Con bastante demora y de manera poco ortodoxa, el gobierno de Venezuela informó que 2022 cerró con una inflación del 234 %, con una baja sustancial respecto de dato oficial del 686% del 2021 y de las mediciones independientes.
De todos modos, mantuvo el primer puesto en la región, arriba de la Argentina y muy por encima del promedio del resto de la región, que se ubicó cerca del 8% anual. Pero mientras entre 2021 y 2022 la inflación venezolana bajó a menos de la mitad (tanto en la medición oficial como en las privadas), en la Argentina casi se duplicó, al saltar del 50,9% al 94,8 por ciento.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, dio a conocer el dato, luego de dos meses de silencio del Banco Central de Venezuela, que aún no difundió las cifras de noviembre y diciembre en su página web; la última corresponde a octubre, con una suba del 6,2 por ciento y del 119% acumulado desde enero.
Pese a que Venezuela conservó con este dato oficial el liderazgo en materia inflacionaria de América latina, la cifra representa una mejora respecto de los años previos; cabe recordar que en 2018 subió hasta 130.000 por ciento.
“Cerramos el año 2022 con un 234 % (de inflación). Es un aspecto que para nosotros es fundamental en la agenda social, porque sabemos cómo los procesos inflacionarios impactan directamente en la vida de los pueblos”, dijo la funcionaria del gobierno dictatorial de Nicolás Maduro durante un encuentro con empresarios de Turquía y Venezuela, en Caracas, según las agencias internacionales. En cambio, la funcionaria no brindó detalles sobre los datos mensuales de noviembre y diciembre.
En cambio, el Observatorio Venezolano de Finanzas -un ente independiente conformado por expertos económicos-, informó que el país que se encuentra en una situación de crisis humanitaria finalizó 2022 con una inflación de 305,7 %, una cifra que también refleja una reducción en comparación con 2021, cuando llegó al 660%, según sus propias estimaciones.
En 2022 la inflación oficial fue inferior a la devaluación del bolívar tanto en el mercado oficial (275%) como la del paralelo (293%).
Cabe recordar que Venezuela dejó atrás temporalmente en diciembre de 2021 una hiperinflación en la que entró en 2017, que provocó una reducción al mínimo del valor de su moneda, el bolívar, y elevó la pobreza por encima del 90 por ciento, según las estimaciones privadas.
El OVF advirtió que las “pronunciadas aceleraciones de la inflación que se vienen registrando desde septiembre de 2022, pueden” poner a la economía del país “ante el peligro de un rebrote hiperinflacionario, que está tomando fuerza con la sostenida devaluación del bolívar”.
José Guerra, economista del OVF, dijo a Infobae desde Caracas que “el país está cerca del 50% de inflación mensual, que es la definición clásica de hiperinflación, porque se aceleró mucho la devaluación del bolívar, al punto tal que el Banco Central casi no interviene porque se quedó sin reservas, luego de varios meses de un promedio del 3 o 4 por ciento mensual a principios del 2022″.
El economista aclaró que los datos oficiales, que no se publican desde octubre en la página del Banco Central de Venezuela, no son confiables, porque “la institución, que hasta 2012 fue un modelo y muchos argentinos trabajaron acá, fue vaciada de recursos humanos de calidad y, además, ahora hay un uso político de las cifras: solo se difunden cuando la inflación es baja, aunque el acuerdo de Venezuela con el FMI afirma que deben publicarse todos los meses”.
El FMI considera que la demora de Venezuela en proveer datos se relaciona con su fuerte deterioro institucional; el organismo que conduce Kristalina Georgieva tiene una postura tensa con el gobierno de Maduro, que fue el único en la región que no recibió asistencia del organismo en la región cuando se repartieron fondos destinados a atender la emergencia del Covid. En Washington afirman que la comunidad internacional, representada por la mayoría del poder de voto total de los miembros del FMI, no ha legitimado en forma completa al régimen de Maduro.
Los otros países
Luego de la Argentina, que informó una inflación del 5,1% en diciembre y del 94,8% en el año, Cuba quedó tercera en la región con un 40% anual reportado hasta octubre pasado. Entre los otros países, dos registraron deflación del 0,2% en diciembre: Paraguay (8,1% en todo 2022) y Uruguay (8,2%); Bolivia y Ecuador tuvieron aumentos apenas del 0,1% el mes último y del 3,1% en todo 2022 en ambos casos; a su vez, Perú informó que registró una tasa del 0,7% el último mes del 2022 y 6,4% en los 12 meses del año pasado, mientras que en Colombia hubo inflación del 1,2% en diciembre y del 13,1% en todo el año.
En tanto, Brasil experimentó una suba de los precios 0,7% en diciembre y del 5,9% en todo 2022 (mientras que el dato de la primera quincena de enero de 2023 fue del 0,5%); en tanto, en México fue del 0,3% en diciembre y el 7,8% en 2022. De este modo, el promedio anual de la región fue del 8% el año pasado, frente al 95% de la Argentina.
Para 2023, se prevé una inflación superior al 200% en Venezuela, del 99,7% en la Argentina según el REM -aunque el Gobierno estimó 60%-; luego, siguen 7,3% en Uruguay, 6,4% en Colombia, 5,1% en Chile, 4,9% en Brasil y México, 4,6% en Paraguay, 3,9% en Perú, 2,6% en Bolivia y 2,1% en Ecuador, según Latinfocus. De este modo, Venezuela y la Argentina mantendrán su triste liderazgo en materia de precios otro año más.
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