Las tasas de interés en pesos tienen al mercado financiero alterado. Dos recientes retoques del Banco Central que intentaron frenar a los dólares financieros subiendo el rendimiento que pagan los pases pasivos, instrumentos de cortísimo plazo, dejaron un desajuste en la estructura de tasas que enoja a los bancos y promete cambiar las preferencias de los inversores. Por la incomodidad que genera en las mesas de operaciones, además, genera especulaciones respecto a que la tasa de referencia que se mantiene estable en 75% desde septiembre y que determina el rendimiento de los plazos fijos pueda sufrir otra suba en el corto plazo.
En menos de una semana la entidad conducida por Miguel Pesce hizo dos cambios a la estructura de tasas. El 18 de enero, día en que el ministro de Economía Sergio Massa anunció la recompra de bonos en dólares orientada a controlar al dólar MEP y al contado con liquidación, la autoridad monetaria acompañó con una suba de 2 puntos porcentuales para la tasa de pases pasivos a un día, del 70% al 72%. El lunes último, volvió a fijar una suba de tasa de pases pasivos, pero exclusiva para fondos comunes de inversión: el avance fue de 14 puntos porcentuales y llevó al rendimiento que obtienen esos vehículos de inversión al 68,4 por ciento nominal anual.
Aunque parezcan detalles oscuros del sistema financiero, en el mercado esperan un movimiento de dimensiones considerables como resultado de estos retoques. Sobre todo por el último, ya que los fondos comunes de inversión captan hoy miles de millones de pesos de empresas e individuos que buscan moderar el impacto de la inflación en sus cajas. Y esos fondos son, además, algunos de los principales depositantes de los bancos (colocan en plazos fijos y cuentas remuneradas).
Al subir al 68,5% el rendimiento que obtienen por colocar pases en el Banco Central, los fondos perfectamente podrían decidir retirar depósitos del sistema financiero en forma masiva. Hay unos $3,5 billones en juego.
“Los bancos perderán muchos depósitos y mucha rentabilidad. Actualmente las entidades financieras se financiaban barato con los fondos comunes de inversión de mercado de dinero y ganaban un spread colocándose a 1 día en el Banco Central”, analizó un informe de la consultora 1816.
“Hay entidades más afectadas por la medida de hoy (cuyo fondeo vía cuentas remuneradas y plazos fijos de fondos comunes de inversión explicamás del 50% de sus depósitos privados) y entidades cuyo negocio no se modifica. En el agregado las remuneradas de fondos comunes explicaban el 12% de los depósitos privados en pesos y los plazos fijos otro 8% (20% en total) (...) Son $3,5 billones, entre remuneradas y plazos fijos”, detalló el análisis privado.
“Queda flotando en el aire la sensación de que una suba de la tasa de Leliq queda pendiente para terminar de apuntalar la contención de los dólares financieros” (PPI)
Ese retiro de depósitos que temen los bancos podría hacer perder muchas de sus ganancias a las entidades financieras. Y para el sistema en general, implicaría que varios billones de depósitos más o menos estables pasarán a estar colocados a un día -pendientes de renovación diaria- en fondos comunes de inversión de cortísimo plazo. Para algunos, una potencial fuente de inestabilidad.
Los retoques de tasa decididos por el Banco Central achicaron la diferencia entre pases pasivos y Leliq, la tasa de referencia, a sólo 3 puntos porcentuales. Antes era de 5 puntos. Es algo que en la autoridad monetaria consideran transitorio, pero no aclaran si es transitorio porque en breve se van a bajar esos rendimientos, con riesgo de echar nafta a los dólares paralelos, o si es porque se necesita subir la tasa de referencia por encima del 75% actual.
“Queda flotando en el aire la sensación de que una suba de la tasa de Leliq queda pendiente para terminar de apuntalar la contención de los dólares financieros”, analizó un reporte de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
“Es cierto que con esta suba en los rendimientos de corto plazo mejora sustancialmente la tasa promedio de los depósitos de la economía, pero, al mismo tiempo, desaparece el incentivo por ir más largo (o se recorta el castigo de estar corto). Constituir un plazo fijo a 30 días a 75% de tasa nominal anual para un minorista o, mucho más, a 69% para un mayorista ya no es tentador como lo era antes dada semejante reducción de spread entre plazos”, señaló el mismo análisis que, ante la pérdida de rentabilidad de los bancos, alertó sobre otro riesgo: el de que las entidades ya no financien las colocaciones de deuda en pesos del Tesoro.
Plazos fijos
La posibilidad de que el Banco Central se vea forzado a una nueva suba de la tasa de referencia pone en el foco el rendimiento de los plazos fijos, que ha venido siguiendo al que pagan las Leliq. Hoy, los plazos fijos minoristas pagan 75% nominal anual, un rendimiento del 6,16% mensual que tiene chances de ganarle a registros de inflación que por ahora se mantienen en torno al 5 por ciento. Un ajuste de tasas de Leliq para alinear los rendimientos del mercado podría subir aún más ese rendimiento esperado de una de las vías de ahorro más populares del país.
En el mientras tanto, la decisión de qué hacer con los pesos se volvió algo más difícil para los ahorristas minoristas que suelen recurrir al plazo fijo. Esto es porque si bien el 6,16% de rendimiento mensual es relativamente atractivo, con un dólar libre volátil y precios nunca del todo predecibles el riesgo de dejar dinero quieto 30 días crece.
La suba de tasas de corto plazo hace que los fondos comunes de inversión de manejo de liquidez (en el mercado se los llama money market, de mercado de dinero, de plazo fijo o “T+0″) aparezcan como una alternativa muy conveniente. Aún con un rendimiento algo menor.
La última suba de tasas decidida por el Banco Central lleva al rendimiento nominal anual de uno de esos fondos comunes a algo menos del 70% y en torno al 5,5% en 30 días. Es, claro, menos que un plazo fijo pero a diferencia de esos depósitos bancarios la disponibilidad del dinero es inmediata. Se puede colocar por un solo día, por 10 o por el plazo que se le antoje al ahorrista, ya que puede tener su dinero haciendo tasa y retirarlo en cualquier día hábil de 10 a 16 horas.
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