Con Lula y la Cumbre de la CELAC, el gobierno busca profundizar su agenda económica: moneda, inversiones en energía y minería y más comercio bilateral

Los presidentes y los ministros de Economía de la Argentina y Brasil sostendrán hoy reuniones bilaterales y se firmará un ambicioso acuerdo, suerte de relanzamiento de la relación bilateral

Guardar
Argentina's President Alberto Fernandez and
Argentina's President Alberto Fernandez and Brazil's President Luiz Inacio Lula da Silva attend a meeting at the Itamaraty Palace in Brasilia, Brazil, January 2, 2023. REUTERS/Adriano Machado

La llegada del presidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da Silva, con quien el presidente Alberto Fernández sostendrá una reunión bilateral, previa a la participación de ambos en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebrará mañana, será una oportunidad para una suerte de profundización de la agenda económica del gobierno, dentro de la que el ministro de Economía, Sergio Massa, sigue privilegiando la baja de la inflación.

La agenda es ambiciosa e incluye trabajos en pos de una moneda común entre ambos países, los más grandes socios del Mercosur, para invitar luego a los demás países de la región a sumarse a la eventualmente llamada “Sur” y conformar la segunda unidad monetaria mundial, detrás del euro y de la Unión Europea, como ayer lo destacó el Financial Times.

Pero la agenda trasciende el objetivo de una moneda común y también abarca la red de gas (en particular, el segundo tramo del “Gasoducto Presidente Néstor Kirchner”, cuyo primer tramo se prevé inaugurar el 20 de junio de este año), energía, minería, industria e incluso cuestiones nucleares. Ambos gobiernos apuntan a aumentar el comercio bilateral (que en 2022 sumó USD 28.695 millones, con un saldo de poco más de USD 3.600 millones a favor de Brasil).

Firmas

Los mandatarios firmarán, junto a ministros de diferentes carteras, acuerdos para cooperación en Soberanía Energética e Integración Financiera, Defensa, Salud, Ciencia, Tecnología e Innovación, y Cooperación Antártica, informaron desde la Cancillería Argentina. Por la tarde habrá un mitín con una mesa de empresarios en el Museo del Bicentenario y por la tarde Lula se reunirá y buscará entusiasmar a empresarios argentinos con los proyectos en cuestión.

Una de las reuniones bilaterales clave será la que protagonicen los ministros de economía Sergio Massa y Fernando Haddad, el segundo encuentro entre ambos (el primero ocurrió el 23 de diciembre pasado, cuando el ministro argentino hizo un viaje relámpago a Brasil).

El anuncio que más expectativas genera es el del inicio de trabajos conjuntos para establecer una moneda de uso común entre los dos países, que no funcionaría como un reemplazo al peso y al real sino como una unidad de cambio para el comercio bilateral. Desde ambos lados señalan que se trata de una “idea preliminar”.

Massa con el presidente brasileño,
Massa con el presidente brasileño, Lula da Silva

El propio Massa le dijo al Financial Times: “Habrá una decisión de empezar a estudiar los parámetros necesarios para una moneda común, lo que incluye desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de las economías y el rol de los bancos centrales”. Sin embargo, aventando apresuramientos, señaló: “No quiero crear falsas expectativas…es el primer paso de un largo camino” e incluso recordó que a la Unión Europea le llevó 35 años llegar a una moneda común, el euro.

En tanto, Fernández y Da Silva publicaron ayer en el diario Perfil la disposición a “avanzar en las discusiones sobre una moneda sudamericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y nuestra vulnerabilidad externa”. Los mandatarios señalaron la necesidad de “simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales” para, así, “superar las barreras” en los intercambios.

“No se está hablando de una moneda única, sino de una común cuyo objetivo central es poder compensar el comercio en una moneda que hasta podría llamarse Sur”, dijo en declaraciones radiales el subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de la Cancillería y asesor de Massa en política exterior, Gustavo Martínez Pandiani.

Escepticismo de economistas y politólogos

La cuestión de la moneda común generó reacciones mayoritariamente escépticas entre los economistas profesionales. “Hace 22 años que se coquetea con la moneda única con Brasil (la primera vez, en 2000), un globo de ensayo que últimamente aparece en años electorales. En la Argentina a veces se confunde la disrupción con la invención improvisada y el atajo”, posteó en Twitter Eduardo Levy Yeyati, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato di Tella (UTDT).

Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ecoledesma, recordó que la idea ya estaba en los protocolos del Mercosur, pero como último paso de la integración comercial. “El Mercado Común exige además del libre flujo de bienes, el de factores (Capital y Trabajo) y requiere homogeneidad o coordinación de políticas fiscales, monetarias, laborales, regulatorias, financieras, etcétera”, una agenda en la que consideró que ambos países retrocedieron.

El anuncio y el lugar destacado que le dio un medio global como el Financial Times generó cascadas de posteos en redes sociales, desde el embajador argentino en Arabia Saudita, Guillermo Nielsen, que se limitó a retuitear el artículo en el medio británico, pasando por el exrepresentante argentino en el FMI, Héctor Torres, que lo consideró una medida cosmética, el exjefe de asesores del ministerio de Economía y exdirector de la Ucema, Carlos Rodríguez, para quien se trata de “un divague para distraer la atencion del dólar y ganar tiempo”, hasta José Luis Espert, que lo calificó de “paja mental” pues -señaló- “no se da ninguna de las condiciones necesarias (y no suficientes) para que esto funcione: no hay libre comercio ni de bienes ni de servicios, no hay libre movilidad de capitales, las políticas fiscales y laborales son diferentes. Nada”

Desde Portugal, donde se desempeña como profesor en la Universidad de Lisboa, el politólogo Andrés Malamud reseñó los hitos históricos de creación del euro, desde que, en 1969 la entonces “Comunidad Económica Europea” decidió crear una Unión Monetaria hasta la aparición del euro en billetes en 2022. Y enfatizó: “Llevó 33 años, y tenían el marco (alemán) como ancla!”

istoria del euro: 1969 La CEE decide crear una unión monetaria. 1972 Ligación flexible de las monedas nacionales. 1979 Creación del Sistema Monetario Europeo. 1999 Establecimiento del euro digital. 2002 Aparición del euro en billetes. Llevó 33 años, y tenían el marco como ancla!

Esteban Actis, doctor en relaciones internacionales por la Universidad de Rosario, mencionó: “Lo que se va anunciar en 2023 es algo que ya se hizo en 2008, en aquella oportunidad fue un mecanismo ‘optativo’ (poco exitoso) de pagos en monedas locales para el comercio exterior. La idea ahora es crear un mecanismo obligatorio que deje el dólar de lado. Este sólo paso requiere una coordinación política y técnica de los bancos centrales, algo inédito en la historia de la relación bilateral. Requiere un apoyo de los operadores del comercio exterior y de las empresas exportadoras reacios siempre a la complejización de la operatoria”, aseguró por Twitter.

Más contundente, Olivier Blanchard, ex economista jefe del FMI y del Banco Mundial y profesor en las Universidades de Harvard y MIT , se limitó a definir el anuncio como “insano”.

Marco general

De todos modos, fuentes oficiales consultadas describieron que el Acuerdo de Integración a firmarse este lunes es “un marco general de relación bilateral” que fue trabajado en las últimas semanas con el Gobierno brasileño de Lula da Silva que incluye el gas, un aumento comercio bilateral, la explotación de materias primas y la fabricación de fertilizantes.

Lula y su ministro de
Lula y su ministro de Economía, Fernando Haddad REUTERS/Adriano Machado/File Photo

“Es un proyecto que pretende adaptar la asociación estratégica entre ambos países al nuevo contexto internacional, marcado por una etapa de repliegue de la globalización (re-shoring, near shoring, friend shoring), y de re-significación de la importancia de los bloques regionales de integración”, dijeron desde el Gobierno. “Proponemos profundizar y extender la integración en todos los campos: energía, finanzas, agronegocios, industria, minería, conectividad, turismo, economía del conocimiento, defensa, derechos humanos, ambiente, educación, ciencia y tecnología y salud”, dijeron fuentes del Ejecutivo que participaron en las conversaciones con la contraparte brasileña.

En el área de minería, ejemplificaron, podrían avanzar, buscamos el aprovechamiento de las materias primas: litio en Argentina y otros minerales en Brasil, para desarrollar la movilidad sustentable, además de la cooperación tecnológica (organismos públicos y científico-técnicos, entidades privadas) para el desarrollo de baterías de litio e inversiones conjuntas en potasio y plantas de fertilizantes para la soberanía alimentaria regional, como así también minerales de hierro y cobre para nuestras industrias”, concluyeron.

Seguir leyendo:

Guardar