Por qué en muchas provincias hay casi pleno empleo, pero registran los mayores índices de pobreza del país

Los factores que determinan esa aparente contradicción, a parte de la productividad media laboral que define el ingreso el ingreso del trabajador

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Se percibe un alto índice de “desaliento” entre los habitantes que desisten de la búsqueda laboral pese a no tener un puesto estable, al observar las enormes dificultades que se observa en el mercado para acceder a una posición remunerada (NA)
Se percibe un alto índice de “desaliento” entre los habitantes que desisten de la búsqueda laboral pese a no tener un puesto estable, al observar las enormes dificultades que se observa en el mercado para acceder a una posición remunerada (NA)

Una vez más, en el desagregado de los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec sobre el mercado de trabajo, se destaca la enorme brecha entre las tasas de desempleo y el promedio general, con aglomerados urbanos que registran valores muy próximos a cero, al mismo tiempo que mantienen altos niveles de pobreza, mayores a la media general, siempre con relación al total de habitantes de cada jurisdicción.

El resultado agregado de la EPH al cierre del tercer trimestre 2022 arrojó una tasa de participación en el mercado de trabajo remunerado del 47,6% de la población de todo el país, de la cual 44,2% declaró estar ocupada -en blanco y en la informalidad- y por tanto la tasa de desempleo resultó del 7,1% de la oferta laboral. En los tres indicadores se observaron sendos deterioros en comparación con el relevamiento de tres meses antes, y también una generalizada mejora respecto de un año antes.

Pero, como ya es casi histórico, y más allá de las diferentes características geográficas y demográficas que tienen gran parte de las 24 grandes jurisdicciones, en particular entre las 6 regiones del país, la EPH detecta enormes diferencias entre las tasas de la población económicamente activa (participación), y por ende de empleo.

La EPH detecta enormes diferencias entre las tasas de la población económicamente activa (participación), y por ende de empleo

Los casos más notables con mínimas tasas de desempleo -por debajo de 6%- y altas de pobreza -por arriba de 36,5% en el último sondeo oficial correspondiente al primer semestre 2022, y se eleva a un 50% según la serie de Distribución del Ingreso a septiembre que informó el último jueves el Indec-, en el desagregado de 31 aglomerados urbanos, fueron en el relevamiento oficial: Santiago del Estero – La Banda 1,6% de la PEA y 40% de sus habitantes, respectivamente; Gran San Luis 2,4% y 38,3%; Gran Resistencia 4% y 49,9%; Concordia 5,3% y 49,2%; y Viedma-Carmen de Patagones 0,9% y 39,4 por ciento.

Casos de excepción

Del mismo modo, se advierten casos particulares en que las tasas de desocupación se ubicaron en niveles mínimos y también las de pobreza, pese a registrar bajas tasas de participación de la población en el mercado de trabajo.

En ese grupo se identificaron los relevamientos en Comodoro Rivadavia-Rada Tilly con apenas 1,4% de la oferta laboral sin empleo y 25,5% de pobres; Formosa 2,8% y 24,4%; y Gran San Juan 3% y 33,4%, principalmente.

Se advierten casos particulares en que las tasas de desocupación se ubicaron en niveles mínimos y también las de pobreza, pese a registrar bajo nivel de oferta laboral

Sin embargo, hay un factor común que explica gran parte de esas brechas; que es la muy baja proporción de la población que participa activamente del mercado laboral, y se “acomoda” a las reales posibilidades de obtener un empleo rentado.

De ese modo se percibe un alto índice de “desaliento” entre los habitantes que desisten de la búsqueda laboral pese a no tener un puesto estable, al observar las enormes dificultades que se observa en el mercado para acceder a una posición remunerada.

Al respecto, el Indec informó que en el caso puntual del tercer trimestre 2022 respecto del segundo: “Dentro de la población empleada, las personas ocupadas plenas disminuyeron su proporción en 2,2 puntos porcentuales (de 58,5% a 56,3%) y las sobreocupadas aumentaron su participación en 1,5 p.p. (de 27,3% a 28,8%). Por otro lado, disminuyó la porción de personas asalariadas en 1,0 p.p. (de 73,5% a 72,5%), mientras que la proporción de personas que trabajan por cuenta propia aumentó en 1,2 p.p. (de 22,3% a 23,5 por ciento)”.

No sólo eso, en la presentación del cuadro que sintetiza las características de población desocupada se advierte que menos de 1 de cada 3 trabajadores logra reubicarse en otro puesto, también casi 1 de cada 3 demora entre 3 y 12 meses para lograr ese objetivo; y casi 4 de cada 10 se mantienen inactivos, pese a que quieren trabajar, por un período superior al año desde que perdió su empleo.

Si bien el empleo no es la única fuente de recursos monetarios de las familias con mínimos ingresos, y por tanto del umbral de indigencia y pobreza, es la principal

Si bien el empleo no es la única fuente de recursos monetarios de las familias con mínimos ingresos, también contribuyen los fondos percibidos a través de planes asistenciales de la Nación, provincias y otras jurisdicciones, cuya sumatoria define el umbral que determinan los indicadores de indigencia y pobreza, es la principal, como lo es el grado de capacitación que permite acceder a los puestos mejor remunerados.

Método de aproximación a la realidad

De ahí que una forma de estimar el nivel real de desocupados en proporción a la población es hacer el ejercicio de calcular la brecha entre la tasa de empleo detectada por el Indec en esos aglomerados con la tasa promedio general de participación a nivel de los 31 aglomerados relevados por el Indec que fue de 47,6% del total de habitantes.

En ese caso, se observaron 6 aglomerados con diferencias negativas entre la tasa de desempleo informada por el Indec y la hipotética de dos dígitos porcentuales de la población económicamente activa - total de desocupados sería singularmente más alto-, y estaría alineado con la medición de la pobreza.

Sobresalen con una tasa teórica de dos dígitos de desocupados: Formosa, Concordia, San Juan, Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran Paraná, Corrientes, Santiago Del Estero-La Banda, Comodoro Rivadavia-Rada Tilly, Viedma-Carmen de Patagones y Neuquén-Plottier.

Cómo aún no se dieron a conocer los resultados de la población de las grandes jurisdicciones en que se divide el país, no se puede estimar la cantidad de habitantes afectados por no tener un empleo, pese a que cuando se difundieron los datos generales el 19 de mayo último, con los datos preliminares para 2022 de 47.327.407 habitantes, estimó: “Los datos preliminares de población por sexo, provincia y departamento serán presentados a los 90 días”.

Las expectativas para el próximo año no permiten esperar un escenario mejor, habida cuenta de que los indicadores de actividad económica, sintetizados en el EMAE del Indec, acusaron sendas disminuciones en septiembre y octubre respecto de los meses previos, ajustados por estacionalidad.

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