El nivel de inflación de la Argentina es tan alto que distorsiona el índice Big Mac

Así lo reconoce The Economist, que publica el índice desde 1986. Al tipo de cambio oficial, la hamburguesa (sola, no en combo) ya supera el precio del área del euro, es 14% más cara que en el Reino Unidos, 20% más que en Brasil y 69% más que en Japón

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La inflación mundial, y especialmente la inflación argentina, está distorsionando el “Índice Big Mac” que desde 1986 publica The Economist.

Según la última revisión, el precio promedio del Big Mac (solo, no en combo) en la Argentina ($980, según un relevamiento en 4 ciudades del país), convertido a dólares al tipo de cambio oficial de $182,84, el valor del día en que se hicieron los cálculos para enero 2023, arroja que la hamburguesa cuesta en la Argentina 5,31 dólares, apenas por debajo de los USD 5,36 que cuesta en EEUU, pero 0,8% superior al precio promedio del mismo sandwich en el área del euro, 13,7% más caro que en el Reino Unido, 19,6% más que en Brasil, 69% más que en Japón (uno de los países históricamente más caros del mundo para comer), y más del doble de lo que el Big Mac cuesta en la India.

La imagen que encabeza el artículo de la revista británica
La imagen que encabeza el artículo de la revista británica

El Big Mac, dice la revista británica es básicamente una amalgama de lo que cuestan el alquiler de locales, la electricidad y la mano de obra, así como la carne, el pan y el queso con que se elabora el sandwich, de modo muy similar en todo el mundo. De lo que resulta que su precio es un indicador de presiones inflacionarias más amplias y permite comparar precios y tipos de cambio entre países.

Inflaciones

En EEUU, por caso, el precio del Big Mac aumentó 6% en los últimos dos años, hasta llegar a los USD 5,36 actuales. Cuando eso ocurre, explica la revista, según la teoría de paridad de poder adquisitivo desasarrollada por el economista sueco Gustav Cassel en que se basa el índice, el valor de la moneda del país debe caer, para evitar que sus precios (en este caso, el del tradicional sandwhich de la cadena de los arcos dorados) queden desalineados con los de los demás países del mundo.

Si Argentina y Brasil fueran hacia una unión monetaria, al tipo de cambio actual la Argentina sería casi 20% más cara, al menos juzgando por la hamburguesa

Sin embargo, en los últimos dos años el valor del dólar respecto a las demás divisas aumentó, en vez de caer, porque muchos de los socios comerciales de EEUU también volvieron a tener inflación, en algunos casos incluso más altas. En el mismo período el precio del Big Mac aumentó 14% en el área del euro y 15% en el Reino Unido. La combinación de inflación y dólar más caro hace que los precios en EEUU queden desalineados con los del resto del mundo. Por caso, enumera el artículo, hace dos años el precio del Big Mac era 26% más barato en Japón que en EEUU. Ahora, es 40% más barato.

Fuera de serie

Un caso extraordinario, prosigue el artículo, es la Argentina, donde el precio del peso cayó fuertemente contra el dólar, pero los precios aumentaron más aún, al punto de que hoy el precio del Big Mac, al tipo de cambio oficial es más caro que hace dos años y mucho más caro que en Brasil. “Si los dos países fueran hacia una unión monetaria, al tipo de cambio actual la Argentina sería casi 20% más cara, al menos juzgando por la hamburguesa”, dice The Economist, que en otra nota en la misma edición califica de “bizarra” la reciente idea de Alberto Fernández y Lula da Silva de crear una moneda común entre ambos países.

A estar del índice Big Mac, el peso argentino estaría así 1% subvaluado respecto del dólar. Esto es, el peso debería valer más y el dólar ser más barato ($ 182,84 en vez de $184,7 según los valores al momento del relevamiento), conclusión a contramano de lo que ocurre con la economía argentina, en que el dólar escasea, el gobierno administra las importaciones a cuentagotas y varios sectores claman por un dólar diferencial (más alto) que emule las dos versiones del “dólar soja” que Economía concedió para lograr atenuar, al menos temporalmente, la escasez de divisas.

Se reitera así la paradoja de julio de 2022, cuando según la anterior actualización del famoso índice el peso argentino estaba “subvaluado” 11% respecto del dólar, pero en la misma edición The Economist incluía un estudio sobre las “53 economías emergentes frágiles” que mostraba a la Argentina en el Top 10 de países con más chances de incurrir en una nueva crisis de deuda, a contramano de su supuesta “moneda fuerte”.

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