Por el mayor peso del impuesto a las Ganancias, la presión tributaria llegó al 23,8% del PBI en 2022

Registró un aumento de 0,75 puntos en los últimos cuatro años, impulsado no sólo por ese tributo sino también por Bienes Personales. Cuáles fueron los impuestos que perdieron incidencia

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escontando los anticipos extra de
escontando los anticipos extra de ganancias percibidos en el último trimestre, el año pasado hubiera presentado una menor presión tributaria que en el año 2021 (Foto: AFIP)

La presión tributaria, entendida como la recaudación nacional en relación al tamaño de la economía, culminó el año con un nivel del 23,8%, lo cual implica un aumento de 0,12 puntos porcentuales respecto a la de 2021. Sin embargo, en ese nivel de ingresos fiscales se deben computar 3 anticipos adicionales del impuesto a las Ganancias, operativos en el último trimestre del año que totalizaron $220.050 millones , es decir, un 0,26% del producto interno bruto.

Sin estos anticipos la presión tributaria efectiva habría sido 0,14 puntos porcentuales menor que el año anterior. En otros términos, el impuesto a las Ganancias fue lo que habría registrado un aumento la presión efectiva en 0,57 puntos porcentuales del PIB teniendo en cuenta los tres anticipos extra. Sin ellos, el aumento sería de 0,31 puntos.

Así se desprende del análisis publicado ayer por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que comparó la presión fiscal no sólo con la registrada el año pasado sino también a lo largo de los últimos cuatro años.

De acuerdo al informe, elaborado por el director del instituto Nadín Argañaraz, “siguiendo el ranking con las variaciones en puntos porcentuales para el periodo 2021-2022, se observa que el único impuesto con aumento de presión tributaria es el impuesto a las Ganancias, aún descontando los anticipos extras mencionados”, destacó el informe que también aclaró que los impuestos a créditos y débitos en cuentas corrientes, seguridad social e IVA prácticamente no registran variaciones significativas.

En el otro extremo se ubican derechos de importación, combustibles y derechos de exportación como aquellos tributos que tuvieron una disminución de importancia relativa al PIB.

Al comparar la evolución de la presión tributaria en los últimos 4 años, la misma obtuvo un aumento de 0,75 puntos porcentuales del PIB y de 0,49 puntos descontando los anticipos extras de ganancias. Comparando con 2019 los principales tributos, este aumento es explicado fundamentalmente por la dinámica del impuesto a las Ganancias, con un aumento de la presión tributaria de 0,58 puntos., seguido de Bienes Personales con 0,36 puntos porcentuales.

Si no se consideran los anticipos extras de Ganancias, el impuesto con mayor aumento de presión tributaria sería Bienes Personales. También derechos de exportación aportaron un aumento de 0,14 puntos.

Por otro lado, hay tributos que disminuyeron su presión tributaria, como por ejemplo los impuestos a seguridad social, que tuvo la mayor caída, con una disminución de 0,45 puntos porcentuales. Los otros dos impuestos que le siguen con importante caída son los derechos de importación y combustibles, con descensos de 0,39 y 0,23 puntos porcentuales, respectivamente.

En los últimos 4 años la presión tributaria efectiva nacional ha sido estable en torno al 23,7% del producto bruto interno. Si bien en 2019 cerró levemente en 23%, con la asunción del gobierno de Alberto Fernández trepó al año siguiente a 24,14% para reducirse al año siguiente a 23,7%, donde se consolidó.

Presión tributaria 2022 vs 2021.Fuente:
Presión tributaria 2022 vs 2021.Fuente: IARAF

El año 2022 cerró en línea, con una presión tributaria del 23,8% en términos del PIB, ligeramente superior al año anterior. Descontando los anticipos extra de ganancias percibidos en el último trimestre, el año pasado hubiera presentado una menor presión tributaria que en el año 2021, con un descenso de 0,14 puntos porcentuales del PIB.

Según Argañaraz, para 2023 se registra una tendencia a la baja ya que de acuerdo al Presupuesto aprobado para el año, se prevé un crecimiento en torno a 2% pero un nivel de recaudación por debajo de ese desempeño. Sin embargo, esas pautas están sujetas a confirmación ya que no pocos analistas privados cuestionan la proyección de crecimiento por un lado y descreen, por el otro, de la estimación de inflación que subestima los recursos tributarios.

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