¿Vivir en un palacete centenario?: estos son los 4 petit hoteles porteños más costosos

Quedan pocos en pie en Buenos Aires y se tratan de inmuebles que son el fiel testigo de una época dorada para las familias de la aristocracia argentina hace más de un siglo. Actualmente hay más de 100 petit hoteles en venta en la ciudad, los cuales se levantaron en la Belle Époque.

Perduran y muchos están siendo rescatadas para formar parte de nuevos proyectos de viviendas, oficinas o locales comerciales. Se tratan de construcciones señoriales de más de 6 ambientes, superan los 400 metros cuadrados con terminaciones finas y muy cotizadas que en su mayoría se culminaron con materiales nobles e importados. El diseño arquitectónico tuvo su auge entre las décadas del ‘20 y ‘30 del siglo XX, y emergió del talento de arquitectos, urbanistas y artistas franceses que trasladaron su impronta al mundo.

La mayoría tienen protección patrimonial del gobierno porteño y quienes trazan emprendimientos deben conservar fachadas originales y edificar sobre la construcción existente ganando metros cuadrados aéreos o laterales.

Algunos no tuvieron suerte y fueron derribados hace más de 20 años para dar a luz a nuevos proyectos inmobiliarios. Otros se reconvirtieron en espacios laborales, centros de salud o de capacitación.

También está presente el estilo Art Déco en varias construcciones ubicadas en los barrios tradicionales como Recoleta, Retiro, Montserrat, San Telmo, entre otros. A continuación se brinda una lista de 4 inmuebles de este tipo que se encuentran entre los más cotizados de los que se venden en distintos portales especializados de Buenos Aires.

Tiene 972 metros cuadrados, con 14 ambientes, 8 dormitorios y 3 baños. Está en el barrio de Retiro y se trata del Petit Hotel porteño más angosto, con un frente de 6,23 metros. Está catalogado de Patrimonio Histórico muy original por su fachada de estilo Liberty milanés, con toques de Art Noveau francés.

Fue levantado en 1908 por el arquitecto italiano Bernardo Milli y remata en una cúpula estilo Segundo Imperio (también llamado estilo Napoleón III porque nació en Francia bajo el reinado de este monarca), con una aplicación de hierro forjado.

Allí funciona un Centro de Neurociencias cuyo propietario es Javier Barros, quien adquirió la propiedad en 2018 y recicló su interior de acuerdo con las necesidades de esta entidad, pero respetando, valorizando y restaurando en algunos casos las características originales de la propiedad. La renovación fue realizada con mucho cuidado preservando materiales originales del inmueble que desde afuera parece como una “casa de muñecas” de principios del siglo XX.

“Esta propiedad es única en nuestra ciudad, su funcionamiento es impecable, dando la posibilidad de establecer centros de salud, embajadas; atelier para arte y entidades gubernamentales o inclusive puede volver a ser utilizada como en su inicio: como casa de familia formada por varios integrantes”, dijo a Infobae Mariluz Suibourn, especialista del mercado inmobiliario premium.

Cuenta con 4 niveles y posee 2 accesos desde la calle. Se ingresa por puertas de hierro a una recepción similar con un palacio. Tiene un subsuelo donde funcionaban las dependencias de servicio. En la recepción se encuentra una imponente escalera de roble, ascensor jaula de época que fue puesto en funcionamiento y conservado tal cual desde su inauguración.

Suibourn, dijo que “por los datos que están en la escritura del inmueble fue la familia Meneguzzi quien mandó a construir esta obra como vivienda particular. Fue habitado por ellos hasta 1990 y luego se vendió a Osvaldo Victorino Filipponi quien instaló un centro odontológico, hasta que finalmente lo adquirió Barros”.

Los ambientes están hechos con pisos de roble de Eslavonia, boiserie en las paredes y molduras decorativas en los techos, todos en perfecto estado de conservación. Aberturas en su estado natural. Vitraux en algunos de sus techos y paredes que le otorgan un estilo único que remite a otros tiempos donde eran usuales para agregarle deco de buen gusto al inmueble.

Cuenta con dos auditorios para 50 personas, 8 consultorios (que se utilizaban como dormitorios cuando fue una residencia), 3 baños, 4 toilettes, cocina, comedor y living comedor.

Tiene 482 m2, 12 Ambientes, 8 dormitorios y 6 baños. Está en el barrio de Recoleta y en los últimos años había dejado de ser un inmueble residencial, pero puede volver a serlo.

La propiedad está distribuida en planta baja con 3 locales y tres pisos. También cuenta con ascensor. Dispone de una amplia terraza con parrilla, plantas y bien iluminada, algo que se privilegia mucho en esta época del año.

Mario Guajardo, experto del sector inmobiliario premium, dijo a Infobae que es una propiedad de estilo francés racionalista, con cristales biselados (acabado decorativo que se aplica en vidrios y espejos, se realizan en la cara del vidrio de forma oblicua al contorno. Su apariencia es similar con la de un prisma) y originales en toda la vivienda. Los pisos son de roble de Eslavonia con una antigüedad de más de 80 años.

Este Petit Hotel fue habitado, entre otros, por la creadora y ex presidenta de la exposición Casa FOA, Mercedes Malbrán de Campos Menéndez Behety; después fue reciclado y allí residió el arquitecto Rafael Chiarantano (conocido por decorar y diseñar viviendas de famosos como Graciela Borges, Mirtha Legrand, Susana Giménez y Teté Coustarot), y en los últimos años lo alquilaron Laboratorios Roche y recientemente la fintech Sesocio.

Todas las las carpinterías son de madera y sus cristales biselados con detalles de herrajes originales en bronce traídos desde Francia.

“Se conservó su estilo original, salvo sus 7 baños que han sido decorados con refinado gusto y materiales de primer nivel. La cocina también se recicló a nuevo con diseño moderno e isla. Las obras de renovación incluyeron el re cambio de instalaciones sanitarias, de electricidad con tableros funcionales, se reemplazaron cañerías cloacales y pluviales por completo”, dijo Guajardo.

La vivienda posee 12 equipos de aire acondicionados frío-calor. Otros detalles de calidad se encuentran en la escalera de mármol de carrara. En la terraza que incluye fuentes de agua y según se supo allí se realizaron importantes eventos. Todo el frente está iluminado y por las noches es una atracción del barrio.

También se ofrecen el alquiler y se ofrece actualmente en USD 3.000 mensuales.

“Por como es la propiedad, es ideal para un estudio de arquitectura, constructora, para centro médico, estética-belleza, decoración, consulado, empresa de primera marca u hotel boutique. Hay que aclarar que es apta para construir 3 pisos más”, amplió Guajardo.

Tiene 601 m2, 7 ambientes, 5 dormitorios, 3 baños y 2 cocheras. Es una construcción centenaria ubicada en Belgrano R.

Es una propiedad que fue reciclada y que posee una característica única: como parte de la remodelación se agregó acceso a una terraza con piso de deck que antes no existía. Este espacio cuenta con una vista impresionante de la zona, ofreciendo una perspectiva única sobre las casas de Belgrano R y vistas panorámicas de la cima de los árboles de tipa sobre la avenida Melián. Tiene un pequeño jardín trasero con piscina in-out climatizada de 12 metros con cerramiento levadizo.

Lucas Jooris, especialista del mercado inmobiliario premium, destacó que hay un determinado público que elige este tipo de viviendas. “Las personas que buscan un Petit Hotel lo hacen por su carácter histórico y encanto único. Los techos altos y los detalles arquitectónicos diferenciales hacen de cada rincón de la propiedad una obra de arte en sí misma. Pueden ser utilizadas tanto para fines comerciales, como también de residencia para aquellos que buscan impresionar a sus invitados y disfrutan de ser anfitriones”, aseguró.

La propiedad tiene pisos de mármol de carrara originales en planta baja, pisos de roble de Eslavonia con marquetería original en la recepción, y piso de pinotea en dormitorios. Además, tiene molduras originales con guirnaldas de flores y hojas en paredes y techos. La renovación estética se adaptó en baños y cocina de manera armoniosa al estilo y diseño histórico original.

Desafortunadamente, no se dispone de información sobre el constructor o los propietarios originales de la casa. “Sin embargo, antes de su remodelación actual, la propiedad se encontraba en un estado deteriorado. Durante la remodelación se buscó mejorar su valor y se hizo un gran esfuerzo por preservar sus características edilicias. Una de las mayores reformas se hizo en el subsuelo, donde se transformó el espacio original de la cocina y el servicio, para crear una piscina climatizada in-out y trasladar la cocina al primer piso, donde se encuentran los demás espacios sociales”, detalló Jooris.

Al entrar a la construcción se encuentra un jardín frontal con una escalera de mármol que lleva a un gran hall doble de recepción. El hall de recepción tiene una decoración elegante y detalles históricos preservados, como molduras en paredes y techos. Una vez dentro, se encuentra el comedor al frente, con un hogar para disfrutar en las noches frías. Tiene family room con salida al patio trasero y la cocina con vista abierta que combinan la estética histórica con la comodidad y funcionalidad.

Jooris, amplió que “al subir al primer piso se encuentra con un espacio imponente, un techo vidriado con una gran cúpula portante de vitraux original, que permite la entrada de luz natural y crea un ambiente luminoso. Este detalle arquitectónico es un ejemplo del esfuerzo que se hizo en preservar características históricas y al mismo tiempo modernizarlas”.

Tiene 507 m2, 7 ambientes, 5 dormitorios (hoy son oficinas), 3 baños y 2 cocheras. Está en el barrio de Balvanera y su construcción data de 1908 pero hace tiempo que es empleado en el mercado inmobiliario corporativo. Su fachada fue reciclada por completo.

Como allí funciona una empresa la disposición de los ambientes cambió completamente en comparación con la original edificación que nació como vivienda.

Verónica Tapia, especialista del mercado inmobiliario, dijo que la edificación mantuvo su estilo clásico pero fue modernizada y se reemplazaron algunos materiales en 2015. “Se restauró el edificio completamente en sus pisos superiores. Consta de 5 niveles, subsuelo, planta baja, 3 niveles y terraza. A todos los pisos se accede por lo que originalmente era el área de circulación del servicio. Un montacarga llega desde planta baja hasta el subsuelo (o sótano) que actualmente funciona como depósito”, aseguró.

Se mantuvieron todas las aberturas de pinotea originales y principalmente se restauró completamente la escalera de roble de Eslavonia que unen el primero y segundo piso. Se utilizaron porcelanatos en tonos pasteles para los pisos en donde no se pudo rescatar la pinotea original y varias paredes fueron cubiertas con cemento alisado y plastificado con patinas.

“En el segundo piso se modificó un pequeño patio, haciéndolo completamente de vidrio para que aporte luminosidad a la planta libre y genere un jardín de invierno que provee además contacto con la naturaleza de las plantas y piedras que lo decoran. Finalmente, la fachada se restauró completamente y se recubrió con revestimiento acrílico de color terracota para destacar todas las figuras y relieves originales. Para aportarle un toque de modernidad y proveer de luz natural el interior, se realizó una columna central instalada de manera trasversal”, precisó a Natalia Donchenko, asesora que trabaja en el sector inmobiliario.

Sus ambientes son altos de piso a techo con paredes sólidas. El contraste de lo antiguo, bien cuidado, combinado con lo moderno lo hacen confortable.

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