La Argentina volvió a registrar la segunda inflación más alta de América latina en 2022, detrás de Venezuela, con un incremento anual que no alcanzaba desde 1991, en el inicio del plan de convertibilidad -aun con el arrastre de la hiperinflación-. El jueves 12 de enero el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre.
Según el equipo económico, este dato podría ubicarse muy cerca del 4,9% registrado en noviembre, por lo que 2022 habría terminado en torno del 95% entre extremos. En 1991, después de dos años de hiperinflación, la inflación fue del 84% y desde entonces el índice más alto se alcanzó en 2019 con una suba del 53,8 por ciento.
En tanto, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), una medición independiente del gobierno de Nicolás Maduro, estimó que la suba de los precios fue del 305% el año pasado, al alcanzar un 37% en diciembre. El organismo alertó que las “pronunciadas aceleraciones de la inflación que se vienen registrando desde septiembre de 2022, pueden” poner a la economía del país “ante el peligro de un rebrote hiperinflacionario, que está tomando fuerza con la sostenida devaluación del bolívar”.
José Guerra, economista del OVF, dijo a Infobae desde Caracas que “el país está cerca del 50% de inflación mensual, que es la definición clásica de hiperinflación, porque se aceleró mucho la devaluación del bolívar, al punto tal que el Banco Central casi no interviene porque se quedó sin reservas, luego de varios meses de un promedio del 3 o 4 por ciento mensual a principios del 2022″.
Los datos oficiales, que no se publican desde octubre en la página del Banco Central de Venezuela, no son confiables (Guerra)
El economista aclaró que los datos oficiales, que no se publican desde octubre en la página del Banco Central de Venezuela, no son confiables, porque “la institución, que hasta 2012 fue un modelo y muchos argentinos trabajaron acá, fue vaciada de recursos humanos de calidad y, además, ahora hay un uso político de las cifras: solo se difunden cuando la inflación es baja, aunque el acuerdo de Venezuela con el FMI afirma que deben publicarse todos los meses”.
Cuba quedó tercera en la región con un 40% anual reportado hasta octubre pasado. Entre los otros países, dos registraron deflación del 0,2% en diciembre: Paraguay (8,1% en todo 2022) y Uruguay (8,2%); Bolivia y Ecuador tuvieron aumentos apenas del 0,1% el mes último y del 3,1% en todo 2022 en ambos casos; a su vez, Perú informó que registró una tasa del 0,7% el último mes del 2022 y 6,4% en los 12 meses del año pasado, mientras que en Colombia hubo inflación del 1,2% en diciembre y del 13,1% en todo el año.
En tanto, en la primera quincena de diciembre Brasil experimentó una suba de los precios del 0,5% y del 5,9% en todo 2022, mientras que en México fue del 0,3% (7,7% anual). De este modo, el promedio anual de la región fue del 8% el año pasado, frente al 95% de la Argentina.
Para 2023, se prevé una inflación superior al 200% en Venezuela, del 99,7% en la Argentina según el REM -aunque el Gobierno estimó 60 por ciento-
Para 2023, se prevé una inflación superior al 200% en Venezuela, del 99,7% en la Argentina según el REM -aunque el Gobierno estimó 60%-; luego, siguen 7,3% en Uruguay, 6,4% en Colombia, 5,1% en Chile, 4,9% en Brasil y México, 4,6% en Paraguay, 3,9% en Perú, 2,6% en Bolivia y 2,1% en Ecuador, según Latinfocus.
Comportamiento local y expectativas
El equipo económico que conduce Sergio Massa cree que el sendero de desinflación no será sencillo por el frágil equilibrio que deberá mantener entre algunos precios que deberá seguir actualizando -como las tarifas de los servicios públicos y el valor del dólar oficial- y otros que tratará de mantener más controlados, como los alimentos y bebidas con el programa de Precios Justos, que prevé una pauta de actualización del 4% mensual.
En diciembre, C&T informó que en el Gran Buenos Aires los precios presentaron “un incremento mensual de 6,2% en diciembre, por lo que 2022 cerró con un aumento de 97,4%, el mayor desde 1990″.
“La variación mensual de diciembre fue similar a la de noviembre pero superior a la de diciembre de 2021 (4,5%)”, observó el economista Camilo Tiscornia, de C&T.
El rubro de mayor suba mensual “fue esparcimiento, impulsado por los componentes relacionados con el turismo, que tienen un pico en este mes por el comienzo de la temporada de verano. Le siguió educación por el ajuste autorizado por el gobierno a los colegios de la región”.
En el rubro de vivienda “se destacó el aumento de las expensas por el efecto del aguinaldo y el bono para los encargados de edificios y en salud, al sostenido incremento de los medicamentos, se sumó un ajuste de 6,9% en las prepagas”.
En tanto, en “equipamiento y mantenimiento del hogar se destacó el aumento de salario de las empleadas domésticas”.
Por otro lado, C&T precisó que “siguiendo con la moderación de noviembre, alimentos y bebidas fue el rubro de menor incremento en el mes: 3,8%. Las bebidas, los aceites, las frutas y los derivados de la harina aportaron a esa moderación, mientras que la carne retomó la suba”.
Por su parte, ECO GO estimó que la inflación fue del 5,2% en diciembre y del 95,8% en todo 2022. En el caso de alimentos y bebidas, la suba registrada por el estudio que dirige Marina Dal Poggetto fue del 4,4% en diciembre y del 94,4% en todo el año.
El mayor incremento que detectó la consultora dentro de este rubro fue para los alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, con 102,7%. La indumentaria registró una suba del 5,8% el mes pasado y del 103,3% en 2022; a su vez, esparcimiento fue el rubro que más subió, con 149,9% en los 12 meses previos y 8,5% en diciembre.
La educación, según ECO GO, registró un incremento del 10,8% en diciembre y 109% en todo el año.
Por su parte el IPC de la Fundación Libertad y Progreso “arrojó un avance del 5,2% mensual, registrando un aumento por debajo del 6% por segunda vez consecutiva”.
“El rubro de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas (23% de la canasta del IPC) subió 4,2% en diciembre, mostrando una aceleración en la última semana del año. Sin embargo, el ritmo relativamente lento de las primeras tres semanas le permitió mantenerse por debajo del IPC general”, informó L&P.
“Esto habría sido explicado, por lo menos parcialmente, por la puesta en vigor del Programa ‘Precios Justos’. Los rubros que mostraron una mayor aceleración respecto a noviembre fueron ‘Prendas de Vestir y Calzado’ (7,7% vs 4,5%) y ‘Equipamiento y Mantenimiento del Hogar’ (7,9% vs 5,4 por ciento)”.
En cambio, “desaceleró el rubro de ‘Vivienda, Agua y Electricidad’ (3,6% vs 8,7%), ya que la próxima quita de subsidios para electricidad y gas se dará en enero y en diciembre solo se implementó la del Agua, que tiene un impacto mucho menor en el IPC”.
De esta forma, la inflación acumulada durante los primeros 36 meses de la presidencia de Alberto Fernández ascendió a 300,6%. De esta forma, ya se ubicó por encima del registro de todo el período diciembre 2015 – diciembre 2019, cuando fue 295,7%; y además es la mayor desde el estallido de la convertibilidad en 2001.
Ante cada suba que se escapa del promedio general, el equipo económico intenta repartirla en el tiempo -como ocurrió en la última semana con la telefonía e internet- para que el efecto del ajuste resulte más gradual en los bolsillos de la población que debe votar al próximo presidente en octubre de este año.
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