Pasó otro día de negociaciones y el conflicto gremial que frena a más de 1.000 contenedores en el Puerto de Rosario sigue sin resolverse. Ayer hubo una nueva reunión entre el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) y representantes de la empresa TPR (Terminal Puerto Rosario), pero no se llegó a un acuerdo y las medidas de fuerza tomadas por los trabajadores se mantienen firmes.
El origen del conflicto se dio hace más de un mes y fue el despido de 25 empleados, de los cuales 20 ya fueron reincorporados. Los otros cinco fueron notificados “con justa causa”, por lo que formalmente el sindicato no pelea por su restitución, sino por que se les pague una indemnización. Sin embargo, un grupo de afiliados al SUPA le está exigiendo al secretario gremial, César Aybar, que busque que todos los empleados sean reincorporados.
De hecho, uno de los ex trabajadores se encadenó en los portones de acceso al puerto para reclamar que se dé marcha atrás con su despido.
Fuera de ese incidente, quienes se mantienen cerca de las negociaciones aseguran que la disputa está llegando de a poco a su fin. “Mañana (por hoy viernes) habrá una nueva reunión. Aparentemente hay intención de las partes de llegar a un acuerdo. Además hay mucha presión de todos lados. Incluso intervino el Ministerio de Economía de la Nación”, informaron desde una de las empresas afectadas.
Pérdidas millonarias
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) emitieron un comunicado para manifestar su postura respecto a cómo el conflicto sindical está afectando al desarrollo de la actividad productiva. Desde el organismo informaron que la entidad ha realizado gestiones ante las autoridades correspondientes para intentar que el puerto vuelta a la actividad..
“De acuerdo al monitoreo realizado por la entidad, al día de la fecha se mantiene inmovilizada la carga de más de 1.000 contenedores”, aseguraron. Si bien no precisaron un número para describir las pérdidas económicas, aseguraron que las consecuencias “son millonarias”.
“El conflicto gremial que se desarrolla en el Puerto de Rosario ha paralizado la carga y descarga de contenedores que se encuentran varados a la intemperie, afectando a las industrias que necesitan de los insumos de uso difundido, productos perecederos e incluso críticos allí contenidos, especialmente de los sectores alimenticio y farmacéutico”, señalaron desde UIA.
“Además, la parálisis de la terminal, que es una de las vías principales del circuito logístico hacia el exterior, perturba seriamente la operatoria de comercio exterior, generando el doble perjuicio de impedir el abastecimiento local y el ingreso de divisas al país”, remarcaron.
Asimismo, la Unión Industrial Argentina informó que las empresas locales más afectadas por el freno de actividades en Rosario son cerealeras, alimenticias, automotrices y exportadoras de electrodomésticos. “Tienen compromisos de ventas y plazos acordados con clientes del exterior a los que no pueden responder. Esto genera paradas de producción, riesgos de pérdidas de mercados de exportación e incluso sanciones por el incumplimiento de los compromisos asumidos”, agregaron.
Más allá del conflicto laboral entre el gremio y la empresa, la UIA manifiesto la necesidad de liberar cuanto antes la carga inmovilizada, razón por la cual ha solicitado al Ministerio de Trabajo se proceda a “declarar la esencialidad” de dicha actividad para no continuar afectando las cadenas de valor y restablecer el abastecimiento de bienes a lo largo del país.
En diálogo con Infobae, Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, explicó anteriormente que la consecuencias más grave del conflicto gremial en el Puerto de Rosario se da sobre la producción, debido a que se producen faltantes de insumos e incluso deterioro de la mercadería, especialmente en los casos que requieren refrigeración. “Tenemos relevado que de los 1.000 containers que no pudieron retirarse, más de 700 fueron identificados como industriales. Estamos urgidos porque se va a comenzar a ver afectado el trabajo”, reclamó.
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