Tras autorizar el pago de USD 5.900 millones correspondiente a la tercera revisión del programa vigente con Argentina, el Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) compartió un análisis de la realidad económica del gobierno de Alberto Fernández.
Gita Gopinath, subdirectora gerente del FMI, reconoció que “están comenzando a dar sus frutos” las medidas aplicadas por el Gobierno. “En un contexto de desafíos externos e internos, las políticas implementadas, incluido el endurecimiento de las medidas fiscales y políticas monetarias, están conduciendo a una reducción de la inflación, así como a mejoras en la balanza comercial y la cobertura de reservas”, sostuvo.
No obstante, la representante del FMI señaló que los desequilibrios macroeconómicos de la Argentina aún persisten y advirtió que “las condiciones económicas siguen siendo frágiles”. De hecho, sostuvo que será crítico continuar con la ejecución mejorada del programa para tener “un ancla para la estabilidad”.
“Las restricciones cambiarias y las prácticas de múltiples tipos de cambio deben evitarse y eliminarse tan pronto como las condiciones lo permitan y se aborden los desequilibrios macroeconómicos. Además, será necesaria la consolidación fiscal según lo presupuestado para apoyar la desinflación y el proceso de acumulación de reservas”, agregó Gopinath.
En este contexto, la economista jefe del Fondo remarcó que reducir el déficit fiscal primario al 1,9% del PIB en 2023 y al mismo tiempo proporcionar espacio para el gasto prioritario en infraestructura, requerirá esfuerzos continuos para movilizar ingresos, fortalecer controles de gastos y, lo que es más importante, mejorar la focalización de los subsidios energéticos y de asistencia social.
La tasa de política monetaria
Gita Gopinath se refirió también a la decisión del Banco Central de mantener la tasa de política monetaria, pese a la desaceleración de la inflación registrada en noviembre.
“Las tasas de interés reales positivas y sostenidas siguen siendo esenciales para reducir la alta inflación persistente y fortalecer la demanda de activos en pesos. Además, permitiría mejoras en competitividad y cobertura de reservas, evitando al mismo tiempo depender de incentivos cambiarios ad-hoc y restricciones, ya que no sustituyen a políticas macroeconómicas coherentes”, apuntó.
“Mientras tanto, la coordinación voluntaria de precios y salarios podría desempeñar un papel complementario para corregir los desequilibrios macroeconómicos”, aseguró la representante del Fondo Monetario Internacional.
Continuando con su análisis, Gopinath consideró que una estrategia proactiva de gestión de la deuda orientada al mercado es vital para movilizar el financiamiento interno, mitigar los riesgos de refinanciación y reducir la financiación del déficit por parte del Banco Central.
“Sobre la base de los progresos más reciente, incluido el acuerdo de reestructuración de deuda con los acreedores del Club de París, la movilización del apoyo de socios multilaterales y bilaterales sigue siendo esencial para garantizar el cumplimiento de los compromisos de financiación y el fortalecimiento de la cobertura de reservas”, afirmó la economista.
En otro punto, la especialista indicó que los esfuerzos continuos en el frente estructural son fundamentales para apoyar objetivos macroeconómicos más amplios, incluyendo el fortalecimiento de la gestión financiera pública, el mercado de deuda pública del peso, el marco de ALD/CFT, el balance del Banco Central y la eficiencia y sostenibilidad del sector energético.
Por último, Gita Gopinath aconsejó al Gobierno argentino mantener la formulación ágil de políticas para poder cumplir con los objetivos del programa. “Podría ser necesario tomar medidas políticas adicionales para salvaguardar la estabilidad macroeconómica si se materializan riesgos a la baja”, señaló la economista, aunque no dio mayores precisiones acerca de las medidas que se pondrían en juego.
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