Enero ya está en marcha y los volúmenes negociados en el mercado de cambios se redujeron a la mitad, pasado el efecto del dólar soja 2, vigente hasta el 30 de diciembre, que incentivó los ingresos por exportaciones.
Este miércoles el monto negociado en el segmento de contado alcanzó los $225 millones y el BCRA terminó su participación con compras por solo USD 2 millones, menos del 1% de lo ofertado en la rueda. La entidad había comprado USD 3 millones el martes y finalizó el lunes con saldo neutro; solo se quedó con USD 5 millones en las primeras tres sesiones operativas del 2023.
Estas cifras contrastan con el saldo comprador de casi USD 2.000 millones que obtuvo la entidad monetaria en diciembre, en una mejora de sus saldos de intervención en gran parte provocada por los ingresos transitorios derivados del Programa de Incremento Exportador II (PIE II o dólar soja 2), a un tipo de cambio mucho más alto que el oficial, de $230 para las ventas de soja y derivados.
Todavía es algo prematuro para conocer la gravedad de la falta de divisas durante el verano pero lo concreto es que, tras la finalización de la segunda edición del dólar soja.
De acuerdo a las últimas estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, la merma del flujo de divisas superaría los USD 10.000 millones respecto a este año, aun cuando las exportaciones “efectivas” sólo se reduzcan en unos USD 4.000 millones. Esto, explica la entidad, es la consecuencia de los cobros anticipados de exportaciones y la prefinanciación.
“Estos dos mecanismos conducen a que la liquidación de divisas en un determinado mes pueda quedar por encima de la exportación efectiva de mercadería, pero que luego será compensada en los meses siguientes: la exportación efectiva será superior a la liquidación de divisas”, apuntó la Bolsa rosarina.
Las reservas internacionales brutas crecieron el martes sólo USD 4 millones y finalizaron en USD 44.610 millones, un máximo desde el 21 de septiembre de 2021.
Jorge Vasconcelos, economista Jefe del IERAL de la Fundación Mediterránea, evaluó que “una de las tantas paradojas de 2022 ha sido, justamente, que el sector externo volvió a ser fuente de expansión monetaria, sin que el dólar soja haya contribuido a la mejora de 3.600 millones de dólares de las reservas del BCRA, explicada por los giros del FMI, BID y demás”.
“Sin esas transferencias, las reservas habrían caído en 730 millones de dólares. Es una derivación de la falta de ahorro del sector público y del exceso de pesos, que deteriora la dinámica del sector externo, aun con precios excepcionales de la soja y demás commodities, y también de un régimen cambiario que empuja a un recurrente exceso de demanda de dólares al tipo de cambio oficial”, acotó Vasconcelos.
“Con el dólar soja 2 ya en el pasado, más allá de cumplir con sus objetivos, ahora arranca la etapa de defender las divisas acumuladas hasta la próxima cosecha, y de ahí que se monitoreará el drenaje que deberían ir dejando las intervenciones en los próximos meses”, aportó el economista Gustavo Ber.
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