El mercado bursátil marcó un antes y un después luego de que el Gobierno anunciara la recompra de deuda externa por USD 1.000 millones con el propósito anunciado de mejorar el perfil de los vencimientos en los próximos dos años
De todos modos, resultó visible que las dificultades macroeconómicas no amainaron por esta estrategia, con presiones inflacionarias que no ceden en 2023 y un fuerte gasto fiscal que se anticipa para un año con elecciones presidenciales.
Por eso fue lógico que en la plaza financiara se mantuviera un manto de cautela hacia el rumbo de corto y mediano plazo. Mientras que el riesgo país descendió unos 150 puntos básicos desde el anuncio de la operatoria por parte del ministro Sergio Massa, el miércoles 18 de enero, los bonos en dólares cristalizaron un excepcional “sprint” final en una secuencia alcista que se inició en octubre del año pasado.
Los bonos en dólares sostienen las ganancias ante la recompra oficial de deuda externa y las expectativas por una posible ampliación del programa
A la vez, los dólares alternativos que son negociados en la Bolsa a través de operaciones con bonos y acciones apenas hicieron una pausa en la senda ascendente de precios.
¿Cómo explican los analistas este comportamiento divergente de las variables?
“El anuncio de recompra de deuda realizada por el Gobierno es una medida que apunta a controlar los dólares financieros. Sin embargo, en el mediano plazo la medida luce insuficiente si los dólares usados en esas compras derivan en un mayor cepo que desplaza demanda hacia los dólares financieros”, estimó Roberto Geretto, economista de Fundcorp.
“Una de las posibilidades para utilizar los títulos recomprados sería la contratación de un préstamo garantizado conocido como REPO, que aportaría liquidez al Gobierno para financiar las necesidades de divisas a lo largo del año”, estimó la consultora Delphos Investment, en un reporte de mercado. “Para esto sería muy favorable que continúe la tendencia a la baja del riesgo país, lo que ayudaría a mejorar los términos financieros de esta operación”, destacó.
“Sólo se entendería aquel anuncio oficial como para favorecer futuros préstamos al mejorar las expectativas”, comentó VatNet Financial Research. ”La jugada oficial para levantar las expectativas financieras tuvo un éxito inicial que luego se fue diluyendo. De cualquier manera, alcanzó para reducir el riesgo país hacia alrededor de los 1.800 puntos”, agregó.
Los bonos en dólares tocaron un piso de precios en julio y en octubre de 2022: desde entonces rebotaron cerca de 70 por ciento
El riesgo país de Argentina rozó los 3.000 puntos básicos a finales de julio 2022, por lo tanto, este indicador de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de rendimiento entre los bonos del Tesoro de los EEUU y sus pares emergentes registra un descenso de unos 1.200 puntos o un 40% en siete meses. Ahora, en la zona de los 1.800 puntos, tendría que recortar no menos que otros 1.000 puntos básicos para que el Gobierno pueda colocar nueva deuda en dólares en los mercados voluntarios i internacionales.
“Entendemos que, dada la escasa cantidad de reservas netas, el poder de fuego oficial para levantar las paridades (de los bonos) es muy limitado. Esto queda en evidencia en las todavía elevadas probabilidades implícitas de default que aún persiguen a los Globales”, puntualizó por su parte GMA Capital Research. “El timing de esta medida es dudoso luego de que los bonos hayan escalado 70% durante el último trimestre”, acotó en un reporte a clientes.
En lo que va de enero, con el renovado impulso del anuncio de recompra de deuda efectuado por el ministro Sergio Massa, los bonos Globales rebotaron un 20% en promedio, con alzas de hasta 30% para los bonos con ley extranjera del tramo corto, el GD29 y el GD30. No obstante, los dólares negociados en la Bolsa, justamente a través de operaciones de compraventa de bonos que se pactan en simultáneo en moneda local y extranjera, no pudieron sostener la efímera tendencia bajista y desde la zona de los $330 regresaron a la línea de los 360 pesos.
“A pesar del rally que tuvieron los bonos argentinos -‘ralearon’ entre 60% y 80%-, las paridades de los bonos argentinos claramente están en niveles de default. Que un bono cotice en el entorno de USD 30, a pesar de que estuvo operando en USD 18 semanas atrás, sigue implicando una enorme probabilidad de default. Por lo tanto ese es otro problema que tenemos: no pareciera que la Argentina la vaya a tener fácil en su generación de dólares en los próximos años. Es un problema que probablemente el próximo Presidente va a tener que enfrentar ¿Otra vez se va a reestructurar la deuda argentina? Esa es otra pregunta que hay”, explicó Germán Fermo, Head of Strategy del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
Que un bono cotice en torno a USD 30, a pesar de que estuvo cotizando en USD 18 semanas atrás, sigue implicando una enorme probabilidad de default (Fermo)
“Hay dos centros fundamentales en el país: el centro dólar, que está en peligro, y el centro pesos, que está en peligro. Y en el medio hay 47 millones de argentinos que se están esperanzando a la espera de que el próximo presidente en un ratito toque un botón y este país vuelva a ser un país normal, cosa que es imposible. A la Argentina le va a llevar 30 años haciéndolo todo bien para tener un tipo de convergencia (con el desarrollo global). Por lo tanto, no me preocupan los shocks económicos que eventualmente le toquen a este país, me preocupa cómo va a transicionar Argentina de esto que hoy tenemos a nivel social respecto de lo que eventualmente tengamos con el próximo presidente. El argentino se frustra rápidamente y le baja el pulgar al que sigue rápidamente”, advirtió Germán Fermo.
“Las perspectivas a futuro también muestran claras señales de que la inflación continuará con valores elevados”, explicó IOL InvertirOnline. Los analistas de la plataforma señalaron que “hacia el futuro, las previsiones aún no son positivas a medida que no se logre anclar las expectativas, y que ciertas políticas monetarias como el aumento de los pasivos remunerados del BCRA tampoco asistirán para que esto ocurra”.
Un análisis de Portfolio Personal Inversiones describió que “lo que empezó de forma muy optimista se fue desinflando con el correr de las ruedas y el efecto del anuncio del programa de recompra de deuda quedó únicamente plasmado en el tramo más corto de la curva de rendimientos”.
“Los bonos en dólares amainaron su avance tan solo un día después del anuncio del programa de recompra. Más allá de los rumores que aparecen en la prensa de potenciales REPO, no hay ningún dato concreto respecto a un aumento en el poder de fuego para llevar a cabo una recompra significativa. Si estos rumores no se tornan reales es probable que el efecto inicial se vaya disipando. Si es así, es probable que los inversores busquen rotar dentro de la curva soberana para aprovechar el desempeño reciente de los títulos del tramo corto”, observaron desde Portfolio Personal.
La “macro” manda
Aunque es frecuente que los movimientos de precios del mercado bursátil se anticipen a los acontecimientos que le darán dirección a la economía real, los indicadores económicos son los que mandan. Y en este sentido, poco cambiaron los fundamentos: la inflación se mantiene cerca del 100% anual y en máximos desde 1990, la actividad se desacelera y amenaza con estancarse y el déficit fiscal en un año electoral profundizará los desequilibrios que lastran una recuperación.
La inflación de enero nos está dando parecido a diciembre, pero creo que en algún momento va a empezar a recalentarse (Spotorno)
“La inflación de enero nos está dando parecido a diciembre, pero creo que en algún momento va a empezar a recalentarse”, dijo Fausto Spotorno, economista Jefe de la consultora Ferreres & Asociados, en declaraciones radiales.
“Los números que estamos viendo alrededor de 5% puede dar 5% y algo en enero, atrás de eso hay una inflación núcleo manteniéndose en 5,5%”, estimó Spotorno, quien subrayó que “es clave cuánta emisión monetaria va a haber este año y cuánto ruido generarán las elecciones”.
“La recompra de bonos alivia futuros pagos, es cierto, pero en lo inmediato aumentan las exigencias de divisas en un momento de escasos recursos líquidos en las reservas del Banco Central. “Las últimas ruedas empiezan a arrojar un renovado drenaje de reservas, el cual era esperable tras el dólar soja 2 e incluso acentúa las preocupaciones ante un panorama por la sequía de una menor oferta de divisas”, aportó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
“Hay problemas por resolver y el más inmediato son las elecciones; lo que viene por delante es un escenario con candidatos moderados y se empieza a configurar un escenario similar al de 2015, y al mercado le va a gustar. Pero si domina la polarización, el mercado se va a asustar”, expresó Javier Casabal, estratega de Renta Fija de Adcap Grupo Financiero.
En materia de reservas, un informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA) resaltó que “para los próximos meses, la industria enfrenta una serie de desafíos. En particular, se destaca la escasez de algunos insumos para la producción, situación que se viene registrando desde hace varios meses como consecuencia de las restricciones a las importaciones”.
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