La calificadora S&P subió la nota de la deuda en pesos de la Argentina tras el exitoso canje

La agencia consideró que “el incumplimiento selectivo” de la deuda en pesos “está subsanado luego de la entrega de nuevos instrumentos a los tenedores”

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Standard & Poor's pone el foco en la cuantiosa deuda del Tesoro argentino.
Standard & Poor's pone el foco en la cuantiosa deuda del Tesoro argentino.

Standard & Poor’s Global Ratings subió sus calificaciones crediticias soberanas del Tesoro argentino en moneda local de largo y corto plazo -ambas previamente en SD o “default selecivo”- a CCC- y C, respectivamente, así como su calificación en escala nacional de SD a ‘raCCC+’.

“Subimos nuestras calificaciones en moneda local de Argentina a ‘CCC-/C’ ya que consideramos que el incumplimiento selectivo está subsanado luego de la entrega de nuevos instrumentos a los tenedores de bonos”, explicaron desde la entidad.

La calificadora explicó que “la perspectiva de las calificaciones de largo plazo es negativa” y que su evaluación de riesgo de transferencia y convertibilidad se mantiene “sin cambio en ‘CCC+’”, y remarcó que la volatilidad del gobierno “limita la capacidad” de implementar mejores cambios en la política económica.

S&P consideró que el incumplimiento selectivo “está subsanado” luego de la entrega de nuevos instrumentos a los bonistas la semana pasada

“Argentina realizó un canje de deuda en pesos la semana pasada que clasificamos como un canje en condiciones desventajosas (distressed en el texto en inglés) dadas las pronunciadas vulnerabilidades macroeconómicas del soberano y su capacidad muy limitada para extender vencimientos y colocar deuda en el mercado local sin depender continuamente de los canjes, el tercero desde agosto de 2022″, detalló S&P Global Ratings.

Según la agencia, los nuevos instrumentos bajo el canje fueron entregados a los tenedores de los bonos, y por ello consideró que el canje inicialmente en “condiciones desventajosas” -algo equivalente a un incumplimiento de acuerdo-, como “subsanado”.

Perspectiva negativa de largo plazo

La perspectiva aún negativa en las calificaciones de largo plazo refleja los riesgos relacionados con los desequilibrios económicos pronunciados y la incertidumbre política antes y después de las elecciones nacionales de 2023.

La calificadora remarcó además que los mercados de capitales internacionales están cerrados a Argentina y destacó que “los desacuerdos dentro de la coalición de gobierno y los desacuerdos internos de la oposición limitan la capacidad del soberano para implementar cambios oportunos en la política económica”.

“Podríamos bajar las calificaciones en moneda extranjera en los próximos seis a doce meses en caso de que se presenten políticas negativas inesperadas o acontecimientos políticos negativos que socaven el ya limitado acceso a la financiación”, señaló S&P Global Ratings.

S&P podría mejorar la calificación de la deuda en moneda extranjera si la política brinda un plan para atender los desequilibrios macroeconómicos estructurales

Argumentó que los significativos retrocesos en la ejecución en el marco del Servicio Ampliado del FMI (SAF) complicarían el acceso a la financiación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, potencialmente, de otras instituciones multilaterales de crédito.

“Este escenario probablemente disminuiría aún más la confianza de los inversores locales y dificultaría el acceso a los mercados de deuda en pesos, lo que exacerba la necesidad de recurrir a la financiación del Banco Central en medio de una elevada inflación, lo que conduciría a una baja de la calificación crediticia”, remarcó S&P.

En este aspecto enfatizó la mayor presión en los mercados financieros locales, donde incluyó los depósitos del sistema bancario, y la dificultad que representa la gestión de la deuda del Banco Central -Letras de Liquidez o Leliq del BCRA- que también podrían llevar a una eventual baja de las calificaciones.

Deuda en moneda extranjera

S&P Global Ratings adelantó que podría subir las calificaciones de los títulos públicos argentinos en moneda extranjera en los próximos seis a doce meses si existiera un “historial de ejecución exitosa bajo el SAF” y “sobre cómo la política aliviará los desafíos de financiamiento en el mercado local y brindará un plan para atender los principales problemas de desequilibrios macroeconómicos estructurales de Argentina”.

“También podríamos subir las calificaciones si se presenta una recuperación económica pronunciada, que respalde resultados fiscales más sólidos que alivien la presión sobre las necesidades de financiación del Gobierno”, confiaron.

La semana pasada, la calificación crediticia en moneda local de la Argentina había sido degradada a “default selectivo” por S&P Global Ratings luego de que un canje de deuda del Gobierno retrasara los pagos de bono internos que vencen este trimestre.

El reciente canje de deuda

Como indicaron los analistas de la calificadora, el canje de deuda realizado el martes 3 de enero fue el tercero en solo cinco meses, lo que generó desconfianza inicial para los especialistas.

Puntualmente la Secretaría de Finanzas llevó adelante el primer canje del 2023 sobre un monto total de $4,3 billones, cuyo pago caía entre enero y marzo de este año. Poco más de la mitad de la tenencia de los títulos públicos correspondía a entidades del sector público (bancos oficiales, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses y el Banco Central), por lo que hubo una base de aceptación de la operación que ya se daba por descontada.

Para reforzar la participación del sector público en la conversión, el equipo económico puso sobre la mesa una oferta de bonos y letras con distintos plazos de vencimientos y coberturas contra aceleración inflacionaria y contra movimientos del tipo de cambio.

Un título en particular extendió la fecha de pago hasta febrero de 2024, aunque en el Ministerio de Economía aseguraron que buscaron que ese cupo fuera cubierto por tenedores públicos. En el Palacio de Hacienda consideraron “muy bueno” el resultado de la conversión, que rozó los 3 billones de pesos.

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