Pasó con éxito el dólar soja 2, el programa de incentivo exportador a un tipo de cambio preferencial de $230 por el cual se liquidaron USD 3.154 millones desde el 28 de noviembre al 30 de diciembre, un monto que resultó por encima del objetivo oficial. Con ese impulso, el BCRA terminó diciembre con compras netas en el mercado de cambios por casi 2.000 millones de dólares.
El dólar soja 2 permitió múltiples resultados positivos. Por un lado, se expandieron las exportaciones en un mes en el que son reducidas por motivos estacionales y se mejoraron los ingresos fiscales vía retenciones. Por el otro, el BCRA reforzó sus reservas internacionales y se logró el cumplimiento de las metas trimestrales establecidas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto último es clave para habilitar nuevos desembolsos que aceitarán el delicado trámite financiero que demandará este 2023.
A la vez el esquema de un dólar especial para exportadores trajo costos que no pueden ocultarse. El BCRA convalidó un tipo de cambio neto de $252 por cada dólar que sumó a reservas en diciembre, un 40% por encima del valor del dólar oficial vigente para el resto de los complejos comerciales “extra soja” -cerró el año en $177,16-, y se produjo una emisión neta por dólar soja de casi $600.000 millones, un monto comparable al del pago de intereses mensual que paga la entidad monetaria por sus títulos de deuda (Leliq, Pases pasivos y Nobac) y que es el principal factor de creación primaria de dinero.
Las compras netas del BCRA en el mercado totalizaron los USD 5.824 millones en 2022, el monto más alto en ocho años
El BCRA logró acumular en diciembre un saldo neto a favor de USD 1.987 millones, mientras que a lo largo de 2022 compró en el MULC USD 5.824 millones y superó la marca de 2021, por USD 300 millones, en su mejor desempeño anual desde 2014.
Fuentes de la entidad expresaron que “el cierre del año mostró un sobrecumplimiento de las metas de acumulación de reservas superior a los USD 440 millones”, según lo establecido en el acuerdo con el FMI.
Los analistas advierten en este caso que los dólares ingresados por adelantado a fines de 2022 escasearán en el 2023, cuando se prevé un recorte en la producción agrícola por el impacto de la sequía.
“No habrá espacio para adelantar ingresos del 2024, se agotó el dólar soja ya que queda poca mercadería en el mercado, hay una sequía que reducirá notablemente la cosecha de soja y maíz -ya ocurrió con trigo-, y la inflación seguirá gravitando en la economía argentina”, comentó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano.
Luego de 22 ruedas operativas del dólar soja 2 a una tasa de cambio diferencial de $230 desde el pasado 28 de noviembre hasta el 30 de diciembre, el monto liquidado por los exportadores de soja y derivados sumó USD 3.154 millones, con lo que se superaron los USD 3.000 millones que, como piso, esperaba el Ministerio de Economía.
“Si bien el valor resulta cercano al objetivo planteado por el Gobierno, es sustancialmente inferior al de la primera edición del programa, cuando se habían liquidado más de USD 8.000 millones. Esto deja en evidencia la disfuncionalidad que caracteriza a nuestro mercado de cambios, en el cual el Gobierno se ve obligado a controlar al extremo las importaciones -a través del nuevo sistema SIRA- y a ofrecer un tipo de cambio 30% superior para que los exportadores del complejo más importante efectivamente liquiden”, reseñó un informe del Instituto de Economía Aplicada de la UCES.
Con el dólar soja 2 el BCRA avaló un tipo de cambio neto de $252 por cada dólar que sumó a reservas en diciembre, un 40% por encima del oficial
En tanto, las compras netas efectuadas por la autoridad monetaria con el dólar soja 2 y otros conceptos -hubo ingresos de inversiones chinas para construir represas-acumularon en esos 22 días hábiles unos USD 2.311 millones, a un tipo de cambio promedio de $252,38, pues el Banco Central efectuó una emisión neta -entre compras a $230 a los sojeros, y compras y ventas en la plaza mayorista al dólar oficial- de $583.249 millones para adquirir esas divisas.
Las reservas internacionales cerraron 2022 en USD 44.588 millones, el monto más alto desde el 21 de septiembre de 2021 (USD 45.169 millones). Arrancaron el año en USD 39.582 millones y se incrementaron a lo largo de los 12 meses en USD 5.006 millones.
“El FMI aprobó la tercera revisión del programa, pero hubo algunos comentarios en torno al ‘dólar soja’. Este esquema ayuda a acumular reservas y mejorar el superávit primario, pero a costa de una expansión monetaria y pérdida financiera, por la compra de dólares a un precio mayor al oficial”, remarcó Roberto Geretto, analista de Fundcorp.
“Así, la atención estuvo puesta en los efectos secundarios de este esquema, y que va en la línea opuesta a una futura unificación del mercado de cambios”, añadió el economista.
“Después de un diciembre donde el aumento del tipo de cambio oficial desaceleró a menos del 6%, las expectativas estarán en cómo comenzará el año el ritmo de devaluación. De ratificarse una inflación del 5% o menos de diciembre, probablemente el BCRA siga aminorando la marcha del dólar”, afirmó Geretto.
Entre dólar soja 1 y 2, el BCRA pagó un tipo de cambio entre 30% y 40% más alto que el oficial, por más de USD 11.000 millones liquidados
Gracias al dólar soja el Gobierno consiguió evitar un salto discreto del tipo de cambio, en un contexto de inflación por encima del 90% anual, pero al confirmar un dólar en el MULC entre 30% y 40% más caro para las liquidaciones del agro por un total de USD 11.200 millones en 2022, evidencia la necesidad de una importante devaluación “de facto” para no sacrificar reservas y cumplir con el Fondo.
Un informe de Invecq Consultora Económica explicó que “excluyendo septiembre y diciembre, el Banco Central perdió USD 1.130 millones en el mercado de cambios. Si, además, obviamos la compra extraordinaria de divisas de la última semana de junio, cuando se impuso la refinanciación de deuda comercial y financiera, entre otras medidas, el Banco Central habría perdido más de USD 2.600 millones en dichos diez meses. En otras palabras, en 2022 el Banco Central solo logró acumular divisas con severas restricciones a la demanda -feriado importador de junio- y convalidando tipos de cambio diferenciales”.
“Esto es consecuencia del régimen cambiario vigente -cepo- y de la abrupta apreciación del tipo de cambio real: el tipo de cambio oficial cierra el 2022 con una variación nominal de 72,4% frente a una inflación que superaría cómodamente el 95%. El nivel de competitividad real multilateral actual es un 10% menor al de fines de 2021 -25% inferior al de diciembre 2019-. En perspectiva, desde la salida de la Convertibilidad a la fecha en un 90% del tiempo el dólar oficial se ubicó en niveles más competitivos que en la actualidad”, detallaron de los economistas de Invecq.
“Fuimos muy constructivos con el escenario y pensamos que el Gobierno tenía margen para cerrar el año sin convalidar un salto discreto del dólar oficial y para no reperfilar la deuda en pesos, y eso el mercado lo fue ‘comprando’ en esa dirección. Creemos que el Gobierno sigue teniendo margen para administrar la coyuntura en el año electoral. Cerró el 2022 haciéndole ‘triple check’ a las metas del acuerdo con el Fondo, se cumple las metas de déficit fiscal -déficit primario de 2,5% del PBI- y se cumple la meta de reservas internacionales, gracias a la segunda versión del dólar soja, que permite acumular USD 2.000 millones de los más de USD 3.000 millones que se liquidaron”, resaltó Federico Furiase, director de Anker Latinoamérica.
“Obviamente que el target de recomposición de reservas genera emisión monetaria y al hacerse a través del dólar soja genera un efecto negativo en la hoja de balance del Central, que tiene que comprar a un dólar más alto y vender a un dólar más barato. Por otro lado la meta de emisión directa que le hace el Banco Central al Tesoro a través de Adelantos Transitorios y Utilidades, también se le da un cheque (al BCRA), en el marco del acuerdo con el Fondo. Claro que por el otro lado el BCRA generó una emisión monetaria de 1,3 punto del Producto, con lo que es la compra de la deuda del Tesoro en el mercado secundario para proveer de liquidez y minimizar la volatilidad de la curva d ela deuda del Tesoro en pesos”, apuntó Furiase.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones destacaron que la mejora de la recaudación tributaria en diciembre “fue en gran parte provocada por los ingresos transitorios derivados del Programa de Incremento Exportador II -o dólar soja 2-. Cabe destacar que la recaudación sin retenciones -para aislar el efecto del esquema excepcional- se contrajo 2,1% real anual, tornándose negativa por primera vez desde enero 2021, mes que compara con un momento pre pandemia”.
“Específicamente, los ingresos por Derechos de Exportación alcanzaron en diciembre $218.766 millones, marcando una suba de 34,9% real anual -162,5% nominal- y siendo los terceros más altos del año detrás de marzo y septiembre -dólar soja 1-. Recordando que la recaudación de noviembre bajo este concepto había sido de tan solo $51.304 millones -$54.536 millones en pesos constantes-, podemos estimar que el extra aportado por el PIE II fue de $150.000 a $160.000 millones, suma equivalente a 0,2% del PBI·, reseñó Portfolio Personal.
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