Reservas internacionales: en 5 meses, la estrategia de acumulación de Massa superó a las de sus antecesores

Salvo en el aporte del FMI, todos los ítems fueron mejores en los últimos cinco meses del año que en los primeros siete. Cómo se avizora 2023

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Un informe de Quantum, la consultora de Daniel Marx, asesor informal en materia de financiamiento y deuda del equipo económico que encabeza Sergio Massa, analizó la evolución de las reservas de dólares durante 2022 y llegó a una fortísima conclusión: las cosas fueron muy mal en los primeros siete meses del año, marcados por la gestión de Martín Guzmán y su brevísima sucesora, Silvina Batakis, y mejoraron notablemente en los últimos cinco, bajo la gestión massista.

“La acumulación fue posible por la evolución del período agosto/diciembre 2022, producto, en parte del mayor control de las políticas monetaria y fiscal, pero significativamente por la aplicación del “dólar soja”, mayores restricciones a los pagos de importaciones y los desembolsos netos de organismos internacionales”, dice el informe. En ese período, precisa, el Banco Central (BCRA) compró USD 5.129 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), resultado que asocia a las ventas de dólar soja, versiones 1 y 2, “con sus incentivos del mayor tipo de cambio”.

En 2023 por primera vez el saldo de divisas con el FMI daría negativo, luego de los aportes netos que la entidad hizo en 2021 por el aumento de su capital y en 2022 a través del programa de “Facilidades Extendidas”

No obstante, Quantum reconoce que parte del aporte de las mayores divisas generadas por esos incentivos, que mejoran el saldo comercial, se compensan debido a que “el sector privado fue demandante neto de divisas financieras por más de USD 2.500 millones en el período (y USD 6.300 millones en los últimos 12 meses.

En cuanto al flujo neto de divisas esperado en 2023, el informe señala que la campaña agrícola “no será tan buena como la del año pasado” y que “no se contaría con desembolsos netos de organismos internacionales en los niveles de 2022″. De hecho, por primera vez el saldo de divisas con el FMI daría negativo, luego de los aportes netos que la entidad hizo en 2021 gracias al aumento de su capital y en 2022 a través del programa de “Facilidades Extendidas”.

Antes y después

El análisis divide claramente el período pre y post Massa. De enero a julio, precisa, a pesar de los excelentes precios internacionales de los principales bienes de exportación del país (54% superiores a la campaña previa en el caso del trigo, 20% en el del maíz y 12% en el de la soja) se liquidó solo 10% más de divisas que en el período anterior. Peor aún, en ese período las exportaciones totales aumentaron 14%, contra 27% que aumentaron las importaciones. En parte –reconoce el informe- se debió a mayores importaciones de energía, pero también aumentaron mucho las importaciones de servicios (ahí pesó el aumento de los fletes) y los gastos en turismo y tarjeta de crédito en exterior.

Mientras entre enero y julio
Mientras entre enero y julio las reservas brutas cayeron USD 1.430 millones, entre agosto y diciembre aumentaron USD 5.939 millones. El gráfico muestra las diferencias, por componente

En lo que sí tuvo “superávit” el período Guzmán-Batakis, dice Quantum, fue en desembolsos de organismos internacionales: USD 3.741 millones, básicamente del FMI. Algo que el exministro llamaría “financiamiento neto positivo” bajo su gestión y “deuda” en cualquier otra.

En el mismo período las operaciones del sector público dejaron un saldo negativo de USD 2.439 millones, principalmente por pagos netos de deuda, incluidos USD 1.400 millones de intereses del Tesoro. Adicionalmente, entre enero y julio se apreció el dólar, el renminbi (la moneda china, que explica cerca de la mitad de las reservas del BCRA) se depreció 6% y cayó 2,6% el precio del oro. La suma de esos efectos redujo en USD 1.604 millones las reservas del Central.

Las reservas cayeron también por la caída en USD 1.104 millones de los depósitos privados en dólares, que se tradujo en una merma de USD 604 de las divisas del Banco Central. También pesó negativamente la intervención del BCRA en el mercado de cambios, por USD 380 millones.

Las cosas se dieron vuelta a partir de agosto. “En esta etapa el cambio más importante fue la introducción del dólar soja”, subraya Quantum. En los últimos cinco meses del año, precisa, la compra neta de divisas fue de USD 5.129 millones, gracias a la liquidación de exportaciones agrícolas por USD 18.129 millones (unos USD 6.500 millones más que en igual período de 2021), lo que hizo que las exportaciones de bienes base-caja sumaran más de USD 34.000 millones, mientras los pagos de importaciones de bienes fueron casi los mismos que en 2021.

Massa, en una de las
Massa, en una de las reuniones con dirigentes del campo y la agroindustria en que se negoció el "dólar soja"

En servicios, en tanto las exportaciones aumentaron 14% interanual y las importaciones 36%, “mucho menos que en la primera etapa del año, que fue 87%” resalta la consultora de Marx. En total, las dos versiones del dólar soja aportaron USD 11.826 millones y los organismos internacionales contribuyeron con USD 1.325 millones: USD 945 millones del FMI y el resto del Banco Mundial, el BID y la CAF. Este último fue el único renglón en que Guzmán le “ganó” a Massa. Otras operaciones del sector público dejaron un saldo negativo de USD 240 millones (“un monto relativamente menor porque no hubo pagos de servicios de deuda”, acota Quantum) y las variaciones de cotización de renminbi (que se depreció otro 3%) y oro (que se apreció 2,5%) supusieron una merma de USD 689 millones en las reservas.

Por último, los depósitos privados en dólares volvieron a aumentar y, por vía del “efectivo mínimo” que se guarda en el Central, mejoraron las reservas en USD 484 millones, casi USD 400 millones por encima de los USD 89 millones que perdió vía intervenciones en el mercado cambios”.

En suma

En conclusión, precisa Quantum, en el período agosto-diciembre las reservas brutas aumentaron en USD 5.939 millones “y se revirtió la dinámica negativa observada en la primera parte de 2022″. En buena medida, reitera, porque eal dólar soja “generó incentivos para que el sector privado desacumulara tenencias de esta oleaginosa”. En suma, la zanahoria de Massa fue más eficaz que el palo de Guzmán.

En 2023, estima Quantum, la oferta neta comercial de divisas sería menor a la de 2022, pues el valor de la campaña agrícola sería entre USD 3.500-5.000 millones menor aunque –señala- “todavía existe incertidumbre sobre el impacto en uno u otro sentido del clima y precios en los próximos meses”. Habría a su vez menor importación neta de energía aunque –en sentido opuesto- al FMI se le pagará deuda en términos netos por alrededor de USD 4.600 millones.

El informe concluye citando la “incertidumbre” por el proceso electoral “y la persistencia de la brecha cambiaria en niveles de 90-95%” como “factores adicionales que afectarán la dinámica de acumulación de reservas de este año”.

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