En otra jornada negativa para Wall Street, las acciones argentinas siguieron sobresaliendo. Las cotizaciones se fueron acelerando con el correr de las horas y finalmente hubo subas que llegaron hasta casi 9% en dólares, sobresaliendo los bancos y también y también las energéticas. De esta forma, los papeles argentinos no solo sostuvieron sino que profundizaron la fuerte racha alcista que comenzó a principios del segundo semestre, coincidiendo con la salida de Martín Guzmán del ministerio de Economía y la posterior llegada de Sergio Massa.
El desacople respecto a lo que ocurría en el mercado neoyorkino fue ayer más notorio que nunca. Los inversores continuaron con la ola de ventas, especialmente de acciones tecnológicas. El dato firme de empleo que se conoció en los Estados Unidos hizo recrudecer los temores sobre un recalentamiento de los precios, lo que aleja la posibilidad de una baja de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal a lo largo de 2023.
Los papeles argentinos no solo sostuvieron sino que profundizaron la fuerte racha alcista que comenzó a principios del segundo semestre
Pero las acciones argentinas siguen su propia dinámica, totalmente ajena ahora a lo que está sucediendo con los mercados globales.
El índice Merval terminó ayer con una suba de 4% y los ADR argentinos que cotizan en el mercado neoyorkino registraron en algunos casos subas excepciones. Los bancos, que tuvieron un flojo 2022, ya vienen en franca mejora desde diciembre y esta suba se consolidó en las últimas jornadas. Grupo Galicia trepó 6,8%, Macro 6,7% y Supervielle arriba de 8%.
La suba del petróleo también alentó la suba de las compañías ligadas al sector energético. YPF ganó otro 7,2% y ya acumula una suba superior a 200% en dólares desde los mínimos de julio, Vista Oil (la gran ganadora del año pasado) subió 4,3% y Pampa subió 3,6 por ciento.
En un informe realizado por la compañía Invertir en Bolsa (IEB) anunciaron una rotación de su cartera de acciones, favoreciendo al sector bancario. “Nuestro análisis se basa en primer lugar en la percepción de un mejor clima financiero, con licitaciones que le dieron aire al Tesoro y una inflación en leve descenso. Pero además, la decisión de Cristina Kirchner de no presentarse en las elecciones de este año le da una oportunidad a Sergio Massa de presentarse como candidato del oficialismo. Lo consideramos un incipiente ingreso a un trade electoral”, destacó el análisis.
El “trade electoral”, o la apuesta a un cambio de ciclo político que hacen los inversores ya no solo es la posibilidad de que un candidato de Juntos por el Cambio llegue al poder. También que el oficialismo presente un candidato que se aleje de los más rancio del kirchnerismo
Detrás de estas espectaculares subas hay una serie de factores, ya que sería imposible atribuirlas a un solo motivo. Entre los principales pueden mencionarse los siguientes:
– La llegada de Massa al Gobierno. Su precencia alejó los peores fantasmas respecto a la evolución de la economía argentina. El ministro de Economía se concentró en acumular reservas netas, que estaban casi en terreno negativo, se avanzó en la consolidaciones de las cuentas públicas, cumpliendo la meta anual con el FMI, y en los últimos meses también se notó una disminución (muy gradual por ahora) en los índices de inflación. Esto ayudó a templar el ánimo de los inversores.
– Los precios de las acciones argentinas venían de niveles extremadamente bajos. Hasta mediados del año pasado, la mayoría de los papeles aún no habían levantado cabeza respecto al cimbronazo que generó la victoria de Alberto Fernández en las PASO de agosto de 2019. La mayoría de los papeles había quedado entre 60% y 80% debajo de sus valores máximos. Esto dio lugar a que muchos inversores empezaran a buscar oportunidades, a partir de precios virtualmente regalados. Ahora el índice Merval cotiza a un equivalente de 613 dólares, cuando lo hacía a menos de 400 a mediados de año. En el mejor momento del gobierno de Mauricio Macri, llegó a cotizar a 1800 dólares.
– La proximidad de las elecciones presidenciales también generan entusiasmo. Los mercados observan con atención lo que será el principal comicio en Latinoamérica en 2023, así como el año pasado se destacaron los de Colombia y Brasil. Ya desde el último trimestre del año pasado desfilan por bancos y sociedades de Bolsa locales varios administradores de cartera del exterior, buscando información de primera línea sobre el futuro político y económico de la Argentina. Pero a esta altura lo que más entusiasma es la decisión de Cristina Kirchner de bajarse de la carrera presidencial. Si bien todavía no está claro que mantenga firme esta postura, la lectura es que difícilmente el kirchnerismo duro se mantenga en el poder después de diciembre de 2023, lo que es recibido con optimismo por los mercados.
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