La diversificación de los tipos de cambio en la economía y los distintos precios a los cuales se realizan transacciones en el comercio exterior y en el mercado doméstico alejan la idea de que el precio del dólar mayorista que administra el Banco Central sea el valor “efectivo” que tenga la moneda norteamericana. Un ejercicio hecho por una consultora privada muestra que ese número podría ser incluso un 11 por ciento superior al “oficial”.
La consultora Quantum, que dirige el ex secretario de Finanzas y actual asesor del Ministerio de Economía en temas de mercados de capitales, Daniel Marx, estimó cuál es el precio más aproximado a la realidad del tipo de cambio luego de hacer una ponderación de cuánto pesa en todas las transacciones en divisas cada precio particular que tiene cada operación, desde el dólar soja a precio diferencial hasta las importaciones, que sí se realizan con el valor mayorista.
“Desde hace tiempo la economía funciona con distintos tipos de cambio. Formalmente el régimen cambiario es de un único tipo de cambio oficial. Pero, crecientemente, se fueron definiendo tipos de cambio oficiales o de transacciones autorizadas mediante modificaciones del oficial bajo diversas formas, incluyendo impuestos y otras modalidades”, explicó la consultora.
“Desde septiembre se implementaron variaciones que derivaron en nuevos tipos de cambio, en algunos casos con vigencia temporaria, como el dólar soja -reeditado en diciembre-, o sin limitación de tiempo, como el dólar turismo emisivo y receptivo, entre otros. Además, su introducción tuvo impactos fiscales, monetarios y sobre los mercados de cambio ‘libres’. Si bien el tipo de cambio oficial de referencia sigue siendo el del MULC, va emergiendo la idea de que la economía comienza a moverse detrás de un tipo de cambio distinto, ‘efectivo’, más alto que el oficial. Aparte, se sigue con una importante ‘brecha’ entre el oficial y los tipos de cambio libres”, apuntó Quantum.
Para realizar ese cálculo, la consultora ponderó las principales modificaciones cambiarias ocurridas entre el 30 de septiembre y el 26 de diciembre, y pesó su nivel incidencia según los volúmenes operados en el acumulado de los últimos doce meses. También incluyó en el muestreo operaciones como el dólar ahorro.
Los resultados de ese ejercicio mostraron que “en el caso del dólar soja 2, a $230, se vincula con un universo de exportaciones totales de bienes por USD 89.000 millones anuales (acumulado de los últimos 12 meses). Lo mismo para el caso de las importaciones de bienes por USD 70.000 millones anuales, el dólar ahorro, que se vincula a los egresos de la cuenta financiera del sector privado por USD 13.350 millones anuales y el USD turismo emisivo, que se vincula a los egresos por servicios no financieros de la cuenta corriente del sector privado por USD 17.960 millones anuales”, inició su explicación Quantum.
“Las exportaciones del complejo sojero representaron 27% de las exportaciones de bienes en los últimos 12 meses. Se podría decir, entonces, que el 27% de las exportaciones se hace al “dólar soja” nuevo y el 73% restante al oficial (hoy en $176). De esta manera, el tipo de cambio ‘efectivo’ de exportación promedio de bienes sería $191″, calculó.
“De la misma manera, los egresos de la cuenta financiera del sector privado del balance cambiario se estarían haciendo a un dólar efectivo de $206 (diferencial dado por el mayor tipo de cambio del dólar ahorro) y el dólar turista emisivo a uno de $236″, continuó.
“Para estos conceptos, y según su peso relativo en el universo total identificado, el tipo de cambio oficial ‘efectivo’ promedio como mínimo de $190, un 8% superior al oficial de referencia”, fue la primera conclusión. De todas formas, esa diferencia podría ser incluso mayor. “Si se asume que una parte de las importaciones comenzaron a hacerse al contado con liquidación, el tipo de cambio ‘efectivo’ sería de $195, 11% superior al oficial”, concluyó la consultora.
La cuestión de los tipos de cambio múltiples en la economía argentina aparecen como uno de los temas de preocupación en el Fondo Monetario Internacional. Por definición, el organismo no admite que un país establezca precios diferenciados para el mercado cambiario en los casos en que tenga un programa financiero vigente, como es el caso de la Argentina. Sin ir más lejos, en los últimos dos informes de staff, el Gobierno nacional necesitó solicitar un waiver (dispensa) por incumplir ese precepto. El Fondo Monetario, en su reporte más reciente, desalentó el uso de un nuevo dólar soja, ya que cree que una tercera edición implicaría una efectividad menor para una medida de esa naturaleza.
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