El sector de real estate recibió con entusiasmo la medida que posibilita comprar inmuebles usados a través del blanqueo de capitales que comunicó el Gobierno nacional a través del Decreto 18/2023 publicado en el Boletín Oficial hace pocos días.
La AFIP ya estructuró su implementación y quienes disponen de dinero no declarado podrían sincerarlo en la compra de viviendas usadas y no solamente para la compra de unidades en construcción, que también seguirá vigente fin de año.
El mecanismo ahora habilitado era una acción muy reclamada desde sectores del segmento como la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) y la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA), entre otras.
Marta Liotto, presidenta del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) de Buenos Aires, precisó a Infobae que “es una noticia sumamente positiva para el mercado. Confiamos en que quienes tienen fondos para blanquear entiendan que se trata de una gran iniciativa, con muy buenos parámetros a los que atenerse”.
Especialistas estiman que a través de este vehículo se podrían llegar a vender 30.000 inmuebles en todo el país. “Siendo la ciudad de Buenos Aires el principal foco de operaciones, pero seguramente habría una buena respuesta para todo el país, porque hay mucha gente que quiere acceder a su techo propio o invertir en ladrillos para luego poner esa propiedad en alquiler en busca de obtener una buena renta”, amplió Liotto.
Estiman que a través de este vehículo que aún resta implementar la AFIP podría generar la venta de 30.000 inmuebles en todo el país.
Desde el sector entienden que el mercado inmobiliario siempre es propenso a recibir bien las herramientas que sirvan para reactivarlo o motorizarlo, y este caso no es la excepción.
Alejandro Bennazar, titular de la CIA, destacó a Infobae lo siguiente: “Sabemos de la gran oferta de inmuebles usados en venta y estas señales amigables con quien quiere invertir capital dentro de nuestro país podrían trazar el camino para una reactivación. Por el contrario a otras cuestiones debatidas en otros momentos como impuesto a la vivienda ociosa y demás tópicos en nada colaboran, sino que generaron el efecto contrario”.
Qué se entiende por inmuebles usados
La normativa considera como inmuebles usados a “aquellos que con carácter previo a la adquisición por parte del o de la declarante de los fondos hubiesen estado habitados o afectados a arrendamiento, uso, usufructo, habitación, anticresis, superficie u otros derechos reales”.
La noticia llegó en momentos en que se consolida una recuperación del sector sobre fin de 2022, después de varias temporadas negativas marcadas por la pandemia y también por la coyuntura económica. Según los colegios de escribanos de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires, en noviembre último se registraron 3.369 y 9.299 escrituras, respectivamente.
Mirta Líbera, presidenta de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires (CIBA), comentó a Infobae que “esperamos que el blanqueo impulse el mercado bonaerense. La compra de usados, que para calificar en el blanqueo deben ser destinados a vivienda genuina o para destinarlos a alquilar por 10 años, puede transformarse en un paliativo y factor de equilibrio para el mercado de alquileres, por lo que cumpliría un fin doble: otorgar una herramienta legal para los que quieren blanquear los fondos y un atenuante para la falta de viviendas en alquiler”.
Es importante destacar que, en ese sentido, la norma estipula que el contrato de locación de un inmueble comprado en el contexto del blanqueo deberá encontrarse inscripto en AFIP, lo que deberá quedar consignado en el proceso de exteriorización de los fondos ya que, en el caso de destino para alquiler de la inversión, el plazo es de al menos 10 años.
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