El Gobierno ya trabaja en la próxima operación de venta de bonos del Tesoro para conseguir financiamiento en un año que será desafiante para el programa financiero y que inició, apenas arrancado el 2023, con un canje que le permitió al Ministerio de Economía despejar cerca de 3 billones de pesos en vencimientos en el primer trimestre.
Forma parte del plan de financiamiento que llevará adelante el Palacio de Hacienda este año y que le requerirá un permanente ida y vuelta con los actores del mercado financiero, con los que pulseará a lo largo del año para ajustar un equilibrio entre la tasa de interés y el plazo al que puede estirar Finanzas sus colocaciones de títulos en pesos. De ese tema y de otros ligados a la coyuntura económica hablaron este martes ejecutivos de bancos y funcionarios del Ministerio de Economía, a una semana de la próxima licitación de bonos.
“Fue una reunión constructiva, solemos hacer este tipo de encuentros para saber cómo ven ellos la coyuntura y que sepan cómo la vemos nosotros”
Un grupo de banqueros estuvieron presentes este martes en el Palacio de Hacienda, donde mantuvieron una reunión extensa con funcionarios de Sergio Massa en el quinto piso del ministerio, en un encuentro reservado que finalizó cerca del mediodía y que también contó con presencia virtual de otros ejecutivos, en un contexto en que algunos solo pueden conectarse a distancia por estar de vacaciones.
Hubo directivos de las dos principales cámaras de bancos, Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) que reúne a las entidades de capital nacional y la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), que nuclea a bancos extranjeros. “Fue una reunión constructiva, solemos hacer habitualmente este tipo de encuentros para saber cómo ven ellos la coyuntura y que sepan cómo la vemos nosotros”, explicaron a Infobae fuentes oficiales.
Desde los bancos mencionaron que además de la cuestión del programa financiero y el calendario de licitación de bonos también hubo sobre la mesa otros temas de coyuntura como el panorama monetario y de las Letras de Liquidez (Leliq) del Banco Central.
Hace algunos días trascendió que el Ministerio de Economía buscaría implementar un gravamen a los intereses que obtengan los bancos por sus tenencias de Leliq como mecanismo para compensar los ingresos del Tesoro por el fallo de la Corte Suprema que obligará al Poder Ejecutivo a redireccionar fondos hacia la Ciudad de Buenos Aires.
Un esquema de ese tipo haría más “cara” la emisión de Leliq, ya que las entidades financieras, que son las únicas en posesión de las letras del BCRA, pujarán por una tasa de interés mayor. Ese descuento impositivo además podría derramar sobre el canal de transmisión de la tasa de interés que establece el Central, para que las tasas de referencia lleguen a los plazos fijos para el ahorrista.
Un grupo de banqueros estuvieron presentes este martes en el Palacio de Hacienda, donde mantuvieron una reunión extensa con funcionarios de Sergio Massa en el quinto piso del ministerio
De todas formas, en el Gobierno consideraron que la reunión con los bancos “fue muy constructiva”. En los próximos días el equipo económico delineará la letra chica de la próxima licitación de deuda en pesos, que tiene como fecha prevista el próximo miércoles.
Con la mayor parte de las obligaciones de pago despejadas, la instancia de colocación de títulos será menos desafiante en ese plano aunque en Finanzas entienden que volverá el tira y afloje con el mercado para extender la curva de vencimientos con una tasa que en Economía consideren sostenible.
Al canje del martes pasado ingresaron los tenedores de cerca del 70% del total incluido en la operación. De esta manera, la cuenta de vencimientos para los primeros tres meses del año fueron reducidos desde de 4,3 billones acumulados a marzo (1,1 billones en enero, 1,2 billones en febrero y 2 billones más en marzo) hasta $390.000 millones, $420.000 millones y $600.000 millones, respectivamente, lo que da una cuenta final de 1,4 billones de pesos.
En los planes de Economía aparece ahora la idea de repetir este tipo de canjes a lo largo del 2023, que podrían darse de manera trimestral. La secretaría de Finanzas acudió a lo largo de los últimos meses a un menú de bonos y letras con tasas positivas respecto a la inflación y con distintos formatos, desde títulos atados a la evolución del tipo de cambio para ofrecer cobertura a los inversores, hasta indexados a la inflación y otros a tasa fija.
Para la consultora LCG, con la operación de conversión “el resultado fue una duration total promedio de casi 8 meses. Cabe destacar que el 58% del financiamiento total captado se destinó a títulos indexados (duales). Consecuentemente, el perfil de vencimientos para el período abril-mayo-junio se incrementó de 4,3 billones de pesos a $6,4 billones”, mencionó un informe reciente.
En los planes Economía aparece ahora la idea de repetir este tipo de canjes a lo largo del 2023, que podrían darse de manera trimestral
Por su parte, Equilibra publicó que “los vencimientos se están concentrando en los meses pre-electorales y es cada vez mayor la participación privada en las tenencias de corto plazo: entre abril y julio, los vencimientos en manos privadas promedian $915.000 millones (0,6% del PBI) por mes y totalizan más de la mitad de los vencimientos privados de todo 2023″, estimaron.
En ese sentido, alertaron que “a pesar del respiro que representó el canje para el primer trimestre, los desafíos para el resto del año son muy grandes. (...) En cualquier caso, el poco apetito privado por la deuda soberana en pesos significará una presión adicional sobre el mercado financiero/cambiario, por lo que vemos probable que la brecha se recaliente en los meses previos a las elecciones presidenciales, cuando crece la incertidumbre y la carga de intereses que enfrenta el Tesoro”, concluyó Equilibra.
Seguir leyendo: