El mercado inmobiliario de Buenos Aires ofrece una nueva joya que salió en venta recientemente en el Centro de la ciudad. Se trata de un departamento ubicado en un edificio que data de la década del ´20 y que perteneció a la prestigiosa familia Leloir.
La propiedad está en un edificio que es Patrimonio Histórico por el Gobierno porteño. Allí vivió Luis Federico Leloir, médico, farmacéutico y bioquímico que nació en París en 1906 y falleció en Buenos Aires en 1987. Por sus investigaciones sobre los nucleótidos de azúcar y el papel que cumplen en la fabricación de los hidratos de carbono fue distinguido con el Premio Nobel de Química, en 1970.
El inmueble está en Viamonte al 500 en el barrio de San Nicolás frente a la emblemática iglesia Santa Catalina (la misma que ocuparon las fuerzas británicas durante la Segunda Invasión Inglesa de 1807) y las Galerías Pacífico.
La propiedad y el edificio encierran historias muy ricas. El inmueble fue encargado por María Leloir a inicios de 1920. Lo proyectó y dirigió su obra el arquitecto Eduardo Sauze (el mismo que junto con Auguste Huguier hicieron el Palacio Estrugamou, en Arroyo al 700). En la fachada del edificio ubicado en Viamonte y San Martín, Sauze también dejó la impronta del academicismo francés.
Allí vivió Hortensia Aguirre de Leloir (hasta que falleció en 1939) junto con sus hijos. El primer piso era la recepción y ahí cerca de la entrada está el primer cuarto con su baño propio que fue edificado para Luis Federico Leloir que era soltero en ese entonces y el cuarto de la esquina en diagonal con la iglesia, era el de Hortensia.
En el segundo piso tenían una galería de cuadros y hasta una pedana (también llamada pista) de esgrima que después de morir Hortensia se dividió en 3 departamentos.
Sara Mercedes García Balcarce fue la última heredera que tuvo la propiedad a su nombre. Era nieta de Alejandro Leloir Martínez de Hoz, quien era medio hermano del prestigioso Luis Leloir.
Como Sara era monja de clausura decidió donar la propiedad a la Iglesia del Paraná, que luego fue vendida a los actuales propietarios, los artistas Alicia Porcel de Peralta y Raúl Farco, quienes adquirieron el departamento para mostrar sus obras y los trabajos de otros exponentes argentinos y del exterior. Denominaron la galería como Frente Sur y conservaron muy bien la propiedad que decidieron poner en venta hace poco.
Cómo es la propiedad
La vivienda que fue edificada con materiales de categoría posee 800 metros cuadrados y 14 ambientes (dentro de la superficie hay tres departamentos de 70 m2 cada uno) se comercializa en USD 1.500.000 y allí se abonan $110.000 por expensas.
Posee dos cocheras también y es apto comercial. Los departamentos se pueden alquilar temporalmente y con ellos se pueden costear el mantenimiento y expensas.
Cecilia Baccello, especialista del mercado inmobiliario premium, dijo a Infobae que “es una gran vivienda con un increíble balcón corrido de 50 metros de largo que rodea todo el departamento y todos los ambientes tienen salida al mismo. Entrar al departamento es transportarte a otra época, a una época gloriosa de Buenos Aires. Las dimensiones son muy amplias, la altura de techos, los pisos, las aberturas, los vidrios biselados, las vistas, entre otros detalles. Verlo original, cuidado y respetado es conmovedor”.
“Es una gran vivienda con un increíble balcón corrido de 50 metros de largo que rodea todo el departamento y todos los ambientes tienen salida al mismo” (Baccello)
Cuenta con hall de entrada y hall de recepción de forma oval que no es habitual de hallar hoy en Buenos Aires. Hay un gran living comedor con acceso a terraza al contra frente.
Es una propiedad con muchos ambientes y posee 11 dormitorios, tres livings, tres cocinas y seis baños. Además de 2 kitchenette y 2 toilette. Más un patio de casi 10 x 3 metros en pleno centro porteño.
La vivienda no requiere de grandes reformas “sólo algunos ajustes estéticos y de funcionamiento, pero no mas que eso, los dueños actuales entendieron todo y lo mantuvieron en perfectas condiciones. Sería ideal que la próxima persona que lo adquiera continúe con la misma línea y se preocupe por cuidarlo como corresponde, ya que se trata de una auténtica joya de la arquitectura”, amplió Baccello.
Al recorrerlo es normal observar los vitraux, los pisos de pinotea muy bien conservados, fallebas, chimeneas de estilo y pisos de damero, entre otros materiales importados que realzan el nivel de la propiedad.
Sobre el mercado inmobiliario y su actualidad, Baccello, concluyó que “en general sigue con altibajos, mucha incertidumbre, sin créditos hipotecarios y con cuestiones coyunturales poco precisas para el futuro. En tanto que este tipo de propiedades como la casa de los Leloir excede cualquier momento de mercado, dado que son inmuebles que pocas veces salen a la venta”.
Seguir leyendo: