El Banco Central comenzó a perder la pulseada contra el dólar. Las últimas noticias de la Bolsa de Rosario sobre el efecto de la sequía hicieron que se aceleren las coberturas. Pero a diferencia de épocas similares, hoy los argentinos no buscan refugio en el dólar, sino en bonos de la deuda con legislación extranjera y en acciones. La apuesta es a 2024. De esta manera, la presión sobre la divisa es menor a la que fue en otros tiempos con este mismo escenario.
Lo que ocurre es que el Gobierno con el cepo no ha dejado campo sin minar. Tiene una deuda de USD 8.000 millones con los importadores y empresarios, los bonos emitidos por el Tesoro en pesos se tornaron impagables y la inflación de enero se proyecta a 6,3% según el informe de la Fundación Libertad y Progreso.
El control de precios a los supermercados por parte del gremio de camioneros y la posibilidad de que se sumen al sistema 1.000 piqueteros, obligaron a los empresarios a comunicar que están prestos a abandonar el sistema de Precios Justos. No solo tienen que soportar controles que aterran a los clientes porque los presuntos inspectores tienen escasa preparación para discernir sobre abastecimiento y precios, sino que no recibieron las divisas a precio oficial prometidas. Un supermercado grande importa por año no menos de USD 30 millones. De allí, la venta de USD 23 millones de ayer por parte del Banco Central porque la inflación iba a correr por el mismo carril del dólar si los empresarios se levantaban de la mesa de negociación. La relación con Sergio Massa, el ministro de Economía, quedó resentida, aunque los empresarios apuntaron al eslabón más débil de la cadena, el secretario de Comercio, Matías Tombolini.
La venta de USD 23 millones en el mercado mayorista para abastecer a los importadores debilitó la posición del Banco Central que perdió USD 100 millones de reservas que quedaron en USD 42.887 millones. El interrogante es si fue una venta circunstancial o se prolongará en el tiempo. A pesar de la merma de reservas y los pagos que debe enfrentar siguió interviniendo en el mercado de cambios. Los inversores no dudan que se le están acabando las fichas y el solo hecho de ver como toma fuerza el dólar libre, que ayer subió $8 a $378 en Buenos Aires y a $382 en las principales ciudades del interior del país, les muestra que el MEP y el contado con liquidación pronto quebrarán el techo de resistencia de $400.
La suba de la cotización libre aumenta la demanda del MEP porque abre otras posibilidades (hacer “pure” o “rulo”, es decir comprar en el MEP y vender en el “blue”). Hoy el MEP llegó a cotizar para el plazo de 48 horas en $355, pero la fuerte intervención oficial de la media hora final lo bajó al cierre a $341. “Como si las malas noticias fueran insuficientes, la Bolsa de Rosario hizo una nueva estimación de las pérdidas por encima de USD 14 mil millones por la sequía”, señaló el analista financiero y experto en agronegocios, Salvador Vitelli.
La suma de todos estos factores hizo que el contado con liquidación, a pesar de la venta de dólares del Banco Central a través del bono Global 2030 (GD30), subió $5,31 (+1,6%) a $362,19. El MEP en la media hora final bajó abruptamente. Al cierre quedó en $341,89 lo que representa una baja de -0,9% respecto al día anterior.
La suba de los bonos de la deuda fue intensa. Muchos perforaron el techo de 30% de paridad y entraron en una nueva dimensión. Hasta hace tres meses, la paridad estaba entre 17 y 18%. El riesgo país bajó 99 unidades (-5%) a 1.881 puntos básicos.
Los clientes de los administradores de fondos de inversión se desplazaron a las ventanillas de renta variable (acciones) y renta fija (bonos). Las tasas de retornos de los títulos de la deuda siguen estando por encima de 30%. En el exterior, también hubo compradores de bonos argentinos que reforzaron la fuerte suba que se insinuó desde la primera hora del día. Hubo títulos que aumentaron hasta 5,41% cono fue el caso del GD41, pero después del GD30 los más buscados son el GD35 y el GD38. Los bonos compiten palmo a palmo con las acciones.
En la Bolsa, el monto de operaciones mostró el entusiasmo de los inversores. Se operaron $6.853 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 4,06% en pesos y 2,4% en dólares.
Los ADRs -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron nada menos que $10.316 millones. El predominio de subas fue abrumador. YPF aumentó más de 10% y Banco Macro, 7,8%.
Para hoy el mercado aguarda con expectativa la licitación de Bonos del Tesoro. El menú es amplio, pero no es lo que desean los inversores en este momento. Los principales compradores seguirán siendo los entes oficiales.
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