Cómo recorrer la Patagonia en vacaciones y con bajo presupuesto

La Patagonia es una región muy rica en materia turística, con múltiples destinos ideales para disfrutar de paisajes de ensueño, dominados por bosques verdes y lagos azulados, sin embargo, debido a la alta demanda, tanto local como internacional, puede volverse un destino costoso.

Infobae analizó cómo viajar a Bariloche y a San Martín de los Andes, dos destinos principales de la Patagonia, con un presupuesto bajo y acotado. Por supuesto que la forma más económica es hacerlo con una mochila, acampar y cocinarse, al menos, la mayoría de las comidas.

Un kit básico para salir de “mochilero” constaría de: mochila de viaje de 60 litros, carpa para 2 personas con sobretecho, bolsa de dormir (0 a -5 ºC) y un anafe de camping con un tubo de gas butano. Infobae consultó precios en diferentes casas de camping de la Ciudad de Buenos Aires y en la plataforma de e-commerce Mercadolibre:

- Mochila de viaje de 60 litros: se ofrecen desde $13.000 a $25.000, dentro de la gama económica.

- Carpa para 2 personas con sobretecho: parten de $12.000 hasta $30.000 en la franja estándar.

- Bolsa de dormir (0ºC): parten de $13.500 y llegan hasta $23.000 aproximadamente, en la gama de productos de segundas marcas. Destacan los expertos que hay que tener presente que en la Patagonia las temperaturas pueden bajar mucho y quebrar el piso de los cero grados centígrados. De ahí que la oferta en este segmento es muy amplia y también la escala de precios.

- Anafe de camping con un tubo de gas butano: la “cocina” portátil más económica del mercado con el equipamiento necesario cuesta aproximadamente $3.500. Siempre se recomienda contar con una segunda carga de gas a la hora de partir de viaje.

Con estos valores en cuenta, y tomando los precios medios en todos los catos, el kit básico tendría un valor base de $61.750, aproximadamente.

Hay otros artículos que es pueden alterar el presupuesto, y que se consideran necesarios para un mejor disfrute de la vida de camping, como por ejemplo zapatillas aptas para trekking, cortaplumas, “marmita” de ollas, linterna y un aislante, entre otras.

Para lo que es el traslado hacia la Patagonia desde la Ciudad de Buenos Aires, y teniendo en cuenta que las opciones son tomar un avión o bien un micro de larga distancia, se revisaron precios en diferentes plataformas de compra de pasajes para la segunda quincena de febrero.

Bariloche

Avión: los vuelos ida y vuelta más económicos cuestan $36.362 por persona y son operados por Flybondi, el viaje toma 2 horas y 10 minutos, aproximadamente.

Micro de larga distancia: según Plataforma 10 y Central de pasajes, los boletos más baratos, ida y vuelta, desde la terminal de Retiro cuestan $38.230 por persona, y cada tramo tiene una duración aproximada de 23 horas.

San Martín de los Andes

Avión: los vuelos ida y vuelta más económicos se ofrecen a $57.578 por persona por parte de Aerolíneas Argentinas, el viaje toma cerca de 2 horas.

Micro de larga distancia: tanto en Plataforma 10 como en Central de pasajes, no se encontraron servicios entre Buenos Aires y San Martín de los Andes para el inicio y final de la segunda quincena de febrero.

La forma más económica de viajar por la Patagonia es hacerlo en carpa, es decir, durmiendo en campings.

Según pudo consultar Infobae telefónicamente, y en base a referencia de viajeros que se encuentran actualmente en la Patagonia, los precios de los campings organizados (aquellos que cuentan con duchas, agua caliente, sector comedor, quincho, entre otras prestaciones) tienen un valor aproximado de $2.000 por noche y por persona, pudiendo llegar hasta $4.000, tanto en Bariloche, San Martín de los Andes, como en sus respectivas zonas aledañas.

Quienes quieran pasar alguna noche en un hotel económico (2 estrellas) o simplemente cuenten con un poco más de presupuesto, los valores de referencia van desde $6.000 a $22.000 aproximadamente en Bariloche; y de $17.000 a $38.000 en San Martín de los Andes.

Esos son valores de referencia, por lo que un viajero podría encontrar tarifas más accesibles y también más caras, dado que fluctúan según el contexto inflacionario y el movimiento turístico de último momento.

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