La venta de combustibles premium cayó por primera vez en 21 meses

La baja fue leve, pero cortó una racha positiva de casi dos años. Inciden las brechas de precios y el poder adquisitivo de los salarios

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Hay una migración hacia combustibles
Hay una migración hacia combustibles de menor calidad. Foto: Daniel Karmann/dpa

Las estaciones de servicio de todo el país sufrieron una caída de ventas de sus combustibles premium en el mes de noviembre. Se trata de la primera baja luego de 20 meses consecutivos de mejora.

Según estadísticas publicadas por la Secretaría de Energía de la Nación, en el penúltimo mes del año los estacioneros comercializaron 220.785,27 m3 de nafta premium, lo que representó una retracción interanual de 1,3% respecto a los 223.759,27 m3 que vendieron al público en noviembre de 2021.

Si bien se trata de una diferencia de solo 2.974 m3, la caída toma importancia cuando se mira un poco al pasado. Es que la última vez que las empresas proveedoras de combustibles registraron una baja de ventas en ese producto fue en febrero de 2021, cuando el nivel de actividad era muy limitado a causa de las medidas sanitarias restrictivas. Desde marzo de ese año en adelante no se habían vuelto a ver resultados negativos y durante largos períodos de tiempo los índices de mejora alcanzaron los dos dígitos.

Lo mismo pasó con el diésel premium. En ese caso la retracción de noviembre pasado fue mínima (-0,1%), pero aún así puso fin a un largo período de crecimiento. Al igual que ocurre con la nafta, el último resultado negativo registrado por la Secretaría de Energía se dio en febrero del 2021. En esa oportunidad las ventas de diésel de mayor calidad se habían retraído un 9%.

Migración hacia la menor calidad

Según especialistas del mercado de combustibles, hay dos factores que, combinados, explican la caída de las ventas de combustibles premium. Por un lado, destacan que las brechas de precios entre las diferentes calidades se han agrandado (hoy es de 23% en naftas y 37% en gasoil); por otro, advierten que la caída del poder adquisitivo se ha profundizado. Esto último es fácilmente comprobable, considerando que en los primeros diez meses de 2022 los salarios acumulaban un ajuste promedio del 69,5%, contra una inflación del 76,6%.

Los 7,1 puntos de poder de compra perdidos, sumado al atractivo de comprar más barato, hizo que los conductores se inclinaran más por las versiones de menor octanaje. Esto también se observa con facilidad en las estadísticas. Es que tanto en diésel como en nafta, las versiones “súper” cumplieron ya los 21 meses de crecimiento consecutivo.

Puntualmente en noviembre, se vendieron 467.743,22 m3 de gasoil común y 591.084,59 m3 de nafta súper, lo que dejó como resultado mejoras interanuales del 4,2% y 5,9% respectivamente. Se trata además de máximos históricos, que se apalancan por el aumento del parque automotor.

Peligran los pagos con tarjeta

A fines de diciembre las empresas nucleadas en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) amenazaron con dejar de aceptar tarjetas de crédito como forma de pago. Ahora, tomaron la decisión de postergar la medida al menos hasta febrero.

El punto de conflicto radica en el tiempo que pasa entre el momento en que el consumidor paga con su tarjeta hasta el día en que los propietarios de las estaciones de servicio reciben el dinero. A eso se suman las tasas de las comisiones, que los empresarios consideran demasiado altas.

“Tras sucesivos reclamos y con un fallo judicial de por medio a favor, las estaciones de servicio están evaluando tomar una medida drástica ante la falta de respuesta: no aceptar pagos con tarjeta de crédito. Desde CECHA vienen reclamando por los perjuicios provocados diariamente debido a los plazos de acreditación y las comisiones fijadas por las compañías emisoras de los plásticos”, señalaron a través de un comunicado de la entidad.

En lo que respecta a las comisiones, los estacioneros informaron que, junto con los impuestos, alcanzan una tasa de entre el 1,5% y el 1,8%, mientras que en los países limítrofes es de 0,5%.

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