El ENRE aseguró que no va a aceptar los aumentos que pidieron las distribuidoras de electricidad

En el comienzo de la Audiencia Pública para la suba de tarifas de electricidad, el interventor del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), Walter Martello, aseguró que las distribuidoras de energía eléctrica que operan en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano no obtendrán los porcentajes de aumentos que demandan dentro del proceso de adecuación transitoria de las tarifas. Y que estos porcentajes, que serán determinados por el Gobierno, estarán por debajo de la inflación.

“A las empresas distribuidoras le repetimos que no van a obtener la tarifa que piden; van a obtener la tarifa que los usuarios puedan pagar en el actual contexto económico y social y que contribuya a la disminución del índice inflacionario. El ordenamiento tarifario no puede ir por un carril diferente que los demás precios”, señaló Martello en referencia a Edenor y Edesur.

También anticipó que se analiza realizar una nueva audiencia publica en el cuatro trimestre de este año. “Nuestro interés está en la economía real, en que las tarifas sean asequibles para los usuarios y que abonar el servicio no implique un esfuerzo excesivo, que las familias no deban resignar consumos básicos para pagar las tarifas”, dijo.

Luego, Martello respondió a declaraciones realizadas por Francesco Starace, CEO de Enel, el grupo italiano que es dueño de Edesur y que anunció su intención de dejar de operar en el país. El CEO había señalado que la Argentina tiene la regulación “más bizarra” del mundo. “Creemos que lo extravagante es pretender tarifas del primer mundo ofreciendo un servicio del tercer mundo; resulta bizarro no poder gestionar y hacer funcionar un negocio sobre un mercado no competitivo, con usuarios cautivos y sin la opción de optar por un servicio alternativo. Si esto se produjera, se quedarían sin ningún cliente”, destacó el interventor del ENRE.

A su turno, las empresas distribuidoras presentaron informes donde señalaron que el servicio de distribución de energía eléctrica -que ofrece Edenor y Edesur- es solo uno de los componentes del precio final de la factura que reciben los usuarios, donde también se incluye el precio de la energía, el transporte y los impuestos. Con todo, remarcaron que la distribución no recibe subsidios del Estado y, sin embargo, obtuvo en los últimos años aumentos menores que el resto, por debajo de la inflación, de los ajustes de otros servicios y de los salarios.

También aseguraron que los ingresos por tarifas no les pemiten cubrir sus costos, que no distribuyen dividendos hace años y que los subsidios estatales solo llegan a las empresas distribuidoras, que pudieron distribuir dividendos entre sus accionistas durante el año pasado.

En la audiencia pública que se realiza este lunes en forma online, se discute el aumento del valor agregado de distribución (VAD), a través del cual se remunera a las empresas distribuidoras de energía eléctrica que operan en el AMBA: Edenor y Edesur.

Federico Mendez, gerente de Planeamiento de Edenor detalló que del total de la factura que llega a los usuarios, Edenor solo recibe un 20%, mientras que el sector de generación de energía recibe el 56%, un porcentaje que fue aumentando en los últimos años. “Los aumentos de los últimos años, especialmente en 2022 producto de la quita de subsidios, incrementaron las facturas pero tuvo como destino a la generación y productores de gas”, destacó.

Según la presentación de la empresa, Edenor solo incremento sus precios en 8% durante el año pasado, mientras las empresas de generación recibieron un incremento del 69% para los sectores residenciales de ingresos medios y bajos y de 285% para los clientes residenciales del Nivel 1 (de mayores ingresos).

Edenor recibió incrementos de 31% en los últimos 4 años, mientras que otros servicios reciben tarifas actualizadas y dolarizadas como la generación y los combustibles, remarcó el ejecutivo. Y luego señaló que mientas la inflación en el GBA fue de 95,2% en 2022, el impacto que tuvo el incremento de edenor en ese índice fue de 0,02%. “Esta situación no se puede sostener en el tiempo, necesitamos volver a una situación de equilibrio con adecuación de tarifas”, dijo.

Las pérdidas de la empresa, de acuerdo a las cifras presentadas este lunes, fueron de $35.446 millones en 2021 y de $18.107 en los primeros 9 meses de 2022. “No creemos justo que tengamos un tratamiento tan distinto y con esta rentabilidad para accionistas que apuestan a invertir en el país. En comparación con el resto del país, en algunas provincias se paga hasta tres veces lo que paga los cliente de Edenor”, remarcó.

“Estamos frente a la oportunidad de corrregir estos desajustes. Si nada cambia, los ingresos de Edenor no van a ser suficientes para cumplir con todas sus obligaciones. Nos comprometemos a realizar las inversiones pero los ingresos no van a alcanzar para las compras de energía y los impuestos”, dijo.

En ese caso, la empresa pidió al ENRE un requerimiento de $205.760 millones para cubrir el déficit de 2023 y continuar con inversiones para la mejora en el servicio. El aumento demandado por la empresa implica que el 80% de los clientes residenciales, en promedio, paguen una factura de $2.757 mensuales.

Por su parte, Jorge Lemos, gerente de Regulación de Edesur, destacó que el Gobierno viene postergando hace tres años la realización de la revisión tarifaria integral (RTI) por la que se debe establecer la tarifa a cobrar por las empresas. “Nos encontramos en un regímen de obligaciones sin su correspondiente retribución. A pesar del casi congelamiento que sufrieron los ingresos de Edesur entre 2020 y 2022 invertimos endeudando fuerte a la compañía”, recordó.

También apuntó a que las tarifas de Edesur están entre las mas bajas de Latinoamérica y también dentro de la Argentina. “La zona con el PBI más alto es la que tiene la tarifa más baja que la que paga el resto de los argentinos, cuando la mayoría de nuestros usuarios no tiene problemas diferentes de sus pares de Mendoza, Chaco, Córdoba o Tucumán por ejemplo. El 50% de los usuarios residenciales de Edesur abonan una factura de menos de $1.800 incluidos los impuestos y el 18% de nuestros usuarios posee tarifa social”, precisó.

Con todo, detalló que entre 2020 y 2022, los salarios se incrementaron 290%, la inflación 303% y los ingresos de Edenor solo un 32%. “El ENRE no desconoce el impacto de la inflación en los costos porque su presupuesto aumento 190% en 2022 y en el presupuesto nacional para 2023 tiene previsto 403%”, señaló. Luego, afirmó que para continuar inversiones la empresa tuvo que endeudarse con Cammesa, la empresa mayorista de electricidad.

“Los subsidios so para solventar el costo entre producir la energía y lo que pagan los usuarios. La distribución eléctrica no recibe ningún tipo de asistencia pero nuestra empresa tiene que frotar aumentos de costos constantes lo que claramente es insostenible. Los ingresos deben ser suficientes para cubrir los costos operativos provenientes de tarifas o subsidios. Es imprescindible comenzar un proceso de RTI, para alinear la remuneración con un mecanismo de actualización”, subrayó.

Durante la audiencia, también tuvieron participación asociaciones de usuarios y consumidores. Claudio Boada, presidente de la Unión de Usuarios y Consumidores, que adhirió a las expresiones del interventor del ENRE. “Estamos ante una caída del salario real más allá del cambio de los índices de los últimos dos meses. Estamos en el medio de ese proceso lo que agrava situaciones de amplios márgenes de la población que no pueden asumir nuevos incrementos en las tarifas de los servicios públicos”, argumentó.

Boada se refirió al proceso de segmentación de tarifas, que se aplica desde el año pasado, y detalló que la quita de subsidios finalmente abarcó a más usuarios de lo previsto: el 35% de los usuarios de electricidad de la ciudad de Buenos Aires y el 28% de los usuarios del conurbano están en el nivel de mayores ingresos. “Esto se contradice con los niveles de los datos oficiales sobre niveles de salarios. Hay un grupo importante de personas que están el nivel 1 y que tendrían que estar subsidiados”, reclamó.

Fernando Grey, intendente de Esteban Echeverría, focalizó su presentación en las deficiencias del servicio eléctrico de Edesur, con cortes de servicios que afectaron a más de 90.000 usuarios. “Asistimos a un festival de cortes de energía eléctrica. Hay una falta total de inversión, la red se deteriora año a año. La empresa alega el tema tarifario pero tuvieron 10 años de Gobierno de Carlos Menem con tarifas en dólares y cuatro años de Gobierno de Mauricio Macri con tarifas dializadas y no tuvieron inversiones importantes”, remarcó. El intendente Grey pidió que se rescinda el contrato de Edesur. “Si se tienen que ir, que se vayan”, enfatizó.

Desde otra de las asociaciones de consumidores, Pedro Busseti, de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco), señaló que los consumidores del nivel 1 (ingresos altos) ya pagan el 80% más por el servicio de electricidad. “Se dice que 1,6 millones de usuarios tendrían un ingreso de $533.000 mensuales por gruyó familiar. Esto se contradice con los datos de la Ciudad de Buenos Aires donde dice que habría 133.000 hogares con ingresos mensuales superiores a $428.000; y con los datos de la provincia de Buenos Aires donde hay 477.000 familias con ingresos superiores. Hay un millón de usuarios de Edenor y Edesur incluidos incorrectamente en el nivel 1″, resumió.

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