Tras un debut prometedor, cuyo impacto comenzó a diluirse con el correr de los días, el plan de recompra de bonos en dólares anunciado la semana pasada por el ministro de Economía, Sergio Massa, comienza a bajar su intensidad al mismo tiempo que los inversores advierten que los precios los títulos están cerca de su techo, al menos por ahora.
Con operaciones por USD 100 millones o incluso por encima durante las primeras ruedas después del anuncio, la intervención oficial menguó drásticamente esta semana a niveles por debajo de los USD 50 millones diarios. Incluso, analistas del mercado calcularon ayer en torno a los USD 30 millones la participación del Banco Central, que también intervino sobre el final de la rueda en la cotización del dolar MEP.
Desde el equipo económico admiten que, tras un inicio fuerte, son cada vez más bajas las órdenes de compra que el Tesoro le envía al Banco Central y anticipan, ahora, que el programa no consumirá en su totalidad. Es que, según consideraron, el mecanismo “funcionó” y aunque las cotizaciones de los dólares financieros no retrocedieron, tampoco se dispararon. “El plan dio resultados, creemos que funcionó y se logró contener la suba del dólar financiero”, aseguró un funcionario quien descartó que el programa se lleve a cabo en su totalidad: “No se van a usar los USD 1.000 millones, lo más probable es que ni cerca de ese monto”.
De todos modos, aun con un ritmo muchísimo más bajo desde que arrancó esta semana, los cálculos que se comparten entre operadores y analistas indican que al menos 35% de esa cifra ya fue consumida. En cualquier caso, hay coincidencia en que tiene menos sentido seguir volcando mayores montos. “Se notó que estuvieron menos presente y es lógico porque el spread es cada vez más chico”, aportó una fuente del mercado quien no descartó que, en definitiva, “tienen que desandar la idea”, en parte también por las serias repercusiones que está generando la investigación respecto a los movimientos en los días previos al anuncio, en el que se operaron volúmenes récord para los bonos involucrados, además del inusual salto en la tasa de las cauciones en dólares, que se ubicó en el récord 20% anual.
En cualquier caso, si bien nadie imagina que el Banco Central deje de vender bonos en dólares “contra pesos” para enfriar el dólar financiero, el plan de recompra apenas lograría sostener las paridades pero ya no impulsar una nueva baja considerable del riesgo país.
“El plan dio resultados, creemos que funcionó y se logró contener la suba del dólar financiero”, aseguró un funcionario quien descartó que el programa se lleve a cabo en su totalidad: “No se van a usar los USD 1.000 millones, lo más probable es que ni cerca de ese monto”
“Lo que empezó de forma muy optimista se fue desinflando con el correr de las ruedas y el efecto del anuncio del programa de recompra de deuda quedó únicamente plasmado en el tramo más corto de la curva de rendimientos”, sostuvo un informe reciente de Portfolio Personal Inversiones (PPI), que advirtió que de no concretarse los trascendidos respecto de una operación de Repos para aumentar el poder de fuego, “Si estos rumores no se tornan reales, es probable que el efecto inicial se vaya disipando. Si es así, es probable que los inversores busquen rotar dentro de la curva soberana para aprovechar el desempeño reciente de los títulos del tramo corto”, anticipó el reporte. En otras palabras, los inversores se desprenderían de los bonos para hacerse la diferencia gracias a la suba obtenida, sin esperar que tomen nuevo impulso al alza.
El punto puede resultar un desafío para Massa, ya que si bien las ofertas para avanzar en la operación de crédito están firmes, lo cierto que lucen lejos de materializarse en corto plazo. “Las ofertas están y desde hace tiempo pero hay muchos detalles que traban la negociación. No sólo la tasa sino la paridad a la que se computan los bonos, que tienen un alta volatilidad”, se sinceró una fuente al tanto de esas negociaciones.
Seguir leyendo: