El Gobierno pagó USD 1.000 millones de intereses y le dio más impulso al rally de activos financieros argentinos

Parte de esos dólares fueron reinvertidos nuevamente en acciones y bonos locales. También tuvo un efecto favorable la baja de tasa a diez años en Estados Unidos, que provocó más apetito de los inversores en activos de riesgo

La fachada del ministerio de Economía, en Buenos Aires (REUTERS/Cristina Silles)

El Tesoro pagó ayer el mayor monto de intereses desde que se reestructuró la deuda en septiembre de 2020. Fueron alrededor de USD 1.000 millones que terminaron en los bolsillos de los inversores que poseen bonos reestructurados. Aunque buena parte de los tenedores de títulos prefirió quedarse con las divisas, otros terminaron reinvirtiendo, consolidando así la recuperación de los activos argentinos, tanto bonos como acciones.

Las subas de los bonos fueron de 2,5% en promedio y el riesgo país terminó abajo de los 2.100 puntos. En perspectiva se trata de una franca mejora luego de haber rozado los 3.000 puntos a mediados de año, justamente después de la sorpresiva salida de Martín Guzmán de Economía.

El Tesoro pagó ayer el mayor monto de intereses desde que se reestructuró la deuda en septiembre de 2020

Los bonos reestructurados fueron emitidos con una cláusula que gradualmente aumenta el cupón de intereses que paga el Tesoro, que en la jerga financiera se conoce como “step up”. Con el correr de los semestres esos cupones fueron incrementándose. En su momento, el sentido de pagar intereses crecientes era brindarle al Gobierno más tiempo para reacomodar la economía y ganar en capacidad de pago.

El próximo cupón de los bonos dolarizados cae el 9 de julio, cuando falte poco más de un mes para la realización es de las PASO, donde se definirán los candidatos que competirán en las elecciones presidenciales.

El ministro de Economía Sergio Massa (REUTERS/Matias Baglietto)

Con las nuevas subas, varios títulos superaron los USD 30, una importante recuperación en relación a los pisos que habían tocado hace apenas seis meses, cuando cayeron a niveles bien por debajo de los 20 dólares. El bono de mayor paridad es el que vence en 2038, que ya está en el 34%, con el atractivo de un mayor cupón de intereses, que se acerca al 4% anual.

Para los inversores el negocio es apostar justamente a cobrar el mayor monto posible de intereses, teniendo en cuenta el bajo valor nominal que tienen los bonos. Esto permite recuperar mucho más rápido la inversión que en un título tradicional, aun cuando se mantiene el peligro de una futura reestructuración de la deuda.

Un dato positivo para la deuda de países más riesgosos fue que la tasa a 10 años en los Estados Unidos operó en baja, ubicándose en la zona de 3,50% anual. Con este indicador clave mucho más estable en las últimas jornadas reapereció cierto apetito por inversiones de riesgo, desde papeles tecnológicos (muy golpeados en 2022) y también bonos de mercados emergentes.

Al menos una parte de los USD 1.000 millones que pagó ayer el Tesoro por intereses de bonos en dólares fue reinvertida en activos argentinos, lo que le dio todavía más impulso al rally. Además, la suba del petroleo impulso a las acciones del sector, como YPF y Vista Oil

Las acciones argentinas también siguieron con su racha positiva, aunque algo más atenuada que en las últimas semanas. La suba del petróleo le dio un nuevo impulso a los papeles del sector. YPF, por ejemplo, subió otro 3,75% y ya roza los 10 dólares. Aún así todavía está muy lejos de los USD 30 a los que llegó en pleno gobierno de Mauricio Macri. También Vista, la petrolera de Miguel Galuccio, siguió a paso firme con un nuevo incremento de casi 7 por ciento.

Pero también las acciones bancarias continuaron a paso firme, confirmando un mayor interés de inversores internacionales por posicionarse en activos locales. El ADR del Macro ganó otro 2,7% y se acerca a su máximo de casi 2 años. Algo parecido sucede con Grupo Financiero Galicia, que subió un porcentaje similar y superó los USD 11 por primera vez desde noviembre de 2021.

Los episodios del fin de semana en Brasil con un intento de golpe de Estado incluido sorprendió a los inversores, pero no parece haber alterado en lo más mínimo el proceso de recuperación que venían mostrando los activos financieros en Argentina. Los mejores números monetarios y fiscales, junto a una mayor estabilidad cambiaria. pero sobre todo las perspectiva de un cambio político en las próximas elecciones comenzaron a entusiasmar al mercado. Sin embargo, todavía quedaría mucho camino por recorrer dentro de esta fase de recuperación.

Seguir leyendo: