Un control de Aduana en Gualeguaychú incautó un aparato rejuvenecedor vaginal de origen chino, que no contaba con la intervención previa de la Anmat.
Según informaron desde el organismo de control de fronteras, “las intervenciones previas de terceros organismos son requisito imprescindible para la importación de determinados tipos de mercaderías a la Argentina”. En ese sentido, el personal de la entidad que dirige Guillermo Michel constató que el rejuvenecedor vaginal secuestrado no contaba con la habilitación de la la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), que certifica que el uso de productos de esta clase sea seguro.
A través de un láser ginecológico que emite un haz de energía térmica sobre toda la superficie de la vagina, el rejuvenecedor favorece el riego sanguíneo, aumenta tanto la producción de nuevo colágeno como el grosor de la pared vaginal y contribuye a generar cambios cosméticos en el exterior del órgano, explicaron desde la Aduana
En ese marco, los agentes especializados de la Dirección General de Aduanas incautaron ese aparato médico que, de no contar con los recaudos técnicos imprescindibles, podría haber tenido un efecto nocivo en caso de ser utilizado en el cuerpo humano.“En efecto, el accionar de la Aduana no sólo apunta a vigilar la transparencia del comercio internacional en pos de preservar el trabajo y empleo argentinos, sino que también contribuye al cuidado de la salud de la población de nuestro país”, afirmaron desde el organismo.
Desde Aduana informaron que el tratamiento consiste en la aplicación de un láser ginecológico que emite un haz de energía térmica, que se aplica sobre toda la superficie de la vagina para favorecer el riego sanguíneo y aumentar tanto la producción de nuevo colágeno como el grosor de la pared vaginal. Asimismo, contribuye a generar cambios cosméticos en el exterior del órgano.
“Cuando la aparatología es importada legalmente, con las correspondientes intervenciones, dicho procedimiento puede ser una solución efectiva que se realiza de forma ambulatoria, en consulta y sin ingreso hospitalario. Alivia, reduce o acaba con síntomas relacionados con la falta de estrógeno, como la sequedad, la picazón, el ardor y las molestias al momento de orinar o tener relaciones sexuales”, concluyó la Aduana.
Esta semana el organismo de control también había incautado un cargamento de hojas de coca de dimensión histórica, por unos 2.400 kilogramos. El procedimiento fue realizado en la Quiaca a través de un método de control no intrusivo. Así, con una una scan van aduanera, se descubrió que la carga que llevaban dos medios de transporte de empresas de encomiendas consistía, en su enorme mayoría, en hojas de coca en estado natural.
También coca y soja
Específicamente, de los 164 bultos que ingresaron desde el exterior del país, 137 contenían exclusivamente la planta mencionada y tenían como destino las ciudades de Salta y San Salvador de Jujuy. Las hojas de coca son mercadería de importación prohibida en nuestro país. Se calcula que el valor del conjunto de hojas incautadas asciende a $22,8 millones.
De la misma forma, Aduana detectó en los últimos días un cargamento de soja que, se presume, iba camino a salir del país por la vía del contrabando. Se trató de un procedimiento en la provincia de Misiones, sobre la Ruta Nacional 14, con colaboración de la Gendarmería. El control interceptó tres camiones con 60 toneladas de soja cada uno en las inmediaciones de la ciudad de San Vicente, cuando se dirigían a El Soberbio, un pueblo ubicado prácticamente sobre la frontera con Brasil, en la ribera del Río Uruguay.
La documentación que les fue presentada a los funcionarios evidenciaba faltas graves, informaron desde Aduana. Por un lado, la carta de porte -el documento electrónico obligatorio para amparar el transporte de granos- estaba vencida y, por otro, las patentes registradas no coincidían con las que realmente portaban los camiones. Los agentes de la Dirección General de Aduanas luego encontraron que tanto el remitente como el destinatario del envío eran contribuyentes inscriptos ante la AFIP recientemente. Asimismo, no tenían la capacidad económica y financiera acordes a la operación en cuestión. El valor de las 180 toneladas de soja asciende a $28.272.000.
El día anterior al secuestro de esas 180 toneladas de soja, agentes de la Aduana, en un operativo conjunto con la Prefectura Naval Argentina en El Soberbio, habían incautado 198 bolsas de granos de soja, cuyo peso total ascendía a 8,8 toneladas, con un valor de $1.400.000.
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