Massa inicia 2023 con un canje de deuda en pesos para despejar vencimientos y ofrece un bono a 2024

Economía busca descomprimir los pagos del primer trimestre, en el que los títulos se concentran mayormente en manos privadas. La operatoria es clave para las tenencias del Banco Central

Massa arranca el año con un ojo en el mercado de deuda en pesos, uno de los principales desafíos para su gestión el próximo año.

La Secretaría de Finanzas a cargo de Eduardo Setti no tendrá respiro en los próximos meses. En el marco de una estrategia destinada a descomprimir el abultado perfil de vencimientos del primer semestre del próximo año, el Ministerio de Economía convocó para el martes próximo a un nuevo canje de títulos con vencimiento durante el primer trimestre. A cambio, ofrecerá una canasta de Letras de Descuento y bonos duales, aquellos que pagan el mejor rendimiento entre el ajuste por CER o por devaluación.

El llamado a este canje, que no será el único de 2023 tal como adelantó Infobae, involucra las LECER X20E3 y X17F3, LEDES S31E3, S28F3 Y S31M3, BOTE TB23 y BONCER, TC23 y TX23 por una canasta de LEDES o de bonos duales, con vencimientos que llegan incluso a febrero de 2024. Más allá de ese bono puntual, TDF24, el resto de los títulos que ofrecerá el Tesoro vencen antes de septiembre del próximo año, es decir, antes de las elecciones presidenciales.

Si bien los plazos están en línea con la demanda del sector privado, que rehúye financiar al Tesoro por un plazo mayor a seis meses, lo cierto es que estas operaciones resultan fundamentales para que los organismos públicos descarguen sus tenencias, particularmente el Banco Central que no puede participar de las licitaciones primarias de deuda. En total, el sector público tiene en cartera más d 60% de la deuda en pesos, con activa participación en las últimas operaciones de financiamiento de este mes.

“Los canjes son parte de nuestra estrategia a futuro. Buscamos alargar la curva de vencimientos a 2024 y tratar de despejar esas ‘torres’ cada tres meses”, anticiparon a Infobae desde el Ministerio de Economía a principios de esta semana. Lo cierto que lograr postergar los vencimientos más allá de octubre implicará todo un desafío.

Por lo pronto, fuentes de Economía adelantaron que la idea es llevar a cabo estas operaciones de manera trimestral.

Tal como quedó definido el perfil de vencimientos, durante el primer semestre de este año vencen $8,2 billones, a lo que se suman $2 billones más en julio. Tras la última licitación del año, el bimestre marzo-abril será el más complejo, ya que se concentran pagos por $3,7 billones. Pero no sólo la refinanciación será un desafío ya que, de acuerdo a las proyecciones realizadas por el FMI, el Gobierno deberá ampliar su margen de financiamiento en el mercado para atender las necesidades financieras de 2023, siempre en el marco del cumplimiento de las metas fiscales y monetarias. Según la estimación del organismo, eso debería ocurrir en una magnitud equivalente al 3% del PBI.

El secretario de Finanzas, Eduardo Setti, a cargo de la delicada estrategia de financiamiento durante 2023

“El perfil de vencimientos que tiene por delante el Tesoro con el sector privado y el nivel de roll over que requiere el FMI para cumplir con las metas fiscales y monetarias será muy estresante para un mercado de deuda en pesos que ya exhibe saturación” opinaron desde la consultora de finanzas Aurum Valores, donde señalaron que los compromisos con el sector privado “proyectando inflación y CER, los vencimientos de 2023 equivalen al 4,5% del PIB esperado para 2023″, por lo que consideró “voluntarista” el cálculo de los técnicos del Fondo respecto de las posibilidades de incrementar el financiamiento privado.

La estrategia de continuar con los canjes a lo largo de 2023 fue expuesta también en el último informe técnico que publicó el Fondo. En un apartado en el que las autoridades argentinas hacen un análisis sobre la coyuntura y sobre su plan de acción para los próximos meses, el equipo económico consideró que “en el contexto de condiciones internas y externas desafiantes, continúan los esfuerzos para movilizar financiamiento interno neto. Un enfoque proactivo de gestión de la deuda orientado al mercado ha ayudado a asegurar una financiación neta de mercado de aproximadamente el 0,9% del PBI desde finales de julio”.

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