Comienza una semana complicada porque se afirmaron los dólares financieros

La suba de las cotizaciones mete presión sobre los precios y el tipo de cambio oficial. La renovación de la deuda en pesos a corto plazo se asemeja a un ascensor al que cada vez se sube más gente

Guardar

Nuevo

Pesce y Massa en Washington. Los dólares se imprimen allí, no en la Argentina, que cada vez debe más bonos en pesos ajustados por inflación o vinculados a la moneda norteamericana
Pesce y Massa en Washington. Los dólares se imprimen allí, no en la Argentina, que cada vez debe más bonos en pesos ajustados por inflación o vinculados a la moneda norteamericana

Lo que se avecina no va a ser fácil de resolver para el Ministerio de Economía, porque si bien consiguió renovar la deuda del Tesoro de enero, los vencimientos fueron postergados a muy corto plazo. La imagen de la deuda es como un ascensor que en cada piso va incorporando gente y los ocupantes saben que en pocos pisos más no tendrán capacidad para todos los que deseen subir.

Febrero y marzo no son insalvables, porque están por debajo del billón de pesos. Pero las renovaciones de esos dos meses se sumarán a las recargadas de abril que suman casi $2,5 billones y a las de julio que roza los $3 billones.

La proximidad de las PASO hace imposible pensar que los privados se van a arriesgar a renovar la deuda para que le caiga al próximo Gobierno. Todos tratarán de salvar la mayor cantidad de ropa que puedan y el Banco Central deberá auxiliar al Tesoro con emisión.

La deuda interna en pesos es la Trampa 22, como se denomina a las situaciones cuyas soluciones son todas negativas, pues de la emisión deriva la inflación. El aumento de los alimentos de enero, de hasta dos dígitos en algunos casos, hará que el mes tenga una inflación cercana o mayor al 6%, que puede reavivarse en los meses siguientes imponiendo más presión sobre el tipo de cambio. De hecho, se está hablando de un plan soja 3 para evitar una devaluación.

Vencimientos en serie

“El resultado de la licitación del viernes fue bueno porque se consiguió una renovación de los vencimientos de 210% pero pagando una tasa de máxima de 113,64% contra 112,7% de la anterior licitación. Lo único que consiguieron es patear los vencimientos. El único financiamiento estuvo dado por las Letras de Descuento (LEDES), porque fracasó el bono para los importadores, que los cubre de una devaluación, al que solo le entraron $638 millones. Las mayores ofertas estuvieron en las LEDES de abril y junio y muy poco en mayo. Estos perfiles de vencimientos nos da que estaríamos teniendo vencimientos promedio de $1,2 billones mensuales.

Martín Guzmán en su última licitación de bonos en pesos, el 28 de junio de 2022, días antes de renunciar y dejar una agenda de vencimientos envenenada
Martín Guzmán en su última licitación de bonos en pesos, el 28 de junio de 2022, días antes de renunciar y dejar una agenda de vencimientos envenenada

Si se toma el promedio hasta setiembre, el promedio sube a $1,6 billones mensuales. Vamos a tener un problema de cara al futuro y vamos a ver cómo se las ingenia el Ministerio de Economía para renovarla”, señaló el analista financiero y experto en agronegocios, Salvador Vitelli.

La aceleración de los dólares alternativos, además, jaquea la estrategia oficial de mantener el actual ritmo de devaluación.

En su informe diario el analista Andrés Reschini destacó que quedaron afuera de la licitación $226 millones que la Secretaría de Finanzas rechazó porque pedían tasas más altas. Estos pesos serán necesarios más adelante por el perfil de vencimientos. Por otra parte, advirtió que, por la brecha, la sequía y temporada baja de exportaciones, en dos semanas se resignaron USD 375 millones y el saldo neto fue negativo en USD 75 millones, el más bajo den los últimos 5 años para esta fecha. La aceleración de los dólares alternativos, además, jaquea la estrategia oficial de mantener este ritmo de devaluación.

Impacto cambiario

El impacto en el mercado cambiario fue innegable. Compraron todo lo que pudieron del bono GD30D pagándolo con dólares de las reservas. El Banco Central siembra órdenes fijas camufladas en las pantallas y llevan lo que les den. Se notó un movimiento grande al final de la rueda. En los últimos 20 minutos derrumbaron en $4 el MEP y $1 el contado con liquidación.

Una pila de pesos
(Foto: Franco Fafasuli)
Una pila de pesos (Foto: Franco Fafasuli)

El MEP terminó en $352,78 apenas 58 centavos por encima del jueves y el contado con liquidación subió $1, a 370,69 pesos. “Cuando el contado con liquidación se acercó a $370 salieron sobre el cierre a vender fuerte en pesos, mientras colocaban órdenes de compra de 10 millones de bonos por USD 3,7 millones y 1 millón de bonos en contado con liqui por USD 358 mil para sostener la paridad y lograr una caída temporal de esos dólares financieros. Ya no pueden bajar al dólar como antes. El Gobierno siente la presión del dólar financiero e implora porque estas lluvias mejoren la cosecha para que aumente el ingreso de divisas”, señaló el trader Esteban Monte.

El “blue” a todo esto siguió en alza y cerró $1 arriba a 386 pesos. El dólar mayorista mantuvo su ritmo de devaluación y aumentó 30 centavos a $185,63. El Banco Central volvió a ser vendedor y se deshizo de USD 26 millones. Las reservas bajaron 12 millones a 42.260 millones pero esta semana se verán afectadas por pagos al FMI por USD 674 millones y algunas erogaciones extras como las de las letras de Mendoza por USD 94 millones.

“Vamos a ver esta semana al Banco Central vendedor desprendiéndose de lo que acumuló por el dólar soja hasta que ingresen los dólares frescos del agro”, señaló Vitelli.

Seguir leyendo:

Guardar

Nuevo