El Ministerio de Economía enfrenta hoy la última licitación de deuda en pesos del mes, en una operación en la que no se prevén dificultades dado el monto relativamente bajo de vencimientos. El Tesoro licitará tres Ledes, a abril, mayo y junio, además del bono para importadores que debutó a fin del año pasado, para refinanciar un vencimiento de $107.000 millones, que se calcula concentrado mayoritariamente en manos privadas ($99.000 millones).
“El cronograma de deuda en pesos no descansa. Tras el episodio anterior, no creemos que esta licitación represente un obstáculo significativo”, sostuvo el equipo de research de PPI en su último análisis de perspectivas semanales. Con todo, el mercado da por descontado una suba de tasas, al tiempo que la concentración de vencimientos en los meses previos a las elecciones sigue siendo el principal foco de tensión.
“Vemos con preocupación cómo continúa empinándose el perfil de vencimientos en el segundo y tercer trimestre del año. En ese lapso vencen, en promedio, 1% del PBI -equivalente a $2,5 billones- por mes”, alertó la consultora Equilibra, lo mismo que los analistas de Aurum que sostuvieron que “seguiremos viendo un volumen extremadamente alto de vencimientos en poder de privados para el segundo trimestre”.
La concentración de vencimientos no sólo antes de octubre sino el nivel de participación privada es lo que, en un contexto en el que la inflación vuelve a dar señales de presión alcista, hace prever un aumento de las tasas de interés que deberá convalidar Economía para retener a los inversores.
“En esta licitación el Tesoro aspira a recaudar un piso de unos 70.000 millones de pesos mediante una oferta concentrada en instrumentos a tasa fija con tasas de corte por encima del 110% tasa efectiva anual (TEA) en licitaciones anteriores”, puntualizó Delphos Investment en su informe diario a los clientes.
La licitación de hoy es la continuación del cronograma financiero tras el canje para postergar los compromisos de pago del primer trimestre que se implementó en los primeros días del año. A mediados de mes, la secretaría de Finanzas renovó $350.000 millones y obtuvo $65.000 millones adicionales, lo cual le otorgó algo de oxígeno y despejó de posibles complicaciones la operación de este viernes. “El Tesoro comienza el año con un financiamiento neto positivo de $64.132 millones, lo que implica una tasa de refinanciamiento del 118%”, anunció en ese momento el secretario del área, Eduardo Setti.
En esa oportunidad, el abanico de instrumentos ofrecidos estuvo conformado por siete títulos: se emitió una LELITE con vencimiento el 17 de febrero de 2023 exclusiva para fondos comunes de Inversión y se reabrieron dos letras a descuento (S28A3 y S31Y3) con vencimiento el 28 de abril y el 31 de mayo del 2023, respectivamente, y una letra ajustable por CER (X19Y3) con vencimiento el 19 de mayo del 2023.
Estos instrumentos -aclaró Economía- integran el programa de Creadores de Mercado. Por otro lado, hubo una reapertura del bono TB27P con vencimiento el 27 de noviembre de 2027, y el nacimiento de una nueva letra vinculada a la cotización del dólar estadounidense con vencimiento el 31 de octubre de 2023. Por último, se reabrió el (T3V3), con vencimiento el 28 de abril de 2023, exclusivamente para los importadores.
“Del total del financiamiento obtenido, el 71% estuvo representado por instrumentos a tasa fija, el 8% a tasa variable, y el 21% restante a instrumentos ajustados: el 19% por CER y el 81% por el tipo de cambio”, detalló Economía al difundir los resultados, que confirmaron la percepción del mercado respecto del escaso margen oficial para extender vencimientos. “El mercado seguirá corto”, anticiparon los entendidos.
Seguir leyendo: