Los inversores ponen el foco en la licitación de deuda y la intervención oficial en los bonos para contener el dólar

La secretaría de Finanzas no necesita una gran recaudación para cubrir los vencimientos, pero deberían asegurarse un alto financiamiento neto para lo que se viene

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La presión para la renovación de la deuda en pesos se empieza a sentir
La presión para la renovación de la deuda en pesos se empieza a sentir

El feriado de Estados Unidos no se sintió en la Argentina a excepción de las liquidaciones de los exportadores de soja y de las operaciones de ADRs, certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York.

En la plaza cambiaria lo más notorio fue el comportamiento del dólar libre que no está alcanzado por ninguna regulación y cualquier intervención encuentra dificultades. El “blue” sumó $6 y cerró a $346. En 4 ruedas subió $21.

En cambio en la plaza de dólares futuros, con otra intervención abrumadora que arrasó hasta con los precios de los bonos de la deuda en dólares y en pesos, el MEP subió $1,91 (+0,6%) a $327,62, muy por debajo de lo que venía operando a lo largo del día. El contado con liquidación aumentó $1,69 (+0,5%) a $334,85.

“Sobre el cierre, el Banco Central llevaba operados $9.000 millones en el GD30, derribando las paridades en pesos y dólares. La caída del GD30 en moneda local alcanzó a 0,9%, pero en dólares fue de 2,01%. El GD30C (cable) perdió 2,97%”, señaló el trader Esteban Monte.

Según el analista financiero, Franco Tealdi, “se empieza a sentir la presión de la deuda en pesos que se torna cada vez más inviable. Si la deuda en pesos fuera confiable, los bonos que le quieren dar a la ciudad de Buenos Aires deberían salir a la par y no será así. La confianza en la deuda en pesos es nula y esa presión se traslada al mercado. Por eso el Gobierno hace sus jugadas y tiene que salir a matar los bonos nominados para contener al dólar. Si uno mira el “blue”, donde no hay intervención, refleja un precio más acorde a lo que el mercado estima. Ahora nadie se siente cómodo haciendo carry trade (apostando al peso aprovechando la calma del dólar) y se están deshaciendo estas operaciones. Yo creo que los dólares van a terminar convergiendo hacia arriba”.

Los exportadores de soja, afectados por el feriado norteamericano, liquidaron apenas USD 38,8 millones de los que el Banco Central retuvo USD 23 millones. Las reservas, de todas maneras, subieron USD 82 millones a 43.542 millones. Los bonos de la deuda no cotizaron en el exterior y el riesgo país permaneció inmutable.

La Bolsa tuvo una excelente rueda con negocios por $2.202 millones e ignoró que Wall Street no operaba. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 2,49% en pesos y 2% en dólares. Lo más destacado fueron Banco Supervielle y Mirgor que subieron más de 7%.

Para mañana se aguarda la licitación de bonos del Tesoro. No necesitan una gran recaudación para cubrir los vencimientos, pero deberían asegurarse un alto financiamiento neto para lo que se viene.

La licitación anterior dejó señales que preocupan. Según el informe de Cohen hubo una fuerte ayuda del sector público en la licitación del 14 de diciembre: “Los bancos públicos desarmaron su stock de pases en $316.000 millones el viernes 16, el día en que se liquidaba la licitación, sustituyendo exposición al Banco Central por instrumentos del Tesoro. Dado que la totalidad de los vencimientos se encontraba en manos privadas, esto implica que al menos el 75% del financiamiento neto recibido en la última licitación del Tesoro provino de manos públicas. Si a esto le sumamos las intervenciones del BCRA en el mercado de bonos soberanos durante los días previos a la licitación, concluimos que el financiamiento neto explicado por entidades públicas podría elevarse hasta el 90%”.

La presión sobre el dólar seguirá. El mercado está alejándose de plazos fijos y bonos indexados. Tampoco se están cubriendo de la devaluación y no quieren aumentar la exposición en títulos del Tesoro. Lo único que puede frenar la salida de los inversores de bonos, es tener existencias acumuladas de bonos de la deuda, algo que venía siendo rentable hasta hace pocos días, pero el conflicto con la ciudad de Buenos Aires y la intervención en la plaza cambiaria, hicieron caer fuerte la paridad de estos títulos, para eximirse del pago del Impuesto a los Bienes Personales.

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