El mercado del transporte aéreo siempre da mucho que hablar en Argentina y uno de los ejes centrales de debate se enfoca en la alta carga tributaria que pesa sobre los boletos.
Lo que no siempre ha estado claro es cuánto difiere el sistema impositivo local con el de otros países de la región. Según un estudio la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA), una entidad privada que integran 47 aerolíneas de todo el mundo y otros 112 “socios de la industria”, la Argentina es el país que más carta impositiva aplica sobre los pasajes aéreos en América Latina y el Caribe.
En concreto, los números indican que en Argentina los pasajes se encarecen 112% por los impuestos que se le aplican. Ese valor incluye el impuesto fiscal (45%), el impuesto PAIS (30%), el impuesto al turismo (7%), el dólar Qatar y el impuesto de retención al ingreso (5%).
Un punto a tener en cuenta, mencionaron desde Alta y Amadeus, es que a inicios de noviembre se anunció la inclusión en el Presupuesto 2023 la recaudación de una nueva tasa que pagarían los pasajeros para financiar a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, con un valor de aproximadamente $250 por boleto, que corresponde aproximadamente a USD 1,6 (tasa de cambio mayorista de finales de octubre de 2022).
“Vale la pena resaltar que en la actualidad ya se cobra una tarifa de 8 dólares por servicios de seguridad, monto que, aunque parece marginal, con la sumatoria de todos los otros impuestos aumenta aún más la brecha de competitividad de Argentina en este factor”, señalaron.
El segundo lugar del ranking lo ocupan Perú y República Dominicana, con un lejano 18 por ciento. Eso significa que la carga tributaria que deben afrontar los pasajeros argentinos es seis veces superior a la que pagan en cualquier otro país de la región. De hecho, dos países vecinos, Brasil y Chile, no encarecen los pasajes aéreos con la aplicación de impuestos.
También Uruguay está muy lejos de la realidad argentina, con una carga impositiva del 7,5% sobre el precio de sus pasajes.
En términos de competitividad aérea, los tres países más competitivos de la región son México, Brasil y Panamá, según surge de las evaluaciones en base a diez “factores” , de los que para obtener un puntaje final un país debe producir datos sufientes en al menos seis.
Baja competitividad
El elevado componente impositivo es el peor favor que condiciona a la industria del transporte aéreo de pasajeros en Argentina, pero otros puntos de análisis tampoco ofrecen una conclusión alentadora.
Según el Índice de competitividad del transporte aéreo en América Latina y el Caribe que elaboran ALTA y Amadeus, Argentina se encuentra en el puesto número 15 de toda la región. El aspecto más desfavorable, como ya se indicó, es el de “impuestos, tasas y contribuciones”. En un puntaje de 1 a 5, donde 1 es el valor “menos competitivo” y 5 es el “más competitivo”, Argentina tiene un puntaje de “1″. Las mejores calificaciones la Argentina las recibe en “pasaportes” (4,87), “gobernanza de autoridad aeronáutica” (4,66) y en el costo de operación en los aeropuertos (3,47), respecto de lo cual no se hace alusión al componente impositivo.
Otro factor de análisis es el de “conectividad”. En ese caso Argentina tiene un puntaje de 2.25 sobre 5. Está dentro del grupo de los mejores 10, aunque lejos de México (5 puntos) y República Dominicana (3,36).
En lo que respecta al factor combustible, el puntaje de Argentina es bastante malo (1.58/5), aunque también es cierto que casi ningún país de la región se destaca. Solo Brasil, Panamá y Venezuela tienen un puntaje igual o mayor a 3.
En tanto, son bajos los resultados para Argentina en los factores “sobrevuelo en USD/1.000 km” (1 punto), tamaño del mercado (2,04), apertura de los países (2,20) y calidad aeroportuaria (2,63).
La sumatoria de esos factores de análisis llevan a un promedio del índice de 2,57 para Argentina, lo que la deja, como se mencionó anteriormente, en el 15° lugar.
Hace algunas semanas, Felipe Baravalle, director ejecutivo de la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca), había comentado a Infobae que la baja competitividad del mercado Argentina y su alto componente impositivo se explica por la falta de dólares en la economía. “Se termina castigando al turismo o se le pide a los pasajeros que compensen con su bolsillo una supuesta salida de divisas”, comentó.
La rista de tasas e impuestos que se cargan sobre el precio de un pasaje aéreo en la Argentina es apabullante. Incluye nada menos que 14 ítems, desde una “Tasa al ticket” hasta cuatro “Percepciones” por “Resoluciones Generales” (RG) de la AFIP, el impuesto PAIS (acrónimo de “Para una Argentina Inclusiva y Solidaria”, el nombre que el Gobierno le puso al impuesto a la compra de dólares, aunque quien pague el boleto lo haga en pesos. Completan la exacción conceptos como “impuesto de seguridad”, “cargo de salida”, “tasa de aeropuerto”, “tasa de seguridad”, “aviación” y “tasa de inmigración”. Algunos aparecen dos veces en el desagragado del valor de un ticket porque se cobran de ida y de regreso y a veces hay incluso alguna diferencia de valor entre ambos.
“Los pasajes no están tan caros, lo que los encarece son los impuestos. Además, el costo de sobrevuelo para las empresas es muy alto comparado con nuestros vecinos: por eso algunas líneas aéreas, cuando pueden, prefieren sobrevolar por países vecinos y no hacerlo sobre nuestro país”, resumió en ese momento Baravalle.
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