deuda en pesos, por lo que aportan una solución pero a la vez generan un problema en un año con fuertes vencimientos”, indicó la fuente.
Sin dólar soja, por ahora
Por otro lado, en el Palacio de Hacienda por ahora descartan el pedido del campo de reeditar por segunda vez el esquema del “dólar soja” en marzo, por el costo que genera en términos de emisión monetaria y el consecuente traslado a los tipos de cambio paralelos, más allá del beneficio de corto plazo que provocaron las primeras dos versiones de este dólar diferencial.
Si no hay tormentas de frente importantes, Economía buscará pasar el verano sin anabólicos, reconociendo que en el primer trimestre es posible que la intervención cambiaria sea negativa hasta que el campo no empiece con la liquidación fuerte entre abril y junio. “No está mal el panorama de las reservas para ser el inicio de un año electoral; es similar al 2015 y 2019, con un equilibrio inestable”, admitió la fuente oficial, atenta a las últimas palabras del Fondo Monetario Internacional (FMI), que reiteró la necesidad de cumplir con las metas del acuerdo para que la inflación y el dólar no se conviertan en un problema más relevante antes del cambio de Gobierno.
“Es muy importante que las metas de políticas del programa con el FMI se alcancen, tanto en el lado fiscal como el monetario, que ayudarán a anclar la inflación hacia adelante y estabilizar la economía del país”, indicó el economista jefe del Fondo, Pierre Olivier Gourinchas, al presentar las nuevas las previsiones económicas globales, en las que se ratificó una estimación de crecimiento del 2% para la Argentina este año.
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