La Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil pidieron a los presidentes Alberto Fernández y Lula da Silva “mejorar la competitividad e integración” entre los dos países y reclamaron “estabilidad macroeconómica”.
Además, elogiaron la posibilidad de un esquema nuevo de monedas como una “herramienta a corto plazo”, también reclamaron eliminar “barreras comerciales” y ampliar el comercio del Mercosur hacia otros bloques, entre ellos la concreción de un acuerdo con la Unión Europea.
En una declaración conjunta hecha por las dos entidades fabriles y a la que tuvo acceso Infobae, la UIA que conduce Daniel Funes de Rioja y la CNI, presidida por Robson Braga de Andrade criticaron “todo accionar que atente contra el normal desempeño del Estado de Derecho, respetando la división de los poderes y la plena vigencia de los derechos y garantías constitucionales en nuestros países”, en medio del avance del proceso del Gobierno contra la Corte Suprema de Justicia.
Las dos asociaciones empresarias enumeraron una serie de puntos que marcaron como prioridad para la relación comercial entre la Argentina y Brasil. “Consideramos fundamental un entendimiento entre Argentina y Brasil para diseñar -en forma inmediata y pragmática- una estrategia conjunta de acciones que revitalicen la agenda de integración bilateral y regional con una visión de inserción global y desarrollo de la producción y la industria”.
Los ejes del documento
Entre los puntos que sostuvieron como prioritarios, están:
-Estabilidad del crecimiento económico: “Los desequilibrios macroeconómicos y el cambio en la orientación de políticas dificultan tener un horitzonte de planificación, derivan en una baja de la inversión, la actividad económica, reducción del comercio, mayor desempleo y pobreza”.
En ese plano, la UIA y la CNI aseguraron que será necesario “expandir las exportaciones”. “La ampliación del sistema de monedas locales (SML) en el comercio bilateral puede ser una herramienta de corto plazo que permita avanzar en esta dirección”.
-Abastecimiento energético: “Es primordial la puesta en marcha de mejoras de infraestructura y conectividad, donde la industria tiene un rol clave en la concreción de las botas que permitan el desarrollo energéticos y la agregación local de valor”, menciona la declaración conjunta.
Entre los sectores que señalaron con potencial de crecer por este motivo mencionaron la alimenticia, farmacéutica, automotriz, química y petroquímica, plástica, metalmecánica, textiles, y también mencionaron al sector aeronáutico y de defensa.
-Barreras comerciales: la declaración de la UIA y la CNI apuntaron, además, que “todavía persisten diversas medidas restrictivas y licenciamientos entre ambos países que no sólo perjudican el comercio bilateral y el acceso a bienes e insumos sino también inviabilizan la integración productiva entre nuestros países”. En ese plano, cuestionaron la existencia de una “creciente gama de reglamentaciones”.
-Ampliación del Mercosur: las dos entidades señalaron la “relevancia de la concreción del Acuerdo Unión Europea - Mercosur que genere beneficios y términos equilibrados para todas las partes, con el objetivo de profundizar la alianza política y comercial entre ambos bloques”.
Hubo también otras repercusiones empresarias. “Brasil es un socio estratégico para la industria en general, y el sector metalúrgico en particular. Las exportaciones al país vecino representan aproximadamente el 30% del total de las ventas metalúrgicas totales de nuestro país” señaló por su parte Orlando Castellani, presidente de Adimra.
Y agregó: “El contexto mundial plantea múltiples desafíos pero también enormes oportunidades. Para ello debemos seguir impulsando la articulación público privada entre ambos países para seguir fortaleciendo el intercambio comercial con una mirada de bloque integral y sustentable al mundo”.
Entre los ejecutivos presentes se pudieron ver, además de los nombrados, al presidente de YPF, Pablo González, a Hugo Eurnekian (CGC), el presidente de la Cámara de la Construcción Gustavo Weiss, José Luis Manzano y Martín Cabrales, entre otros.
El presidente Alberto Fernández dijo en la apertura de ese panel que “la tarea es generar condiciones para que alguien invierta y dé trabajo. Hacerlo en soledad es difícil, es fácil si conciliamos acuerdos, si vemos lo que somos capaces de hacer si nos unimos”.
“Esperamos poder hacer un gran foro de empresas argentinas y brasileñas. Siento que estamos viviendo un momento histórico. Es posible porque en Brasil gobierna alguien que cree en la integración y que Argentina y Brasil tienen mucho para dar juntos”, cerró.
Por su lado, Lula da Silva aseguró que la relación entre los dos países “vuelve a su normalidad”. “Brasil estaba aislado, no hablaba con nadie ni nadie quería hablar con Brasil. En 2003 el comercio bilateral era de 7.000 millones de dólares, cuando dejé la presidencia llegaba los 39.000 milones de dólares”, dijo.
“Hoy tenemos solo la mitad de ese nivel. Brasil tiene la responsabilidad de apalancar las relaciones económicas y políticas en la región. No podemos perder más tiempo, tenemos que recuperar el tiempo que se perdió”, concluyó.
Los anuncios de Massa
Por último, Sergio Massa habló de tres ejes centrales. “Hay un primer paso, de un largo camino que debemos recorrer en el camino de una moneda común con invitación o otros países de la región para encontrar un instrumento para profundizar el comercio entre ambos países y dentro de la región pero que tenga el reflejo del Producto Bruto de cada país en términos de participación, de cada moneda y que no significa resignar, sino un instrumento común comercial que refleje la potencia del producto bruto de la región”.
“En el último año ha comerciado más de 600 mil millones de dólares y ha tenido resultado positivo por más de 80 mil millones de dólares y eso reflejado en un instrumento de comercio le puede dar libertad a nuestras empresas en términos de comercio bilateral pero también relación comercial con otros bloques económicos”, mencionó el ministro.
“En segundo lugar, Argentina tiene un acuerdo de monedas que junto con Brasil administran los bancos centrales, que tuvo un objetivo similar al que buscamos hoy, no quedar atados a los shocks externos que puedan tener el dólar, el euro o los yuanes. O situaciones de guerra como la que nos tocó vivir en los últimos doce meses”, continuó.
“Ese acuerdo de monedas tenía el objetivo central de que el comercio se de en un sistema de arbitraje. Comenzó pero no cumplió su función. Pretendemos poner en marcha, respetando la independencia”, siguió el ministro. “Buscamos mecanismos de arbitraje con plazos mas largos”, apuntó Massa.
Además de la cuestión de la integración energética a través del gasoducto de Vaca Muerta, Massa mencionó que firmarán un acuerdo entre el Banco do Brasil y el Banco Nación “con un esquema de garantías, el monto lo va a anunciar Brasil para acelerar el proceso de abastecimiento de Brasil a la Argentina y de Argentina a empresas brasileñas. Eso implica la eliminación de la incertidumbre”.
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