Entre los múltiples riesgos a los que está expuesta la economía este año, existe uno que tanto el equipo económico como los analistas privados consideran consumado: la desaceleración de la actividad económica. En qué medida el menor crecimiento se convertirá en recesión dependerá de la intensidad de diversos factores, esencialmente la disponibilidad de dólares. Si bien el Gobierno mantiene por ahora la proyección de un avance de 2%, el propio Banco Central advierte sobre las distintas dificultades que deberán superarse en función de alcanzar dicha meta. Por un lado, un contexto internacional que también tiende a la recesión global sumado a los riesgos locales, derivados del impacto de la sequía, los niveles todavía altos de inflación y la incertidumbre electoral. En el BCRA también destacan la política fiscal más austera y los desafíos que enfrenta el ministro de Economía, Sergio Massa, respecto de los vencimientos de la deuda en pesos, en los que también influirá la campaña política.
Esos mismos factores son los que hacen pronosticar a los consultores privados niveles de crecimiento exiguos, por debajo de 1,5% anual, y en muchos casos vislumbrar una recesión. Con caídas estimadas entre 2% y 2,5%, se anotan en este último pelotón los bancos Galicia, Itaú y Supervielle, además de las consultoras Eco Go, Fiel y Econométrica. Otras entidades prevén una recesión menos profunda, entre 0,5% y 1% de retroceso, como Equilibra, LCG, JP Morgan, Citigroup o HSBC.
“La oferta de dólares es cada vez más limitada, contra una demanda de dólares que es más elevada, lo que va a condicionar el nivel de actividad por vía de las importaciones. También la sequía, depende que tan extensa sea, va a influir en la actividad”, apuntó Sebastián Menescaldi, economista de la consultora Eco Go, quien destacó un tercer elemento, clave para la estabilidad financiera y también cambiaria pero que trasciende las variables estrictamente económicas: el nivel de agresividad de la campaña electoral.
“La cooperación política va a ser un factor determinante para que haya o no crisis financiera. Si se percibe que viene un gobierno que dice que va a levantar el cepo y para eso tiene que reestructurar los contratos en pesos, títulos o depósitos, eso haría saltar la brecha cambiaria”, explicó Menescaldi para quien “según los grados” en los que se materialicen esos riesgos, la actividad económica retrocederá entre 2% y 3% durante 2023.
Todavía es algo prematuro para conocer la gravedad de la falta de divisas durante el verano pero lo concreto es que, tras la finalización de la segunda edición del dólar soja, el BCRA apenas pudo comprar USD 3 millones y el ingreso diario se ubicó en torno a los USD 35 millones. De acuerdo a las últimas estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la merma del flujo de divisas superaría los USD 10.000 millones respecto a este año, aun cuando las exportaciones “efectivas” sólo se reduzcan en unos USD 4.000 millones. Esto, explica la entidad, es la consecuencia de los cobros anticipados de exportaciones y la prefinanciación, “Estos dos mecanismos conducen a que la liquidación de divisas en un determinado mes pueda quedar por encima de la exportación efectiva de mercadería, pero que luego será compensada en los meses siguientes: la exportación efectiva será superior a la liquidación de divisas”, apuntó la BCR.
Del dato se desprende la presunción de que, ante la menor disponibilidad de divisas, el Gobierno endurecerá los controles a la importación, con el consecuente freno a la economía que eso implica.
“El crecimiento casi se detendrá el próximo año. La demanda doméstica se verá azotada por una inflación y tasas de interés elevadísimos, un nivel de ahorro menguado y un clima de negocios incierto en la previa de la elecciones generales en octubre de 2023″, concluyó la última edición del Latin Focus, que releva las proyecciones de más de 40 consultoras y entidades financieras locales e internacionales. “Además de eso, un entorno económico global más débil limitará el crecimiento de las exportaciones y los riesgos de los elevados vencimientos de deuda nublan el panorama”, concluyó el informe.
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