La divisa norteamericana continuó demandada en el mercado paralelo que, aunque reducido, es una referencia para la economía. El dólar “blue” ganó ocho pesos o 2,2% este martes, a $378 para la venta, un nuevo récord nominal.
En el transcurso de enero, el dólar libre se encareció en 34 pesos o un 9,8%, en su tercer mes de avance por encima d ela elevada inflación. Con un dólar mayorista que subió 29 centavos, a $182,49, la brecha cambiaria se situó en 107,1 por ciento.
En una sesión mayorista con un reducido monto operado, por USD 234,7 millones en el segmento de contado (spot), el Banco Central interrumpió su racha compradora de divisas tras un mes.
“El BCRA cortó su racha positiva y terminó el día con ventas por unos USD 23 millones para atender la demanda en el mercado”, indicó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio. La última vez que la entidad había efectuado ventas de contado en el MULC fue el pasado 20 de diciembre, cuando se desprendió de 32 millones de dólares.
El dólar “blue” sube siete pesos en el día, en su octava rueda de negocios en alza y es negociado a un nuevo máximo nominal de $377 para la venta en el mercado paralelo. En el transcurso de enero trepa 33 pesos o un 9,5%, my por encima que la inflación esperada para el primer mes del año.
La cotización “blue” recorta la suba a cuatro pesos y es ofrecido a $374 para la venta en el reducido mercado paralelo, luego de haberse negociado a un récord nominal de $375 por la mañana. En el transcurso de enero trepa 28 pesos o un 8,1%, mientras que la brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial queda en el 104,9 por ciento.
La cotización libre del dólar gana cinco pesos o un 1,4% este martes, a $375 para la venta. La divisa “blue” gana 29 o un 8,4% en enero, en el tercer mes consecutivo con un aumento que supera a la inflación.
Con un dólar mayorista que gana 30 centavos a $182,50, la brecha cambiaria queda en el 105,5 por ciento.
Con el empuje del contexto internacional, más favorable a los mercados emergentes y con muy bajos precios de base, los activos argentinos sostienen en el inicio de año las fuertes subas que experimentan desde fines del año pasado. En esa recuperación, las expectativas electorales juegan un rol fundamental, cuyo impacto no se acota solamente a las acciones y bonos en dólares. También en el mercado cambiario, con un efecto mucho más tenso, comienza a impactar la típica anticipación de ahorristas e inversores que buscan refugio ante posibles cimbronazos financieros, también característicos de años electorales.
El aumento en el ritmo global de importaciones en el último año estuvo acompañado de un incremento en la cantidad de deuda por créditos comerciales tomados por empresas para poder financiar sus compras de bienes o insumos en el exterior y alcanzó los USD 7.600 millones, cerca de un 10% del monto total importado durante 2022.
Criptomonedas, máquinas tragamonedas, barbijos por el Covid y hasta carne vacuna: de la mano de la alta brecha cambiaria, en 2022 crecieron las maniobras de sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones.
En medio de la preocupación por la sequía que afecta a buena parte del territorio argentino, uno de los grandes interrogantes es de qué forma impactará el menor ingreso de dólares a lo largo de 2023. Algunos estudios, por ejemplo, sugieren que la herencia que le dejará este Gobierno al que lo suceda en diciembre de 2023, será incluso peor de lo que le dejó Cristina Kirchner a Mauricio Macri a fines de 2015.
Uno de los principios más establecidos en economía es que un aumento excesivo de la cantidad de dinero tiene como resultado la inflación.