Los USD 1.000 millones que pondrá sobre la mesa a priori para recomprar bonos en dólares representan aproximadamente el 15% del total en circulación de los bonos Global 2029 y 2030, los dos títulos en los que, asegura el equipo económico, concentrará sus operaciones de rescate de la deuda. El Ministerio de Economía se reservará la chance de ampliar ese margen de acción de acuerdo a si el mercado reacciona como esperan y mejoran las condiciones financieras.
Tras el anuncio de la puesta en marcha de la recompra de bonos en moneda extranjera, que realizará el Banco Central a cuenta y orden del Tesoro nacional, que es el que pondrá los recursos para encarar la operación, el equipo económico monitoreó los primeros efectos en el mercado, que incluyeron recortes en las cotizaciones del dólar Bolsa y el contado con liquidación, una suba en el precio de los bonos en dólares y una baja del riesgo país.
Forman parte de la expectativa del Ministerio de Economía, que hizo el anuncio tras varios días de repunte de los activos argentinos y que el riesgo país perforara los 1.900 puntos, la oportunidad de precios bajos y recursos “sobrantes” por sobrecumplimiento de metas con el Fondo Monetario Internacional (fiscal, de emisión monetaria y de acumulación de reservas) le abrieron la ventana al Poder Ejecutivo para iniciar la recompra.
El FMI, aseguran en los despachos oficiales, no tiene reparos para una operación de este tipo. Fueron otras las preocupaciones del staff en los últimos intercambios técnicos con los funcionarios argentinos y también estuvieron relacionados a la deuda, pero no al mercado en dólares sino en pesos. El organismo buscó clarificar en qué medida el Gobierno a través del Banco Central intervino para sostener los precios de los títulos en moneda local y si eso representaba una suerte de financiamiento “indirecto” al Tesoro, algo que en el equipo económico negaron de forma terminante.
Por lo pronto, más allá de la mirada del FMI, la decisión del Ministerio de Economía de salir a rescatar parte de su deuda en dólares se concentrará en la parte más corta de la curva en moneda extranjera, que son los bonos GD29 y GD30. De acuerdo a estimaciones de la consultora 1816 esos dos títulos tienen en circulación unos USD 2.600 millones y USD 16.000 millones, respectivamente, a valor nominal. Por sus paridades, el valor de mercado es en rigor de USD 826 millones y USD 5.226 millones para cada caso.
De esa forma, los USD 1.000 millones con los que saldría a priori a recomprar deuda representarían poco menos del 15% del total circulante de esos dos bonos. Claro que al poner en la cuenta todos los bonos en moneda extranjera la oferta que hará el BCRA a cuenta del Tesoro para rescatar deuda es menos representativa, ya que en total USD 83.782 millones de valor nominal y USD 26.513 millones a valor de mercado, de acuerdo a 1816.
“Considerando el bajo stock de reservas y el nulo financiamiento con el que cuenta el Tesoro, es posible que la idea del Gobierno sea sencillamente ‘mandar el mensaje’ de que sostendrá las paridades, sin llegar a comprar USD 1.000 millones”, mencionó el trabajo hecho por esa consultora. “Más allá de las (posibles) intervenciones recientes del Gobierno en el mercado de bonos, creemos firmemente que el rally que tuvieron los Globales en los últimos tres meses (el GD30 subió 70% en dólares) fue genuino”, agregaron.
La consultora argumentó ese punto “por una sencilla razón: si bien los Globales (tomando en promedio los distintos títulos, sean Indenture 2005 -N. de R.: modelos de contratos de los bonos- o Indenture 2016) le ganaron por mucho a la deuda emergente o a los Treasuries desde octubre, lo cierto es que el GD30 no hizo nada muy distinto que lo que hicieron bonos de similar duration de Ecuador y Sri Lanka, otros dos países high yield”, concluyeron.
La puesta en marcha de la recompra de divisas es, aseguran en el Palacio de Hacienda, un paso más de la estrategia de manejo de la deuda pública, que también incluye a los pasivos en moneda local. Así, en Finanzas continuarán, en lo sucesivo, con canjes para extender, dentro de lo que el mercado permita, el plazo de los vencimientos.
De acuerdo a cómo termine por funcionar esta etapa en la estrategia de deuda, en los despachos oficiales aseguran que con las condiciones adecuadas explorarán en conversaciones con el sector privado un préstamo del tipo Repo, de manera directa desde entidades financieras al Tesoro.
Para eso Finanzas necesitará entregar como collateral (garantía) bonos propios. Con precios deprimidos esa operación resultaba demasiado onerosa, pero en caso de un repunte que en el equipo económico juzguen suficiente, y con acompañamiento del sector privado, un crédito de ese tipo que refuerce las reservas volverá a estar en el horizonte.
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