El primer mes del año es un buen momento para ponerse al día con las cuentas personales y, por ejemplo, regularizar la situación con las tarjetas de crédito que hayan empezado a generar dificultades. Es imprescindible no patear el problema y ante una deuda, aunque parezca relativamente menor, reaccionar lo antes posible para evitar que se convierta en una bola de nieve dadas las altas tasas de interés que están vigentes.
Es precisamente por eso que los especialistas en finanzas personales e incluso los propios bancos aconsejan a sus clientes pagar el saldo total del resumen al vencimiento. La opción de pago mínimo, con la cual se financia el saldo restante no es la mejor opción y es, en muchas ocasiones, el origen de todos los problemas con las tarjetas de crédito.
Financiar los saldos produce intereses que al siguiente vencimiento se capitalizan, es decir que se integran al monto original de la deuda, sobre el que se volverán a aplicar intereses. Se genera así una deuda cada vez más grande, en poco tiempo.
La mayor parte de las veces, para salir del endeudamiento, no hay más remedio que tomar decisiones drásticas. Lo primero que aconsejan los expertos es quedarse con un sólo plástico de crédito. Es decir, elegir la tarjeta más conveniente y cancelar el saldo total y dar de baja el resto. Así se logrará un control más minucioso de los consumos y además se reducen los costos administrativos que cobran los bancos.
“Un método muy difundido es el llamado ‘bola de nieve’ -dijo Giselle Colasurdo, asesora financiera- pero al revés: esto es cancelar la deuda más alta y una vez hecho esto, ir cancelando el resto con los fondos sobrantes, también, de menor a mayor hasta quedarse sin deudas”. Claro que contar con los fondos disponibles es, la mayoría de las veces, parte del problema. En ese caso, no hay más alternativa que pasar la tijera por el presupuesto y ajustar el cinturón.
Lo ideal en estas situaciones, asegura Colasurdo, consiste en prestar mucha atención a los gastos hormiga y ser más consciente sobre en qué se gasta. También priorizar necesidades y, eventualmente, postergar consumos habituales para poder afrontar la deuda es recomendable.
En cualquiera caso, la regla de oro es primero sacarse de encima la deuda más cara, incluso si esto significa tomar una deuda nueva pero que tendrá un costo menor y crecerá más despacio.
Consejos para no volver a endeudarse
Ahora bien, una vez puesta la cuenta en cero, o importante es que la tarjeta no vuelva a saturarse. Para ello, desde el sitio Mi Presupuesto Familiar elaboraron una guía consejos financieros de apenas 7 pasos.
1. No usar la tarjeta de crédito en el día a día. Emplear este plástico en supermercados, comercios de proximidad y para cualquier otro gasto cotidiano es poco recomendable ya que eso libera el dinero disponible en la cuenta o efectivo para otros gastos pero al mes siguiente se acumularán los pagos.
2. Evitar gastos innecesarios. Pese a que parezca obvio, un gran problema de la tarjeta de crédito es que puede parecer una fuente de dinero sin fin, pero la realidad es que a la larga siempre habrá que pagarla. Llevar el control de cuánto se lleva gastado y, sobre todo, las cuotas acumuladas es clave para no gastar de más.
3. Evitar el pago mínimo. Tal como se mencionó, no hay que caer en la trampa de financiar el saldo, la mejor manera de no tener inconvenientes es abonar todo el resumen del mes a la fecha de vencimiento.
4. No financiar el resumen. Asociado al pago mínimo pero con mayor planificación, las tarjetas de crédito admiten una opción con la cual los usuarios pueden comprar en un pago y luego financiar ese gasto en un plan de pagos. No obstante, en la actualidad las tasas de interés bancarias son muy elevadas por lo que no se aconseja este mecanismo.
5. Controlar los límites de compra. No es raro que el tope de dinero utilizable de una tarjeta de crédito supere incluso los ingresos mensuales de sus titulares. Por ello se aconseja que cada persona se imponga un techo propio en base a lo que podrá pagar el próximo mes. Ser realista respecto a esta proyección es imprescindible.
6. Evitar los débitos automáticos. Si bien hay ciertos consumos, como algunas aplicaciones web, plataformas de stream, entre otras, que sólo admiten adhesiones a través de plásticos de crédito, siempre que sea posible es mejor tener el pago automático adherido a la caja de ahorros y no a la tarjeta crediticia del banco.
7. Prestar mucha atención a la seguridad. Tampoco hay que dejar de lado las precauciones, nunca hay que perder de vista la tarjeta de crédito así como tampoco hay que dejar los datos del plástico al alcance de cualquiera. Parece obvio, pero siempre es bueno recordar las medidas preventivas que pueden evitar futuros dolores de cabeza.
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