La Bolsa argentina confirmó esta semana su arrollador andar alcista mediante la renovación del nivel récord en pesos por múltiples compras de inversores institucionales que usan al mercado como cobertura de carteras ante la alta inflación y la constante devaluación.
Las acciones líderes treparon un 5,8% en esta primera semana del año medido en pesos, luego del descollante incremento del 142% en pesos en 2022 (un 43% en dólar “contado con liqui”, que posicionó al mercado entre los más redituables en el mundo.
El índice líder S&P Merval de Buenos Aires cerró en un máximo en pesos 213.794 puntos, tras haber anotado un récord intradiario de 216.279 unidades al promediar los negocios del viernes.
Los sectores energéticos y financieros estuvieron muy demandados por la liquidez en danza. Entre los ADR y acciones de compañías argentinas cotizadas en dólares en Wall Street se destacaron los papeles de Edenor (+16,9%), IRSA (+14,9%), Grupo Galicia (+13,8%), Banco Supervielle (+10,7%) y Banco Macro (+10,4%).
“Hay una fuerte emisión que en parte se vuelca a la Bolsa y otra al dólar, siendo los intereses de las letras Leliq y los Pases del Banco Central los factores centrales de la expansión monetaria en curso”, comentó a Reuters el analista Marcelo Rojas.
La economía argentina cerró el año previo con una depreciación en el peso del 40% en promedio, y un alza de precios minoristas que se estima ligeramente por debajo del 100%, un récord de tres décadas.
El Gobierno habilitará la semana próxima sesiones extraordinarias en el Congreso para tratar, entre otros, el juicio político a la Corte Suprema, mientras que también se oficializará el dato de precios minoristas de 2022, lo que podría llevar al BCRA a tomar alguna nueva decisión sobre la política monetaria.
Aún con bajos cupones, los bonos del canje son una buena opción inversora incluso en el caso de una reestructuración dura post 2023
“Las acciones en América Latina se mantienen al alza tras el dato de empleo de Estados Unidos, el cual podría ocasionar que la Reserva Federal pare de subir los tipos de interés agresivamente. Eso apoya a las acciones en Estados Unidos y en Europa, contagiando de optimismo a las bolsas latinoamericanas”, dijo a Reuters Alexander Londoño, analista de ActivTrades.
Los bonos en dólares subieron un 4% en promedio en la primera semana del 2023, según la referencia de los Globales del canje en Wall Street, con un riesgo país que quedó levemente debajo de los 2.100 puntos. El 2023 comenzó firme para los Globales con ley extranjera que “acompañados por un viento de cola internacional que se mostró mixto, empezaron enero con el pie derecho”, según indicaron desde Portfolio Personal Inversiones, con cotizaciones promedio que se aproximan a los 30 dólares.
“De fondo sigue el mayor apetito de los inversores por dichos títulos, próximos a abonar una nueva renta con ascendentes cupones que mejoran el current yield (rendimiento presente)”, comentó el economista Gustavo Ber.
Desde Research for Traders apuntaron que “los soberanos en dólares habían cerrado en baja durante 2022, a pesar de la recuperación que tuvieron desde finales de julio pasado. Este año el mercado estará atento al financiamiento del Gobierno para afrontar los compromisos de deuda tanto en dólares como en pesos, en un año electoral donde se supone que aumenta el gasto público. También los inversores mirarán de cerca la evolución de la economía doméstica, en medio de una inflación que en los últimos meses se desaceleró pero que aún sigue siendo elevada”.
El Gobierno despejó vencimientos
Tanto los títulos en dólares como en pesos operaron en alza como respuesta a un alentador canje de bonos que logró el Gobierno el martes, con lo que despejó el panorama de vencimientos a corto plazo en el contexto de un año de alto voltaje político por elecciones presidenciales.
El Ministerio de Economía consiguió reprogramar pagos por unos 3 billones de pesos (equivalentes a USD 16.820) durante el primer trimestre del año, tras una operatoria con alta participación de entidades bancarias. Resultó un “canje exitoso”, dijo la cartera de Hacienda, mediante una conversión por un valor nominal de 1,6 billones de pesos.
Se “logró despejar el 67,2% de los vencimientos de los títulos elegibles en la operación de canje (...) Destacamos que posiblemente casi la totalidad de esos vencimientos remanentes se hallan en manos de tenedores privados”, sector con más participación que en el canje previo, reportó el Grupo SBS.
El Tesoro nacional debía afrontar vencimientos por 1,1 billón de pesos en enero, más 1,2 billón en febrero y 2 billones de pesos en marzo, por lo que ahora registra amortizaciones proyectadas a 390.000 millones de pesos, $420.000 millones y $600.000 millones, respectivamente. Así, extendió plazos de cancelación entre abril venidero y febrero de 2024.
“La base de los problemas actuales de Argentina es la pérdida de financiamiento, y al tratar de solucionar los problemas con pocas herramientas, se van creando otros problemas, uno de los cuales es la emisión”, reflexionó Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero.
El dólar libre ganó más de 2%
La divisa operada en el reducido mercado paralelo ganó ocho pesos o 2,3% en la semana, a $354 para la venta, cerca de su récord intradiario de $359 de la última semana de diciembre, con una brecha cambiaria de 97,5% respecto del dólar mayorista.
En la última semana el tipo de cambio oficial subió 2,09 pesos o un 1,2% respecto de los $177,16 del cierre de 2022. Este mercado cambiario continúa con su persistente debilidad, aunque el ritmo de devaluación se desaceleró ligeramente en comparación a semanas atrás como estrategia oficial, dijeron operadores.
En este punto, destaca como noticia positiva que el BCRA finalizó la primera semana del año con saldo neto comprador de USD 61,5 millones, dado que en el verano las ventas del agro son reducidas en comparación al período abril-julio, que concentra las exportaciones de la cosecha gruesa de soja y maíz.
“Una actitud prudente podría llevar al Banco Central a mantener las tasas de interés (la próxima semana) a la espera de nuevos datos que confirmen la desaceleración de la inflación. En cambio, si adoptara una posición más laxa podría decidir una reducción moderada de las tasas, que aumentaría la presión sobre el contado con liquidación”, explicó a Reuters un agente bancario.
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