El crecimiento del Producto Interno Bruto (+5,9% en el tercer trimestre del 2022), trajo de la mano el nacimiento de 16.282 empresas nuevas en el país. Así lo demuestran las estadísticas de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), que en su último resumen ejecutivo da cuenta de la aparición de miles de unidades productivas en varios sectores económicos.
En el balance total, la SRT contabilizó 501.704 empresas en septiembre de este año, lo que significó una mejora del 3,35% respecto al mismo mes del año pasado (16.282 firmas nuevas).
Cabe aclarar que el número representa a la totalidad de unidades productivas con al menos un trabajador registrado. Es decir que no están contabilizadas las empresas unipersonales ni las empresas que se desempeñan en la informalidad. De todas formas, no deja de ser una estadística representativa de lo que está pasando en el sector privado.
Mejoras y caídas
La Superintendencia de Riesgos de Trabajo releva mensualmente las empresas de 20 ramas de actividad. Entre ellas, hubo una que se mantuvo sin cambios en el último, cuatro cayeron y las otras 15 que se expandieron.
Comenzando por los resultados negativos, los sectores que no acompañaron el crecimiento económico general (o recuperación post pandemia) fueron: servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales (se perdieron 48 firmas en ese rubro), suministro de agua, cloacas y gestión de residuos (-50), intermediación financiera y servicios de seguros (158) y servicios inmobiliarios (-521).
En tanto, el sector que se mantuvo sin cambios en los doce meses analizados fue el de “suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado”, que de todas formas es el que menos empresas registradas tiene (son 808 unidades productivas en todo el país).
Entre las actividades que crecieron, hay cuatro que destacaron sobre el resto. Una es la de “servicios de asociaciones y servicios personales” (en ese sector se crearon 1.151 empresas en el último año). Las otras son: industria manufacturera (1.542 firmas nuevas), servicios de alojamiento y servicios de comida (3.475) y el rubro de “comercio al por mayor y menor” (7.023).
Entre los cuatro, entonces, crearon 13.191 unidades productivas entre septiembre de 2021 e igual mes de este año (81% del total).
Impacto directo en el empleo
La creación de más de 16.000 empresas tuvo incidencia directa en el mercado laboral formal. Las estadísticas de la SRT muestran que el universo de trabajadores cubiertos por riesgos de trabajo creció de 9.111.393 a 9.508.289 en el período analizado. Es decir que se generaron casi 400 mil empleos nuevos.
La distribución de los nuevos puestos de trabajo es muy variada, pero hubo cuatro sectores que destacaron. Medido en cantidad de trabajadores, el sector con mayor incidencia en la creación de empleo fue el comercio, que incorporó a 72.380 personas entre septiembre de 2021 e igual mes de este año. Le siguieron en importancia los servicios de alojamiento (64.664 empleados nuevos), construcción (61.695) y la industria manufacturera (59.344).
Llama la atención el caso de los rubros de “suministro de agua, cloacas, gestión de residuos” y el de “servicios de organizaciones y órganos extraterritoriales”, que pese a haber perdido empresas, crecieron en cantidad de mano de obra registrada, 2.018 y 14 puestos de trabajo creados respectivamente.
En tanto, hubo dos ramas de actividad que destruyeron empleo. Se trata de la agricultura (-12.089) y los servicios inmobiliarios (-4.804).
Deuda pendiente
Para el economista Carlos Rodríguez, el aumento en la cantidad de empresas registrada tiene que ver únicamente con un escenario de recuperación de la pandemia. “No están dadas las condiciones para una expansión real del universo empresario”, advirtió.
Las estadísticas respaldan la lectura del especialista. Según el boletín estadísticos de la SRT de septiembre de 2019, antes de la irrupción del Covid-19 había 510.173 unidades productivas en Argentina, es decir 8.469 más que en la actualidad.
“Hay factores estructurales y coyunturales que frenan el crecimiento. Ejemplo de lo segundo es que hoy todo tiende a llevar la economía hacia una recesión o al menos un estancamiento, como las dificultades en las importaciones, las carencias de insumos y las tasas de interés positivas que hacen difícil tomar créditos”, subrayó.
“En lo estructural, afecta la enorme dificultad que implica tomar un trabajador de manera formal. Es muy caro por los costos directos, pero también por las leyes laborales y los aportes jubilatorios. Además, un juicio por accidente puede llegar a fundir a una empresa”, agregó Rodríguez.
Para el economistga, sin un cambio importante desde lo impositivo y lo laboral, es difícil que pueda haber un crecimiento genuino.
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